Otros lectores, algunos de los cuales han utilizado libremente el mecanismo de opinión de este periódico, se han llevado las manos a la cabeza al enterarse por nosotros de las andanzas de individuo aparentemente tan puro. Algunos nos exigen que acudamos a los tribunales, posiblemente porque desconocen qué papel desempeñan en las democracias los medios de comunicación, por un lado, y la Justicia, por el otro. Pero hasta comprendemos algunas encendidas defensas -que hemos publicado- del señor Soria porque nos consta que es capaz de engañar al más pintado acerca de sus cualidades, sus valores y su integridad. Nosotros, para que no haya dudas, nos ratificamos en lo dicho ayer en esta misma sección, porque a nosotros hace tiempo que no nos engaña.