Dios mío, ¿cuántas veces en mi vida habré escuchado la voz y la guitarra de Ariel Rot? Grabaciones propias y ajenas, conciertos, colaboraciones y producciones que eran siempre algo más, porque no es otro que mete su pista en la mezcla de la canción.
En justicia, ningún músico lo es; pero él es otra cosa. Desde hace 50 años justos se ha dedicado a lustrar el rock de todas las formas habidas, y seguro lo hará también en las que quedan por haber.
No ya es que haya sofisticado la técnica y el resultado final a través de sus vertientes de interpretación y producción: solo hay que ver la excelencia en la que se mueven sus últimos trabajos, los más pulidos y también los más maduros y los que más ha llevado hasta las últimas consecuencias. Es que además estuvo en el germen del género propiamente dicho en nuestra lengua: el rock en las plazas de los pueblos de Tequila.
Cuando Leño, Cucharada o Barón Rojo, él ya estaba moldeando notas y sonidos. Podría ser uno de los que reparten entradas en el templo del rock en español, si no fuera porque siempre ha huido en pos de otra perspectiva, otra invención, otro paso adelante más adelantado que los demás.
Se le podría llamar maestro y también alumno aventajado si no fuese porque las escuelas se le quedan pequeñas. Brillante y radiante, elegante y educado, delicado y perfeccionista, Ariel Rot, porteño y madrileño, gloria clásica y promesa moderna, jersey fino de pico negro con ribete blanco, vaquero y botines, sonríe y habla unos minutos con nosotros en la delegación de su sello en España.
El motivo, una efeméride al cuadrado: cuando cumplió 25 años de carrera lo celebró en vivo tocando una quincena larga de canciones representativas de sus diferentes etapas. La grabación se tituló 'En vivo mucho mejor', y ahora hace 25 años que hacía 25 años etcétera.
Como el disco se reedita en vinilo y su autor estará el próximo 11 de octubre, sábado, a las siete de la tarde en la Fundación Antonio Pérez de Cuenca, aprovechamos la excusa para preguntarle.
Acabo de ver que tenéis por ahí rodando un vinilo de 'Buena suerte'. El original es una reliquia, habría que ver cuántos fans tuyos conservamos uno.
¿Pero tú tienes discos míos?
Sí, hombre, y en cinta, que mola más. Como este que reeditas ahora. Oye, ¿'En vivo mucho mejor' era una celebración de tus 25 años de carrera?
Habría que comprobarlo [risas]. Bueno, no sé si hablé de 25 años de carrera, podría ser ¿eh? En todo caso sí era una celebración de recuperar mi carrera en su totalidad.
Y ahora se cumplen 25 años de aquellos 25 años.
Más o menos.
¿Y crees que el disco sigue siendo representativo de tu carrera?
En gran parte sí, lo que pasa que después de ese vinieron unos cuantos discos más que para mí son también importantes y con temas emblemáticos, pero desde luego que no es que yo crea, si no hay un ranking oficial de cuáles son las canciones que más han trascendido de todas las que he compuesto, está muy claro, son muchas de Los Rodríguez, muchas con Tequila, y alguna en solitario, je je je je.
Digamos que mi carrera en solitario no es tan popular como lo fueron Tequila y Los Rodríguez que fueron inmensos, para mí hay temas que fuera de lo que es el ranking comercial y popular son fundamentales, que están en ese disco y están en todos mis conciertos, por ejemplo 'Vicios caros', 'Mundo de ayer'... bueno, 'Mundo de ayer' no está en este disco, perdón; el 'Vals de los recuerdos', que habla de mi llegada a Madrid, son canciones que yo creo que son muy íntimas, son muy confesionales, y mi público sí me identifica mucho con esas letras y con esas canciones.
“Mi” público: lo del “gran” público, obviamente, 'Mucho mejor', la 'Milonga del marinero y el capitán', tal vez de las más populares mi favorita es 'Me estás atrapando otra vez'.
¿Has sentido el respeto y el cariño popular que te tenemos todos en España?
Por supuesto, hace casi 50 años que lo noto. Yo he llegado aquí en 1976 y España me recibió con los brazos abiertos en todos los sentidos, y aparte mi carrera la empecé y Tequila fue un grupo español, a pesar de que teníamos acento y algún tipo de modismos argentinos, porque eran canciones que habíamos ya compuesto en Buenos Aires incluso, creo que es un grupo que se formó y que creció en España.
A raíz del título del disco, ¿todavía hoy prefieres los conciertos al estudio o el título era...?
