Carmelo Vega no es hombre cultivado, pero se expresa como un libro abierto cuando de poner a caer de un burro a sus ex concejales se trata. En la cinta que la oposición colocó ante el magistrado Parramón, que a partir de la próxima semana tiene previsto empezar a llamar a los protagonistas, el ex alcalde cuenta cosas fantásticas. Por ejemplo, habla de esa ferretería de uno de los concejales que provee al Ayuntamiento sin contrato de suministros; de las obras ilegales ejecutadas por un contratista por orden del entonces concejal de Hacienda; de la casa del actual alcalde, Antonio Díaz, supuestamente construida sin licencia y sin pagar contribución; de la casa de Carlos Sánchez, entonces responsable de Urbanismo y hoy consejero de Política Territorial del Cabildo, construida sobre suelo municipal, siempre según el ex alcalde. Sánchez se está convirtiendo en un asiduo de los juzgados y ya compite en el ranking de puntos de la tarjeta Granadera Plus. La cosa se presenta muy animada.