Pamplona: una escapada de lujo a la capital de Navarra
Pamplona asombra. No es una ciudad grande; ni mucho menos. Pero tiene de todo: un patrimonio a la altura de su historia; una gastronomía que se cuenta entre las mejores de España; toda la marcha que garantiza su carácter universitario y una posición estratégica para explorar los muchos atractivos que atesora la Comunidad Foral de Navarra. Por eso es un destino ideal para un puente o punto de partida ideal para unas vacaciones por Los Pirineos y las tierras de Euskadi. Una ciudad que, más allá de sus atractivos arquitectónicos, ha sabido convertirse, junto a San Sebastián y Bilbao, en una de las grandes capitales del pintxo. Manifestaciones culturales tan potentes como las fiestas de San Fermín (que se dejan sentir durante todo el año) o su papel de escala del Camino de Santiago completan un catálogo de atractivos que la convierten en uno de los mejores destinos de la Península Ibérica.
Casi todo lo que hay que ver se encuentra en un radio de un par de centenares de metros desde la céntrica Plaza del Castillo. Desde aquí, a un paso están las míticas Calle Estafeta o Mercaderes (tramo fundamental de los míticos encierros), la Plaza del Ayuntamiento o la espectacular Ciudadela de Pamplona (Avenida del Ejército, sn) un imponente complejo de baluartes del siglo XVI construidas para defender la frontera norte de España y que es el mejor ejemplo de fortaleza renacentista de Europa –hoy aúna funciones de parque, museo de escultura contemporánea al aire libre y centro cultural-. Todo en un pañuelo en el que se apelotonan, grandes monumentos medievales, museos, muestras de buena arquitectura contemporánea o los célebres bares de pintxos, entre otras muchas cosas. Una ciudad que está bien hecha y que da gusto explorar y conocer. Una ciudad que puedes recorrer a pie en un par de jornadas.
Del Puente de la Magdalena a la Taconera; la huella del Camino de Santiago : Pamplona no se entiende sin el fenómeno jacobeo. El Camino de Santiago entra en tierras navarras por Roncesvalles –plenos Pirineos- y recorre el Valle del Esteribar hasta llegar a la capital pamplonica siguiendo el cauce del río Arga. Los peregrinos aún siguen cruzando el Puente Medieval de La Magdalena (siglo XII) antes de enfilar las duras rampas que, junto a las murallas del Baluarte de Guadalupe, conducen al Portal de Francia. El Camino entra a la ciudad por la Calle del Carmen, ya en pleno casco histórico. En esta parte se concentra la mayor parte de la ciudad monumental. El Paseo del Redín sigue el trazado de las antiguas murallas alternando viejos baluartes, almenas y miradores hasta acercarse a la trasera de la Catedral de Santa María La Real (Dormitalería, 1; Tel: (+34) 948 225 679) una de las grandes joyas del gótico español pese a su exterior neoclásico.
El Camino atravesaba la ciudad por Navarrería; Mercaderes, San Saturnino y calle Mayor hasta el Portal de San Nicolás, otra las aberturas de las murallas. Desde la Plaza del Ayuntamiento puedes bajar por Santo Domingo para ver la Hornacina de San Fermín (comienzo de los encierros) y si te interesa visitar el Museo de Pamplona (Santo Domingo, 47; Tel: (+34) 848 426 492), que ocupa el antiguo Hospital de la Misericordia (siglo XVI) y tiene interesantes colecciones históricas (desde la Prehistoria a la Edad Moderna –imponente la Arqueta de Leyre-) y artísticas (incluyendo un Goya). Antes de adentrarte en la Calle Mayor, échale un vistazo a San Saturnino (San Saturnino, sn; Tel: (+34) 948 224 522 (sacristía); E-mail: parroquiasancernin@gmail.com), que no sólo es linda de ver –gótico sobrio y limpio del XII con una de las mejores portadas de Navarra- sino que atesora uno de los retablos más espectaculares de la ciudad.
