La venta de suelo del Cabildo en el polígono de Arinaga a la Autoridad Portuaria de Las Palmas por 24 millones de euros ha estado plagada de multitud de irregularidades. Desde la ausencia de informes jurídicos y de Intervención de la Corporación, hasta el puenteo al pleno insular, pasando por las brabuconadas de Soria, todo ha sido un despropósito. La opción de compra firmada por Arnáiz y Soria fue anómala, pero más anómalo puede parecer que, a pesar de que expirara en junio, las partes la hicieran efectiva el 1 de abril, es decir, quince días después de que el PSOE ganara las elecciones y el hombre del tiempo anunciara marejada con áreas de fuerte marejada y mar gruesa a la altura de Arinaga. Una chapuza que, de momento, parece estar reconduciéndose de modo satisfactorio.