No deben estar haciendo mucho caso últimamente a las pastorales dominicales del periódico El Día, lo que ha obligado a sus editorialistas a subir el tono de la crítica y de la exigencia. El blanco de sus críticas está siendo últimamente de manera recurrente Adán Martín, que de seguro está decepcionando al Tenerife profundo más de lo que nos podemos imaginar el resto de los mortales que habitamos estas Islas. El editorial de este domingo ya rebasa un par de manzanas el respeto a las minorías y se adentra directa y peligrosamente en la xenofobia más despreciable. Aunque nos irrita tenerlo que repetir, queremos que lean lo publicado: “Tenerife fue la capital de la provincia única de Canarias, (...) Tenerife es la Isla mayor, la central, la más poblada, la más variopinta, la que presenta un mayor crecimiento económico, la más turística, la más cultural... la que más votos le da [a Adán Martín]. Que los chinos, los amarillos, se queden con los amarillos y nos dejen en paz. Y su unidad, para ellos, pues a ellos sólo beneficia”. ¿Alguien da más?