Dicen los que tratan con Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, que es una mujer muy disciplinada y de múltiples registros, que lo mismo atiende un asunto de Estado que, al minuto siguiente, se te sienta en el restaurante Casa Perico, de Melenara, a pedir el voto para sus compañeros del PSOE de Telde. La ministra estuvo este fin de semana en Canarias y se volvió a encontrar con un viejo amigo al que conoció en 2003 en Madrid, cuando ambos coincidieron en un estudio fotográfico contratado por el PSOE para las fotos de campaña. Ella aspiraba a alcaldesa de Madrid; él a presidente del Cabildo de Gran Canaria. Ella perdió ante Ruiz Gallardón y acabó de ministra; el acabó de presidente del Cabildo y ahora aspira a presidente de Canarias. Ella lucía en aquellas fotos una chupa de cuero que arrebató por competo los ánimos de la derechona, sin que a fecha de hoy sepamos exactamente si aquello fue moralina o machismo. A Pérez le han hecho unas muy mejorables fotos de campaña este 2011, pero le han puesto corbata, la que lleva todos los días para ir a trabajar. Seguramente porque no necesita hacerse el compadre aunque sea el candidato menos conocido de todos.