El Día llegó a titular uno de sus grandiosos editoriales con un lamantable “Nos chupan hasta la sangre”, que deberá pasar a los anales del periodismo más patético de cuantos se practican por aquí. Y todo porque, como es norma en todos los países civilizados, la sangre y los hemoderivados se concentran en un banco centralizado del que parten hacia aquellos lugares donde se reclama. En este caso, el centro de análisis y de reparto está en Las Palmas de Gran Canaria. Y eso duele. Así que han conseguido soliviantar al personal chicharrero, que dona menos sangre, lo que obligará a las demás islas, empezando por Gran Canaria, que es la que más donantes tiene, a acudir en ayuda de Tenerife. Ponen en peligro la vida de sus conciudadanos, pero les da lo mismo.