Cuando le preguntamos a José Miguel Bravo de Laguna por qué el PP había hecho una pre-campaña tan discreta, tan escasa desde el punto de vista publicitario, nos contestó que eran exigencias marcadas por la austeridad que se había propuesto el partido. No le creímos, pero es cierto que las primeras horas de campaña mostraron un despliegue propagandístico ciertamente tímido. Nos equivocamos. Desde que la campaña ha entrado en su momento más álgido, a partir del pasado fin de semana, el despliegue de medios del PP ha sido bestial: megapancartas tipo Mao en Venegas, Triana, Almatriche-Siete Palmas...; spots de televisión de Soria en la playa de Las Canteras con Cardona; vallas, banderolas... El PP ha concentrado su esfuerzo publicitario en la campaña y trata de redoblar esfuerzos tras descubrir que encuestas tan poco sospechosas como la del ABC le sitúan en estos momentos en el vagón de cola, como tercera fuerza política en el Parlamento.