Doce lugares secretos para presumir de viajero experto en Nueva York

Fachadas del siglo XIX en Washington Mews, uno de los rincones secretos de Nueva York.

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Nueva York es una ciudad enorme. Se necesitarían varios años de paciente exploración para decir que uno la conoce medianamente bien. Pero ni con esas. La Gran manzana atesora un sinfín de lugares célebres retratados mil y una veces por las películas, la televisión y la literatura. Tiene cientos de museos; miles de calles con algo que ver. Y si hablamos de la ciudad escondida, la cosa se multiplica un par de veces más. Hablar de lo más importante también sería una temeridad; es imposible conocerlo todo. Nosotros te abrimos esta pequeña ventana para que incluyas uno, dos o tres lugares en tu próxima visita a la ciudad de las ciudades. Como puedes ver en este mapa, los lugares propuestos están colocados de sur a norte y son fácilmente accesible en el fantástico y barato subway.

Una estación de metro abandonada.- Un clásico entre los clásicos. La Estación City Hall es la más hermosa de las paradas del metro neoyorquino, pero dejó de usarse en 1945 porque, literalmente, los trenes no cabían en el andén. Su trazado especial impedía poder usar los últimos vagones del subterráneo y se decidió suprimirla para evitar accidentes. Y quedó en el olvido pese a ser una verdadera maravilla arquitectónica obra del genio del valenciano Rafael Guastavino, uno de los protagonistas del inicio de siglo en la ciudad. Arcos con azulejos, tragaluces de estilo art decó y una cuidada decoración de esta estación que sólo se puede visitar a través de los recorridos guiados de The New York City Transit Museum (con varias sedes) o haciéndose el distraído y no bajando en la última parada de la Línea 6 dirección Downtown. Así puedes aprovechar el cambio de sentido del tren para pasar junto a la Estación Fantasma y echarle un vistazo. Localización: Centre Street.

Un atajo bajo en agua entre la 48 y la 49.- Las grandes compañías suelen añadir algún detalle a sus sedes corporativas para hacerlas destacar. En el caso de la editorial McGraw-Hill, la idea fue hacer un pequeño túnel entre las calles 48 y 49 con cascada incorporada. Localización: West 48th, 165. Estación de Metro más cercana: 49 Street (Líneas N, R y W).

Una callejuela especial en Greenwich Village.- Washington Mews es apenas un pasadizo que corta una manzana a pocos metros del Washington Square Park. Pero tiene un encanto especial; ese halo de distinción que los años dan a las casas pese a que éstas no sean muy espectaculares. En esta calle puedes encontrar uno de los conjuntos arquitectónicos de mediados del siglo XIX mejor conservados de esta parte de la ciudad. Nada mal si tenemos en cuenta que la corta Washington Mews desemboca en la mítica Quinta Avenida. Estos edificios albergaban cuadras de caballo hasta que a principios del XX se transformaron en viviendas humildes. Hoy son una de las piezas inmobiliarias más codiciadas de la ciudad y la mayoría son oficinas. Localización: Washington Mews; Estación de Metro más cercana: 8th Street (Líneas R y W).

Una selva tropical a dos pasos de Grand Central Terminal.- La sede de la Fundación Ford no es un rascacielos más. Este edificio guarda en su interior una verdadera sorpresa que tampoco se prodiga en las guías de viaje o los blogs de viajeros y viajeras. The New York's Hidden Tropical Forest es un pequeño bosque tropical en miniatura que crece en el interior del edificio gracias a un riguroso control de humedad y temperatura que actúa como una verdadera burbuja climática. En este jardín podemos encontrar grandes árboles típicos del bosque lluvioso, grandes enredaderas, flores tropicales y hasta una pequeña laguna. Este jardín está abierto de lunes a viernes de 8.00 a 18.00 horas y los sábados de 11.00 a 18.00 si está programada alguna exposición en la galería de la fundación. Localización: East 43 Street, 320: Tel: (+1) 212 573 5000); Estación de Metro más cercana: Grand Central -42 Street- (Líneas 4, 5, 6, 7 y S).

