Ratificada la condena de nueve años de cárcel por rociar con gasolina y quemar a un vecino en Tenerife
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado la pena de nueve años de cárcel y el pago de 116.000 euros impuesta a un hombre que roció con gasolina y prendió fuego a un vecino suyo en Tejina, La Laguna (Tenerife).
Tanto la Audiencia Provincial como el TSJC coinciden en que se dan todos los supuestos para concluir que se trata de un intento de asesinato y que existió una intención clara de hacerle daño a la víctima, que sufrió importantes daños físicos, morales y secuelas.
La defensa del procesado sostuvo sin éxito ante el TSJC que no existe ninguna prueba ni testigo de que su cliente haya sido el autor de los hechos y menos de que actuase con alevosía y ensañamiento.
También incidió en las contradicciones en las que habría incurrido el perjudicado entre lo que manifestó en el juicio y durante la instrucción, lo que para el TSJC no pasan de ser “puntuales lagunas”.
La intención de asesinar a la víctima quedaría demostrada, según el TSJC, por el hecho de haber aplicado fuego a el cuerpo de este, lo que supuso un riesgo para la vida y la integridad física.
“Es decir, se ha probado que el acusado procedió a quemar el espacio donde se encontraba el hombre así como a su propia persona, con conciencia del peligro que dicha acción podía ocasionar en la vida o la integridad física del agredido y sus bienes”, señala el alto tribunal canario.
Un atropello, origen de los hechos
Los hechos tuvieron lugar en febrero de 2022 cuando el denunciante atropelló al condenado, que iba en una moto, y en ese momento huyó del lugar sin atenderlo, lo que la Audiencia interpretó como una explicación de lo ocurrido, pero no una justificación.
A partir de ese momento el procesado insistió en que su vecino tenía que asumir la responsabilidad por su accidente de circulación, pero no lo consiguió.
“De hecho, no sólo se fue del lugar y no lo recogió en su casa para trasladarlo al centro de salud como él le había pedido, sino que cuando se personó en su vivienda para exigirle de nuevo que asumiera la culpa y le diera el seguro del vehículo, el denunciante se mantuvo en su negativa”, relata la sentencia.
En ese instante, el acusado le dijo que ya lo arreglaría él, “expresión indicativa de que iba a tomarse la justicia por su mano”, tal y como ocurrió.
Poco después se presentó en casa de la víctima, que está cerca de la suya, y aprovechando que estaba de espaldas, le roció con gasolina.
Cuando sintió que le caía líquido por encima y notó el olor del combustible, el hombre se dio la vuelta y asegura que vio allí al acusado, quien inmediatamente le prendió fuego con un mechero, que luego se encontró quemado en su poder.
La víctima sufrió quemaduras de primer y segundo grado en el 28% del cuerpo que tardaron tres meses en ser curadas e incluso tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Un vehículo de cortesía propiedad de una empresa que estaba en los alrededores resultó quemado pero los daños no fueron reclamados por su legítimo propietario.
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