No nos hemos olvidado de los despedidos de la Institución Ferial de Canarias (Infecar), damnificados por la limpieza laboral hecha por el PP en ese organismo dependiente del Cabildo de Gran Canaria. El majo y limpio también afectó a los dos representantes de los trabajadores, que fueron despedidos bajo la fórmula del despido objetivo, que es el más subjetivo de todos los posibles, pero qué se le va a hacer. Llegaron incluso a las puertas de la Sala de lo Social, pero hasta el magistrado les recomendó aceptar la oferta de la empresa para evitar un largo litigio que les asfixiaría. Y como es pólvora del Rey, Infecar ofreció sesenta días por año de servicio, lo que supone quince días más de lo habitual. Deseamos mucha suerte a estos dos trabajadores, a ver si alguno se coloca en la gestoría contratada para sustituirles, que todavía no ha tramitado el finiquito de los despidos, que data de enero. Un dechado de eficacia, cuya carencia justificó estos “despidos objetivos”. Y olé.