Una cascada entre la Segunda y la Tercera.- Nueva York es pródiga en excentricidades. Y Greenacre Park es una de ellas. Este pequeño jardín situado a pocas cuadras de Grand Central Terminal tiene la particularidad de contar con su propia cascada. Sí; lees bien. Este pequeño espacio verde rodeado de edificios nació del genio del paisajismo Hideo Sasaki que quiso crear un verdadero remanso de paz en medio de la vorágine de la ciudad. En este lugar puedes tomar un café o, simplemente, dejarte llevar por el sonido del agua. Localización: 217 East 51 Street, 217; Tel: (+1) 212 649 5895; Estación de Metro más cercana: 51 Street (Línea 6) –aquí se rodó la célebre escena de Marilyn Monroe en ‘The Seven Year Itch’- y Lexington Avenue/53 Street (Líneas E y M).

Art Decó en el Radio City Music Hall.- Este edificio es un verdadero mito para las artes escénicas de la ciudad. Ha sido testigo de grandes acontecimientos teatrales y cinematográficos desde la década de los 20 del pasado siglo. Aquí se estrenó King Kong, por ejemplo. Hoy dedica su programa a grandes premieres y a espectáculos musicales pero también es un lugar que hay que ver por dentro, y no limitarse a ver sus impresionantes neones. El Radio City Music Hall es una de las piezas maestras del Art Decó en Nueva York. Este lugar no es un secreto en sí, pero suele quedar fuera de las visitas corrientes. Lo que no es muy conocido es que el salón de damas de la primera entreplanta es uno de los máximos exponentes del estilo Art Decó de toda la city. Localización: 6th Avenue, 1260; Tel: (+1) 212 465 6741; Estación de Metro más cercana: Estación Rockefeller Center (Líneas B, D, F y V).

Un hotel de lujo con dos siglos a cuestas.- El Mount Vernon abrió sus puertas como hotel en 1833, pero su historia se remonta a 1799, año en el que se levantó esta casona de piedra y madera (es otro de los pocos edificios del siglo XVIII que quedan en la ciudad). En sus tiempos se promocionaba entre las clases altas de la city como un remanso de paz alejado del ruido. Pero a principios del XX la intensa industrialización de la zona acabó con esa paz. Afortunadamente el edificio está tal cual se construyó en el último suspiro del siglo XVIII pese a estar, literalmente, rodeado de enormes edificios y almacenes. Hoy es la sede de un museo que alterna colecciones artísticas y exposiciones temporales. Localización: East 61st Street, 421; Tel: (+1) 212 838 6878; Estación de Metro más cercana: Lexington Av/59 Street (Líneas N, R y W).

Una mansión llena de recuerdos de grandes viajes.- Este lugar es una verdadera delicia. Y de verdad que casi nadie sabe que existe. El Explorers Club es una institución con más de un siglo de historia (se fundó en 1904) y que entronca de manera directa con las viejas sociedades geográficas del siglo XIX. La lista de personalidades que han sido o son socios de este club asombra. Un listado de grandes viajeros que incluye astronautas, aviadores famosos, zoólogos, antropólogos, cineastas… Un lugar que puede visitarse. Sólo para ver las vitrinas llenas de recuerdos de esos viajes y objetos extraordinarios (incluyendo varias piedras lunares) merece la pena pasarse por aquí. Localización: East 70th Street, 46; Tel: (+1) 212 628 8383; Estación de Metro más cercana: 68 Street/Lexington Avenue (Línea 6).

Cruzar el Harlem por el puente más antiguo de la ciudad.- Varios puentes neoyorquinos se cuentan entre los más famosos y fotografiados de todo el mundo. Pero en esta ocasión nos dirigiremos hacia el norte de la isla para recorrer un parque único que guarda varios secretos. Si quieres sumar dos lugares de interés empieza tu paseo en el extremo sur de Highbridge Park para ver la Mansión Morris-Jumel (Jumel Terrace, 65; Tel: (+1) 212 923 8008) una imponente casona palaciega de mediados del siglo XVIII reconvertida en museo que es una de las construcciones más antiguas de la ciudad y Sylvan Terrace, una de las calles más pintorescas y hermosas de la Gran Manzana. Y el punto final es el propio High Bridge, que se construyó en 1848 para conectar la parte norte de la ciudad (en aquel entonces toda la mitad superior de Manhattan era campo) con el Bronx. Este puente se restauró hace unos años y ahora ejerce como pasarela peatonal a parte de icono histórico. Localización: Highbridge Park. Estación de Metro más cercana: 163 Street (Línea A).

