Es cierto que Paulino y Soria han hecho el lechuguino con esto del auto del TSJC, pero la cosa se torna preocupante cuando descubrimos al presidente del Gobierno abandonando su tradicional flema y patinando en directo. Ocurrió la noche del viernes en el parque de Santa Catalina, antes de que empezara la gala del Carnaval. Una periodista de la Ser se le acercó y, tras las preguntas de rigor sobre el asunto que le llevaba hasta allí, osó pedirle una valoración sobre el auto del TSJC: No vean cómo se puso el presidente, señoras y señores, que hasta increpó a la periodista por sentirse víctima de una ruptura “del protocolo”. Y el protocolo dictaba que ese día se le preguntara por lentejuelas y no por corrupción. Casi estamos por comprenderlo.