A disposición judicial el hombre que entró en un gimnasio en Tenerife y amenazó al personal con una pistola simulada
La Policía Nacional detuvo el pasado 1 de agosto a un hombre de 30 años por entrar con una pistola simulada a un gimnasio en Tenerife, del que era usuario, y apuntar al personal y amenazar con quitarse la vida. El arrestado fue derivado a un centro hospitalario para valoración psiquiátrica, y ya ha sido puesto a disposición judicial.
El cuerpo policial ha detallado en un comunicado cómo transcurrieron los hechos. Fue el pasado viernes, en torno a las 8.20 horas, cuando la sala del 091 recibió una llamada de emergencia alertando de que un hombre se encontraba en el interior del gimnasio apuntándose con un arma en la cabeza.
La persona que dio la voz de alarma fue una trabajadora de la limpieza, que había presenciado cómo el sujeto mostraba una pistola y decía que quería hablar con un policía.
Minutos antes, esta persona, que es usuario habitual del centro deportivo, había recibido una llamada telefónica que lo alteró. Comenzó a gritar en mitad de la sala de entrenamiento, generando un clima de tensión entre el resto de usuarios. Ante su comportamiento, uno de los monitores le pidió que moderara el tono, lo que provocó una reacción “aún más agresiva”, detalla la Policía Nacional en la nota.
Instantes después, el individuo mostró el arma a la limpiadora y acto seguido se dirigió hacia el monitor, al que amenazó con golpearle y dispararle.
Entonces, el monitor, aprovechando un momento en el que el agresor perdió el equilibrio al golpear una puerta, consiguió escapar hasta el despacho de la encargada, para refugiarse, pero, este le siguió hasta el despacho para obligarle a colocar sus manos en la nuca, apuntarle con la pistola en la cabeza y exigiéndole que se arrodillara.
El autor de los hechos se atrincheró finalmente en los vestuarios, aún en posesión del arma, donde fue localizado por los agentes apuntándose a la sien con ella. En ese momento, la Policía Nacional ya había establecido un perímetro de seguridad y evacuado el gimnasio.
Uno de los policías consiguió entablar conversación con el individuo, que se encontraba “visiblemente nervioso y afectado por problemas personales”. Tras varios minutos de diálogo, el hombre accedió a soltar el arma voluntariamente.
La pistola resultó ser simulada, y el detenido fue trasladado a un centro médico para su valoración. Posteriormente fue puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito de amenazas graves.
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