El dueño de El Día, por cierto, se indignó cuando alguien preguntó por el modo que emplearán los empresarios para convencer a la sociedad tinerfeña. Don José se revolvió en su silla y, sin poder aguantarse ni esperar a que alguien le volviera a dar la palabra por enésima vez, volvió a interrumpir a los anfitriones: “¿Sociedad, ¿qué sociedad?”, para luego rematar diciendo que “lo de Vilaflor fue un incidente dentro de la sociedad de Tenerife”. La manifestación por Vilaflor fue comparada con la que en su día “sacó a 300.000 tinerfeños a la calle para impedir que nos robaran la Universidad de La Laguna, y miren el caso que nos hicieron”, en expresión directa del dueño de El Día. Agárrense con el editorial de este domingo, que promete pimienta de la buena.