La Calle mayor fue durante siglos la gran atería de la ciudad. Hoy es una calle que alterna comercios con joyas históricas como elPalacio del Condestable (Mayor, 2), elPalacio de Azpeleta (Mayor, 65) o la Iglesia de San Lorenzo con su Capilla de San Fermín (Mayor, 74). También en la Calle Mayor, siguiendo con la temática jacobea, está el Centro de Interpretación Ultreya (Mayor, 20; Tel: (+34) 948 420 705) un museo audiovisual alucinante sobre el Camino de Santiago y su impacto en Navarra. Si vas con niños dedícale un par de horas a La Taconera. Aquí, las antiguas murallas y baluartes se han reconvertido en un precioso parque urbano donde campan a sus anchas pavos reales y ciervos.
Los alrededores de la Plaza del Castillo y el Segundo Ensanche : Este espacio abierto fue, desde siempre, punto de reunión y mentidero de la ciudad. Es vieja (siglo XVI) pero su configuración actual data de mediados del XIX cuando se construyeron la Diputación (hoyPalacio de Navarra y sede del Gobierno Foral), el Nuevo Casino y el mítico Hotel La Perla, donde dormía las monas el escritor Ernest Hemingway –Nosotros nos alojamos aquí un par de veces antes de que se convirtiera en un cinco estrellas-. De aquí parten mitos pamplonicas como San Nicolás –aquí también hay una iglesia medieval interesante-, San Antón o Zapatería, donde se concentran los más afamados bares. Calles que recorrerás arriba y abajo yendo a la caza de los mejores pintxos de la ciudad.
Al sur del Paseo Pablo Sarasate se extiende la Pamplona burguesa de finales del XIX y principios del XX. Una ciudad de calles trazadas a tiralíneas y anchas avenidas. A dos pasos de la Plaza del Castillo se encuentra el Monumento al Encierro (Roncesvalles, sn) y un poco a trasmano el Parque de la Luna, con bonitas vistas sobre el Río Arga. La nueva Pamplona se extiende más allá de la calle Monjardín con grandes avenidas arboladas y un urbanismo dónde impera el orden y la planificación a largo plazo. El barrio de Iturrama contrasta con el resto de la ciudad: este vecindario de origen humilde fue el asiento habitual de familias trabajadoras y estudiantes de la famosa Universidad de Navarra. A dos pasos está el Parque de Yamaguchi, un coqueto jardín japonés que comparte espacio con el moderno Planetario de Pamplona (Sancho Ramírez, sn; Tel: (+34) 948 262 628), una buena opción para entretener a los niños por un buen rato –e ideal para amantes de la Astronomía-.
De Pintxos por Pamplona
Los pintxos son una de las señas de identidad de la impresionante gastronomía pamplonica. Casi todos los bares de la ciudad ofrecen una completa carta de pequeños platos que son verdaderas obras de arte que ponen de manifiesto el papel de Navarra y el País Vasco en esta edad de oro de la gastronomía española. La zona tradicional de tapeo se encuentra en el centro de la ciudad (Plaza del castillo; Estafeta; Zapatería; San Antón; Calle Nueva y San Nicolás). Nosotros elaboramos una lista de diez propuestas que publicamos en uno de nuestros posts más populares.
Nuestros elegidos son los siguientes (mira el post para más información). El Gaucho (Dirección: C/ Espoz y Mina, 7; Tel: (+34) 948 225 073); Casa Otano (Dirección: C/ San Nicolás, 5; Tel: (+34) 948 227 036); La Mandarra de la Ramos (Dirección: C/ San Nicolás, 9; Tel: (+34) 948 212 654); La Cocina Vasca (Dirección: C/ San Nicolás, 13; Tel: (+34) 948 221 319); Bar Restaurante Baserri (Dirección: C/ San Nicolás, 32; Tel: 948 222 021); Bar Txoco (Dirección: Plaza del Castillo, 20; Tel: (+34) 948 222 012); Taberna Okapi (Dirección: Plaza del Castillo, 11; Tel: (34) 948 211 572); Café Roch (Dirección: C/ Comedias 6; Tel: (+34) 948 222 390; E-mail: info@caferoch.com); La barra del Melbourne (Dirección: C/ San Ignacio, 8; Tel: (+34) 948 22 48 20) y el Chesly (Dirección: C/ Iturrama, 20; Tel: (+34) 948 252 830).