The Cloister Center of Medieval Art.- El claustro es una de esas sorpresas agridulces con las que te encuentras en la Gran Manzana. Este centro especializado en arte medieval europeo es una subsede del Museo Metropolitano tiene la particularidad de estar instalados en un complejo de edificios románicos y góticos trasladaos desde el viejo continente piedra a piedra. Ni que decir tiene que muchas de estas piedras venerables son españolas: las columnas, capiteles y arcadas que forman el magnífico patio interior del museo (el claustro) llegaron aquí desde varias iglesias y monasterios de España y Francia. Y de ahí ese sabor de amargura que te entra al visitar el lugar; las salas también son viejas capillas que llegaron de igual manera. Un ejemplo es la Capilla de Fuentidueña, un ábside románico que procede de la provincia de Segovia y fue cedida indefinidamente por el gobierno franquista. Pese a ser un verdadero paseo por la rapiña, el museo es, sencillamente, espectacular y contiene un gran número obras notables (nacionalizadas estadounidenses a golpe de talonario) que recorren la historia del arte europeo desde el Románico temprano hasta el último Gótico incluido el famoso Tapiz de Unicornio, que según parece ‘desapareció’ de un castillo francés durante la confusión revolucionaria. Localización: Margaret Corbin Drive, 99 -Fort Tryon Park-; Tel: (+1) 212 923 3700; Estación de metro más cercana: Dyckman Street (Línea A).

Una granja entre edificios de apartamentos.- Toparse con la Dyckman Farmhouse es como encontrar un pulpo en un garaje. En una ciudad como Nueva York, encontrar lugares con más de un par de siglos de historia es un milagro, pero hay que tener en cuenta que todo lo que quedaba al norte de Harlem eran granjas y casas de recreo hasta hace poco más de cien años. Esta vieja granja se construyó a caballo entre los siglos XVIII y XIX y es la última superviviente del pasado rural del norte de Manhattan. A principios del XX, sus propietarios se negaron a venderla y quedó como una isla de la historia de Nueva York entre las nuevas edificaciones que empezaron a proliferar con la llegada de la línea de metro. Desde 1915 es un museo que recuerda aquellos tiempos. Localización: Broadway Avenue, 4881; Tel: (+1) 212 304 9422; Estación de Metro más cercana: Inwood 207 Street Station (Línea A).

El pasado más remoto de la ciudad en Inwood Hill Park.- Si te dijeran que en Manhattan todavía hay rastros de los primeros pobladores de estas tierras seguro que pensarías en las vitrinas de algún museo. Pero no. Aún es posible ver un verdadero yacimiento arqueológico en un entorno relativamente virgen a apenas unos metros de las calles neoyorquinas. Para ver este lugar, que muy pocos en la propia ciudad conocen. Inwood Hill se localiza en el extremo norte de la isla justo a la orilla del Harlem, el río que separa Manhattan de ‘tierra firme’. En esta esquina no sólo se conserva un buen trozo de bosque nativo (totalmente domado con senderos, plazas y un sinfín de instalaciones deportivas) sino que también se localiza un conjunto de cuevas que fueron ocupadas por los Ienape (tribus que vivían en esta zona) hasta la compra de la isla por los holandeses en 1624. Las ‘cuevas’ son uno de los grandes tesoros históricos de la ciudad y en su entorno se han encontrado muchísimos objetos relacionados con los primeros pobladores de Nueva York. Otro atractivo de Inwood Hill es poder ver a las últimas águilas calvas que habitan en la city. Localización: Payson Ave. &, Seaman Ave; Tel: (+1) 212 639 9675. Estación de metro más cercana: Inwood 207 Street Station (Línea A).

Fotos bajo Licencia CC: Jeff Gunn; GPA Photo Archive; William Warby; Paula Piccard; Spencer Means; Amanda; Charley Lhasa;

Eden, Janine and Jim; Yoann JEZEQUEL; Joe Wolf; Chris Hamby

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