La ecología es uno de nuestros principales intereses y es el centro de este blog: cambio climático, medio natural, desarrollo sostenible, gestión de residuos, flora y fauna, contaminación y consumo responsable, desde el punto de vista de periodistas, expertos, investigadores, especialistas y cargos públicos. También editamos la revista 'Castilla-La Mancha Ecológica'.
Castilla-La Mancha permitirá los trabajos relacionados con la resina en el bosque hasta febrero por la lluvia y los incendios
Los incendios y la época de lluvias condicionan cierto tipo de trabajos en los bosques, como los relacionados con la extracción de resina. Este tipo de fenómenos ambientales o meteorológicos están cambiando según los expertos con periodos más intensos o prolongados, debido al cambio climático.
Las explotaciones resineras esperan para realizar los tratamientos silvícolas de mejora de masas en resinación o de acondicionamiento de futuras masas de resinación a determinados momentos en los que las condiciones ambientales sean las propicias. De ahí que el Gobierno de Castilla-La Mancha haya ampliado el plazo para que quienes se benefician de subvenciones relacionadas con estas labores.
En concreto, se amplía el periodo para ejecutar los trabajos subvencionados hasta el 28 de febrero de 2026, según la orden que este martes publica el Diario Oficial de la comunidad autónoma.
La Consejería de Desarrollo Sostenible justifica su decisión en que este tipo de prácticas requieren de “unas condiciones ambientales precisas”. Por ejemplo, no se pueden ejecutar los trabajos en días de lluvia o en épocas de riesgo alto de incendio.
“Teniendo en cuenta que el inicio de las actuaciones en la mayoría de los expedientes se ha realizado con posterioridad a las épocas de riesgo alto de incendio”, señala la orden que hoy se publica, su práctica “se extiende a períodos en los que la climatología puede comprometer la ejecución de las actuaciones subvencionadas, de ahí que se haya decidido ampliar el plazo.
Este tipo de ayudas están subvencionadas por la Unión Europea, en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que establecen los objetivos, financiación y las normas para la concesión de ayudas dentro del llamado Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Este plan incluye la conservación y restauración de ecosistemas y su biodiversidad con una línea de actuación sobre el reto demográfico para luchar contra la despoblación y garantizar su cohesión territorial y social.
La intensidad de estas ayudas puede llegar a cubrir el 100% del coste total subvencionable, con un importe tope por hectárea de 2.700 euros, y un máximo subvencionable de 40.000 euros. Solo se permite una solicitud por persona beneficiaria, de acuerdo a la orden que publicó la Junta de Castilla-La Mancha en mayo del año pasado.
Castilla-La Mancha, segunda productora de resina en España
Según los datos de Desarrollo Sostenible, Castilla La Mancha es actualmente la segunda región productora de resina en España, solo por detrás de Castilla y León. La comunidad autónoma produjo cerca del 14% del total de la resina de España, muy lejos del casi 85% de Castilla y León. Tan solo hay 85 personas que se dedican a la extracción de resina.
En total fueron casi 1.500 toneladas en el año 2019, según los datos oficiales de aprovechamientos no maderables del Ministerio para la Transición Ecológicia y el Reto Demográfico. Castilla-La Mancha cuenta, además, “con al menos dos plantas de transformación de esta materia, lo que sitúa a nuestra región en una posición importante en el sector a nivel nacional”, según el Gobierno regional.
El sector resinero se debe convertir en un referente de estas nuevas políticas por su capacidad de sustituir al petróleo en muchos procesos industriales y por su sostenibilidad como producto que se extrae de bosques gestionados de manera sostenible
“Las políticas europeas, y su transposición a las políticas nacionales, demandan una transición hacia producciones, productos y servicios más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente”, se detallaba en la orden de ayudas de 2024, en la que se especifica que debido a la crisis climática es necesario avanzar “hacia la descarbonización, y la reducción del uso de los combustibles fósiles” y que, en esa situación, “el sector resinero se debe convertir en un referente de estas nuevas políticas por su capacidad de sustituir al petróleo en muchos procesos industriales y por su sostenibilidad como producto que se extrae de bosques gestionados de manera sostenible”.
Las ayudas se conciben como una forma de “ofrecer una oportunidad para mantener la actividad a las personas que ya están establecidas en el sector y a las que puedan incorporarse en los próximos años, fomentando la fijación de población en unos territorios con una marcada tendencia a la despoblación”.