Los hechos más relevantes no tienen por qué producirse siempre en confortables despachos, o en los gimnasios más suntuosos de la capital. En humildes a la par que prácticos aparcamientos de otras ciudades también ocurren cosas grandiosas. Situémonos por un momento en El Roque, en pleno Telde, ciudad sumida en un sinvivir como consecuencia de la Operación Faycán. El concejal José Suárez, que fuera alto mandamás del PP, partido al que sigue fuertemente asido, comentaba este mismo miércoles que ya no puede más, que está a punto de tirar la toalla. Le escuchaba resignado el concejal de Hacienda, Carmelo Oliva, que le llegó a gritar “¡ni se te ocurra!”. Lo de Gáldar, ni lo contamos, porque el atolondrado político rozó hasta el coche de una camarera del restaurante cercano. Y no estaba el hombre para muchos meneos.