No, no es que prefiera... Creo que las canciones en el disco es un embrión, es casi un prototipo de la canción. Luego, cuando empiezas, sales a tocarlas, las amasas, las vas condimentando más, les vas poniendo otro calorcito, que es el que te da tener a la gente enfrente, van creciendo, y creo que es importante rescatar viejas canciones y llevarlas al directo, que es una nueva manera de vivirlas y de escucharlas.
Para ti, entonces, ¿la canción se completa con el paso de los años, cuando ya la has probado en directo y la has...?
La canción nunca es completa, nunca termina siéndolo. La canción siempre sigue en continua evolución o involución, pero cada vez que las tocas es distinto, es como un actor cuando sale en una obra de teatro, que nunca hace la misma obra. Hace exactamente el mismo guion, pero siempre es distinto porque cada día hay otra energía, depende de muchas cosas, de cómo estés, de cómo esté el público, de la simbiosis que se provoca.
El directo siempre suma al estudio, para ti, ¿no?
Bueno, a ver, depende, hay canciones muy difíciles de reproducir en directo, por algo los Beatles dejaron de tocar sus temas en directo y empezaron a componer unos temas increíbles y muy difíciles de realizar en directo. Así que no quiero tomar yo partido sobre o estudio o directo. Todo suma, afortunadamente tenemos las dos opciones y la gente tiene las dos opciones: escucharlo en su casa e ir a los conciertos, que también es muy recomendable y muy sano.
¿Ahora mismo estás componiendo algo, desde 2016 que grabaste 'La manada'?
No, no estoy en una etapa compositiva, ya he compuesto mucho, la actividad creativa baja con el tiempo, es así, salvo en muy pocos casos, y toda la presión creativa que había, hasta incluso contractual en la que había que seguir componiendo y sacando nuevos discos cada determinado tiempo, en mí ya no..., afortunadamente yo ya me liberé de eso.
Cuando salgan canciones y tenga ganas y el rigor de terminarlas, será porque considero que es un material que merezca mucho la pena. No lo voy a hacer jamás por una obligación o por una presión.
Pero tú llevarás trabajando ya por lo menos 30 años sin obligación.
No...
Entiendo que después de Los Rodríguez ya tú lo que has hecho era porque salía de ti...
Siempre sale de ti, pero quiero decir... Al revés, cuando yo empecé mi carrera en solitario, no solamente tenía... para que esa carrera se solidifique... no solo tenía que sacar un disco cada dos años máximo, sino que aparte ya no tenía a Los Rodríguez que también eran buenos compositores, y tenía que componer yo todo eso, el 100% de cada disco, prácticamente.
Tenía un compromiso creativo muy fuerte y una presión creativa muy fuerte. Yo vivía pensando en mi siguiente disco: desde que terminaba uno empezaba ya a pensar en el siguiente, y eso es un combate maravilloso, pero también es una condena en cierto modo, pero era así en esa época.
Así como ahora los chicos tienen que publicar en redes sociales, nosotros cada dos años teníamos que sacar un disco de doce canciones.
¿Y cuánto llevas tú sin trabajar con esa presión, si se puede decir?
[Risas] Pues me imagino que desde 'La manada', que es el último disco que hice.
Pues para ser la leyenda que eres, te ha costado ganarte la libertad, ¿no? Siendo quien eres, si fueras un donnadie...
A ver, es que componer también es un acto de libertad. No quiere decir que te encierran en una celda a componer, es un acto de libertad y es un ejercicio muy sano y que luego te trae grandes recompensas, pero también es un gran esfuerzo.
Si ahora tu vida la ocupan otro tipo de motivaciones y no tienes esa necesidad, ni por ninguna cuestión interna ni externa, de seguir constantemente creando, te ganas eso, pero cuesta mucho ganárselo.
¿Tú tienes un mejor disco, o como son todos tuyos son como los hijos?
¿Tú tienes algún mejor disco?
Te iba a preguntar por 'Cenizas en el aire'.
Vale. Probablemente sea uno de los cuales. A mí, sinceramente, depende el día. Hay días que redescubro obra mía y digo: “¡Qué inspirado este momento!”, y ahora por ejemplo en mi gira toco un tema en particular que es de 'Cenizas en el aire', que no lo había tocado jamás en directo, que se llama 'Todavía es tarde'. Lo había tocado solo con el piano, pero con banda, tratando de reproducir lo que hice en el disco, no lo había tocado nunca.
