José Miguel Pérez se apoyó inmediatamente en el que ahora es su portavoz adjunto en el Cabildo, Demetrio Suárez, ex alcalde de Gáldar y uno de los pesos pesados del PSC grancanario. Suárez llamó uno a uno a todos los secretarios generales de la isla para ponerlos en línea con el adelantamiento del congreso. Todos debían llegar con las ideas claras a una reunión que había convocado para evacuar consultas el secretario general regional, Juan Carlos Alemán, el lunes 9 de junio. Era un encuentro previsto inicialmente para el miércoles 11, pero la agenda de Alemán le obligó a adelantarlo al lunes. Ahora se sabe que fue providencial: 48 horas podrían haber desarticulado la operación y aplazar el congreso insular a la primavera de 2004. Cuando Alemán comprobó que sólo Santa Brígida ponía reticencias y que las unaminidades que él y López Aguilar reclamaban como innegociables se daban, no dudó en exclamar: “¡Joder, qué jugada!”, y a continuación sumarse a la operación como si del principal promotor y abanderado se tratara.