Excursiones a dos pasos de Pamplona
MONASTERIO DE LEYRE : Es una de las grandes joyas del románico español. Enclavado a los pies de la Sierra de Leyre este conjunto monástico está íntimamente ligado a la historia del Antiguo Reino de Navarra: fue uno de los centros espirituales en la resistencia al avance islámico y, también, sirvió de panteón a varios reyes navarros. Pero más allá de su importancia histórica, Leyre es una joya artística. Su ‘Porta Speciosa’ está considerada como una de las cumbres de la escultura románica y su famosa cripta (siglo XI) es una de las estampas más reconocibles y famosas del románico español. Todos los días hay rezos de canto gregoriano interpretados por los monjes (laborables a las 9:00, 19:00 y 21:05; domingos y festivos a las 11:30, 19:00 y 21:05). Acceso desde Pamplona por A-21 -51 kilómetros-.
CASTILLO DE JAVIER : Esta fortaleza del siglo X es famosa por partida doble. La primera salta a la vista nada más plantarse junto a sus muros: es uno de los castillos medievales mejor conservados de España. Y la segunda es que fue la casa natal de San Francisco Javier, cofundador junto a Ignacio de Loyola, de la orden de los Jesuitas. Tanto el exterior como el interior de la fortificación están perfectamente conservados y la basílica adjunta (de finales del XIX y principios del XX) se construyó de manera que no desentone con el conjunto. Acceso desde Pamplona por A-21 y NA 5410 -54,4 kilómetros-.
SELVA DE IRATI : Es el hayedo mejor conservado de Europa. El corazón de esta reserva natural de algo más de 17.000 hectáreas son los valles Aezkoa y Salazar, que crean un pequeño universo de humedad que nutre importantes reservas de hayas y abetos. Irati es un lugar mágico. Los senderos permiten adentrarse en esta verdadera selva en la que lo natural convive con una cultura única que creo figuras como el Besajaun, una especie de yeti a lo vasco que, lejos de asustar, trabaja como guardián del bosque y todas sus criaturas. En torno al Río Irati se organiza la red de senderos que permite explorar el bosque y descubrir sus secretos. Antiguos monumentos megalíticos y los bonitos caseríos navarros completan un cuadro espectacular. Es uno de los lugares más bonitos de España (VER GUÍA DE IRATI). Acceso desde Pamplona por NA 150, NA 1720, NA 2014 y NA 20130 -76,2 kilómetros-.
LAS BARDENAS REALES : Es la antítesis de Irati. Del verde de los bosques de Los Pirineos a los colores fuertes del desierto. Este lugar de tintes surrealistas en el que el viento y el agua han destripado, literalmente, a las montañas creando un paisaje espectacular y descarnado. Acceso desde Pamplona AP 15, N 113 y NA 134 -95,8 kilómetros- (VER GUÍA DE LAS BARDENAS REALES).
LA HUELLA TEMPLARIA EN EL CAMINO DE SANTIAGO : Es un destino en sí mismo que bien merece un par de días. El Camino de Santiago atraviesa la Comunidad Foral de Norte a Suroeste (Ramal de Roncesvalles) y de Oeste a Este (Ramal de Jaca o Camino Aragonés) conectando algunas de las más importantes oblaciones históricas de la región. Desde Pamplona, el Camino busca el Alto del Perdón –acceso sólo a pie- para descender hacia el Valle del Ebro pasando por localidades como Puente La Reina, Estella, Los Arcos o la monumental Viana. En la Baja Navarra, los viñedos se intercalan con maravillas como el Monasterio de Irache y huellas de la presencia templaria en el Camino de Santiago –Iglesia de Santa María de Eunate; Puente La Reina y el Santo Sepulcro de Torres del Río-. Desde Pamplona a Viana hay 82 kilómetros. Todas las poblaciones propuestas están conectadas por la Autovía A 12 ( ETAPA PAMPLONA – PUENTE LA REINA ; ETAPA PUENTE LA REINA – ESTELLA ; ETAPA ESTELLA – LOS ARCOS ; ETAPA LOS ARCOS – LOGROÑO )
Fotos bajo Licencia CC: Jesus Abizanda ; Miguel Ángel García. ; Ángel M. Felicísimo ; Mikel Garcia Idiakez ; Viajar Ahora
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