Uno va redescubriendo, hay discos que guardas una impresión y de repente lo escuchas y te da totalmente otra distinta. Por eso yo me reservo mucho y cuido mucho los momentos en los que tengo que escuchar mi propia música. Procuro no gastar mucho esa sensación, para que siempre me produzcan como una sensación de novedad y de asombro mis propios discos.
Entonces, ¿'Cenizas' está en el top tuyo?
[Risas] Mira, te lo voy a contestar de otra manera: dentro de mi repertorio en directo, creo que del disco que más porcentaje de canciones toco es de 'Cenizas'.
Pero con independencia de eso, ¿no está previsto ningún tipo de reedición como la que hicisteis de 'Hablando solo'?
Hoy en día es muy tentador, esos discos que solo salían en CD, volver a reeditarlos en vinilo. Yo creo que son discos que se merecen una edición en vinilo, si miras ahora la portada de 'Cenizas', es un plastiquito y tal y apetece tener eso en formato vinilo.
¿Has pensado en regrabar o remezclar algunas de tus canciones?
A mí hay un ejercicio que me encanta que es el recuperar canciones grabadas y reconstruirlas o deconstruirlas, coger esas canciones y hacerles un nuevo arreglo, cambiarles algún acorde, buscarles otra nueva estética, eso me interesa.
No me metería yo a retocar, a remezclar digamos, quiero decir que no sé si es necesario, tuve la suerte de trabajar siempre con grandes ingenieros y grandes productores y no sé si cambiaría mucho, o si en caso de cambiar, si sería mejor realmente.
Ahora mismo, a nivel personal, ¿tú escuchas música aún en casa? ¿Y qué escuchas?
Me paso todo el tiempo escuchando o tocando o trabajando en música. En casa tengo un pequeño estudio y todo el tiempo estoy haciendo cosas, ya sea para mí, o revisando temas míos. ¿Qué escucho? Música del siglo XX.
Más bien revisitas clásicos, ¿no?
Bueno, descubro clásicos, o no clásicos, música que en su momento no conocí. El siglo XX musicalmente es inabarcable, hay una cantidad de música que en su momento no podíamos escuchar porque no existían ni las redes ni nada, y hoy en día escucho muchos artistas que amo y que sigo escuchando, J.J. Cale, Leon Russell, Johnny “Guitar” Watson, Les Luthiers, y luego también de vez en cuando digo: “Este grupo no lo conocía, o este artista no lo conocía, es brutal”.
Los descubro por las redes, porque alguien lo pone, o porque salta en Spotify cuando estoy escuchando música.
Estás todo el día, resumiendo. Te lo digo porque sabes que hay creadores que se ponen en piloto automático, dejan de escuchar música y eso se nota.
Puede ser, yo al revés, por suerte pude mejorar mi situación de audio en la casa y es raro que haya algún sitio donde no tenga música.
¿Y qué oyes, CD, vinilo o digital?
Las tres cosas.
¿Tienes alguna preferida?
Depende, obviamente para sentarte a escuchar un vinilo es maravilloso, pero si estás haciendo algo más te tienes que levantar cada 15 minutos a darle la vuelta. El CD me parece un buen formato con muy mala prensa, pero yo creo que es un buen formato, tengo muchos CDs muy buenos y de cosas muy especiales y de ediciones muy especiales también.
Y por supuesto, el hecho de poder viajar con toda la música en tu bolsillo por el planeta... si a mí me hubiesen dicho eso cuando yo tenía 14 años, no sé qué hubiese pasado. A lo mejor me encerraba en un cuarto y no salía más [risas].
¿Tú te has llegado a autoproducir?
Yo trabajo como un productor hasta cuando grabo una guitarra, quiero decir, ya tengo un concepto en mi cabeza de productor a la hora de ir a grabar. Estoy muy pendiente, prácticamente soy yo el que arma las canciones, el que arregla las canciones...
O sea que tu mente no solo trabaja como músico, sino también como productor siempre.
Quiere decir que tengo una manera de... intento, al estar tocando, no dejarme llevar solamente por el instinto de guitarrista, porque a veces hay que ponerse a escuchar más que tocar, y creo que eso te da otra mirada, aparte de porque he producido muchos discos a lo largo de mi vida, tengo ese concepto. Si estoy grabando una guitarra, estoy pensando cómo la voy a compensar con la otra, en fin, que me meto en la arquitectura de la canción.
Y de los productores con los que has trabajado, ¿hay alguno de ellos que te haya entendido en especial, mejor que los demás?
