Vivimos una época en la que se pone en cuestión el cambio climático, como si la ciencia estuviera ficcionando una realidad y como si lo que sienten los cuerpos y la velocidad a la que mutan los territorios fuera la normalidad. Por otro lado, no se está sabiendo encontrar una respuesta para la llamada “ansiedad climática” o se elige la inacción ante lo que se considera imparable.
Esta perspectiva de extremos y la necesidad de manejar una información amplia y experta sobre cómo y desde dónde se está contribuyendo a la crisis climática actual, ha servido para que la asociación cultural La Vorágine Crítica proponga un ciclo denominado “(Des)esperanza climática”, un paraguas para poder visibilizar tanto las amenazas como las respuestas de la sociedad organizada y las comunidades.
“Desde la concepción de determinados lugares del planeta como 'zonas de sacrificio', pasando por los futuros que desearíamos construir, las formas de consumo destructivas o la literatura de ficción climática para reforestar la imaginación, la propuesta de temas que se pretende abordar en el desarrollo del ciclo será con una lógica de pensar a nivel global, pero también desde las consecuencias y resistencias a nivel local”, han explicado desde el colectivo santanderino.
Así, la primera actividad será una conexión con Carlos Tornel, investigador mexicano que ha trabajado en diversos artículos sobre el concepto de “zonas de sacrificio” y los eufemismos que se utilizan desde las instituciones para definir a aquellos territorios que deben ser sacrificados, “muchas veces bajo la premisa del progreso y con un discurso revestido de 'Capitalismo verde' cuando se trata de energías renovables”. También en esta sesión, que tendrá lugar el día 25 de febrero a las 19.30 horas, intervendrán miembros de los Colectivos vecinales contra los polígonos eólicos en Cantabria para aportar una visión del recorrido de su lucha contra varios megaproyectos que se han querido implementar o se están implementando en la Comunidad en la actualidad.
En el mes de marzo llegará “el momento de construir esperanza, de ver la forma de organizarnos mejor frente a un sistema capitalista destructivo con todas las formas de vida”.
Será de la mano de Pablo Montaño, politólogo y director ejecutivo de Conexiones Climáticas, organización dedicada a la comunicación de la crisis climática y la incidencia política. Y junto a él intervendrán participantes del nodo cántabro de Extinction Rebellion y Rebelión Científica, movimientos globales que desde 2018 vienen enfrentando la emergencia climática a través de acciones directas no violentas.
A partir de abril, la propuesta viene de la mano de Gustavo Duch y “un cambio radical del modelo de alimentación que tenemos en la actualidad”. También está prevista una actividad con Yasnaya A. Gil, lingüista, escritora, traductora, activista de derechos lingüísticos e investigadora mexicana, para conversar sobre la literatura de ficción climática como posibilidad para “reforestar nuestra imaginación”.
“Todas las sesiones intentarán buscar las respuestas colectivas actuales (o por inventar), que nos ayuden a minimizar los golpes, o al menos a visibilizar las formas en las que el capitalismo depredador nos arrebata las vidas vivibles y la generación de espacios para la esperanza”, han indicado desde La Vorágine.