Pues bien, con la venia del consejo de administración de Gestión Sanitaria de Canarias, de su presidenta, Mercedes Roldós, y suponemos que también de su vicepresidente, José Miguel Ruano, el director gerente de esa empresa pública acaba de ejecutar una serie de cambios motivados por la crisis económica y por el descubrimiento, a estas alturas, de la economía de escala. Luis Molina ha decidido, entre otras cosas, llevarse por delante cuatro divisiones con sus correspondientes altos cargos, y nombrar dos, lo que en resumidas cuentas viene a ser una reducción de dos puestos. Se suprime la división regional del Servicio de Urgencias Canario pero se crean dos divisiones provinciales; se suprimen las divisiones de Calidad y Formación, integrando esta última en la dirección territorial del SUC. Los destituidos son Carmelo Duarte Merelo, Juan Carlos Espino Arencibia, Agustín González Arencibia y Rosa María Rodríguez López, y los nombrados son Luis Carlos Cabrera Peña, nuevo director territorial del SUC en la provincia de Las Palmas, y Enrique Martín Sánchez, responsable de la Unidad de Formación. Ahora sólo falta adjudicar algún concursito de ambulancias, y ya tenemos la legislatura completita.