Yo creo que Jose Nortes, porque a pesar de que los demás eran todos muy buenos, con Jose ya llevamos muchos años, muchísimos, y eso, claro, con eso, al final, las horas de trabajo en un estudio, es lo mismo que con una banda con un productor, ya te empiezas a entender y no hace falta comentar muchas cosas ni hablar muchas cosas, y enseguida se arma una especie de pingpong creativo fluido.
Tú eres un rockero, se entiende...
A ver, define rockero, me gustaría que definas “rockero”.
Pues tú eres como si fueras un Keith Richards de aquí o algo así...
Je je je, bueno, eso te lo agradezco, te lo compro, venga. Te lo compro, vale.
Más que beatle, tú serías un poco...
Bueno, ya me gustaría ser un beatle también...
¿Pero tú eres más de Beatles o de Rolling?
[Firmemente indignado] ¡Por favor! ¡Esa pregunta me la hacían cuando tenía... ni 15 años!
[Intentando salvar los muebles] Vale, vale. La pregunta: como rockero, ¿nunca te ha interesado grabar a guitarra y voz y publicar el resultado?
Bueno, yo he hecho una gira solo con el piano, la guitarra, absolutamente solo y fue tan reto como aprender un nuevo oficio prácticamente. Lo sientes al revés, tú solo como una banda y tardas mucho tiempo.
Fue a partir de 2010, después de 'Solo Rot', antes de 'La huesuda', una gira solo. Recién me atreví y descubrí los matices de salir solo a un escenario, el desafío de salir solo a un escenario, y me encantó, sí, sí.
No quiere decir que porque seas rockero no puedas salir solo a un escenario, no me gusta entender el rock como algo que te corta las alas, sino todo lo contrario, el rock es libertad.
En ese sentido sí, me gusta sentir que mi cultura y el espíritu rock se metió en mi vida desde que yo era chico, pero para mí el rock no es un cliché ni un formato hermético, sino todo lo contrario, sientes la apertura y la libertad.
De hecho Nortes es como más acústico, ¿no? Por lo menos en cuanto a decibelios.
Hombre, si lo comparas con Sôber, no, pero sí, tiene mucho rock y mucha cultura rock.
¿Entonces la gira en solitario no está en tus planes, puede pasar o...?
A mí me gusta, cuando entro al estudio, adornar más las canciones, me divierte meter instrumentos, no soy yo un intérprete tan virtuoso para que crea que con solamente mi voz y mi guitarra tenga sentido grabar un disco, ¿no?
¿Y en la gira recordatorio de 'En vivo mucho mejor' mantienes repertorio, amplías...?
Estoy metiendo incluso canciones que nunca toqué. Sí que mantengo el espíritu del disco, que fue recuperar canciones y darles un nuevo aire, eso sí lo hago, y por supuesto que hay una línea argumental parecida a lo que es el disco, pero sin encerrarnos, sin que sea un concierto conceptual. 'En vivo mucho mejor' es un espíritu de que en vivo vas a volver a escuchar las canciones y te va a sorprender.
Como letrista que eres además de compositor, ¿te gusta la literatura? ¿A quién te gusta leer?
Sí, mucho. Leo muchísimo. Te podría decir que estoy leyendo mucho a escritoras argentinas.
¿Mariana Enríquez te gusta?
Me gusta, sí, me gusta mucho.
¿Y Leila Guerriero?
Me encanta, soy muy fan de Leila. Leila me flipa, me flipa Samanta Schweblin, la última que leí, Aurora Venturini, en fin, estoy aprendiendo mucha literatura argentina escrita por mujeres.
¿Has sido un gran lector de toda la vida, te ha gustado mucho leer siempre?
Desde que llegué a España con 16 años, cuando pasaba mucho tiempo solo y no salía tanto.
Cuando viniste a España, ¿a qué barrio viniste a vivir?
Cuando llegamos, vivíamos muchos argentinos en el mismo edificio de apartamentos, en la zona norte de Madrid, en la calle Capitán Haya, en unos apartamentos que allí estábamos todos los argentinos. Era muy divertido, nosotros éramos los más pequeños, todos eran más grandes, Alejo [Stivel] y yo éramos los únicos que veníamos con nuestras familias, los demás venían como podían. Conocí mucha gente allí, confraternizamos mucho con argentinos que también acababan de llegar.
Espero que te lo hayas pasado tan bien como nosotros contigo y con tu obra todos estos años. Aquí te hemos querido muchísimo.
Si en estos años no me lo hubiese pasado bien, es que mi vida habría sido un fracaso [risas].