Algunas de las personas que nos llamaron para darnos la noticia nos pidieron que reclamáramos del respetable un caluroso y sentido aplauso para la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Pepa Luzardo, por haber devuelto a la Alcaldía de la ciudad cierto respiro y dignidad. Decía incluso uno de nuestros comunicantes, posiblemente al verse liberado de un pesado yugo con sus correspondientes flechas, que el 14 de enero debería pasar a los anales de la historia de la ciudad, como el día en que el hotel de los líos, donde se ubican las Oficinas Municipales, recuperaba parte de las libertades perdidas con el advenimiento del PP. Ese día, ayer, la alcaldesa otorgó carta de libertad a su jefe de Gabinete, Víctor Rodríguez Gago, el corresponsal que Larry Álvarez le colocó en la secta planta para que velara por la perpetuación de las esencias del ultraliberalismo y la guadaña implantados durante la etapa soriana. Rodríguez Gago se marcha a Madrid, parece que al ABC, donde sabrán valorar mejor sus cualidades personales y profesionales. Le deseamos mucha suerte (a Gago, se entiende; bueno, y también a sus compañeros de ABC, vale).