TOLEDO

Radiografía de las comunidades energéticas: el sueño de la independencia tiene (muchos) escollos a superar

Un pueblo salmantino de 200 habitantes se ha independizado de las eléctricas. Produce cada mes 6.000 kilovatios hora procedentes de energía solar, suficientes para poner 6.000 lavadoras o para recorrer 3.600 kilómetros en un coche eléctrico.

Los vecinos de Valdelacasa crearon la primera comunidad energética de la provincia de Salamanca, formada por 80 socios (prácticamente todas las familias del municipio junto con alguna empresa y el propio ayuntamiento. Todos con exactamente el mismo porcentaje de participación) para buscar la autosuficiencia energética. Y de momento les va bien: el 70 por ciento de los ingresos del consistorio provienen de la venta de esta energía y tienen proyectado adquirir un vehículo eléctrico a disposición de todos los vecinos.

Un caso de éxito expuesto por Ricardo Bonafonte, presidente de Vacoe (así se llama legalmente la comunidad energética de Valdecasa) durante la II Cumbre de Comunidades Energéticas. El foro, organizado por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), se ha celebrado este miércoles en Toledo y ha contado con la participación de elDiario.es Castilla-La Mancha como ‘media partner’.

La jornada ha servido para hacer una radiografía de las comunidades energéticas en nuestro país: qué son, cómo funcionan, cuáles son sus beneficios y qué retos tienen que resolver en el futuro.

Aprovechar las renovables para reinvertir los beneficios en la comunidad

Las comunidades energéticas están formadas por socios o miembros que se unen para aprovechar los recursos renovables o realizar actividades relacionadas con el sector energético, de manera que los beneficios que se generan, medioambientales y socioeconómicos, se reinvierten en la propia comunidad o el área local donde se ubica.

En España existen 679 comunidades energéticas, según datos de ECODES, que ha presentado en el encuentro su “Informe de Energía Común”. Las más habituales son las rurales, pero su ámbito de actuación también puede ubicarse en ciudades, barrios o complejos industriales. Como en el Casco Histórico de Toledo.

El informe indica que esas comunidades están constituidas para desarrollar actividades principalmente de autoconsumo, movilidad o rehabilitación energética, abordando aspectos sociales como la pobreza energética, la vulnerabilidad o la brecha de género. Sin embargo, apenas el 17,7% de ellas tienen alguno de sus proyectos en funcionamiento.

Paula Santos, directora de Comunidades Energéticas de UNEF, explica en una entrevista con este medio que esto se debe a que “son comunidades muy pioneras y muy incipientes. Por lo tanto necesitan una cierta madurez del proyecto”.

Santos añade que también hay retos técnicos no facilitan que una comunidad energética inicie su labor, como el acceso y conexión a la red. “La red es un problema para la transición energética, porque hay que aumentar capacidad y hacerla mucho más flexible. Las comunidades energéticas también están teniendo problemas con los plazos para que una instalación de autoconsumo funcione y que la distribuidora le dé el visto bueno”.

Falta de un marco regulatorio y financiación, principales obstáculos

Aparte del problema mencionado por Santos, durante las diferentes mesas celebradas en la cumbre se han repetido una y otra vez dos problemas que todos los actores ven comunes para el desarrollo de las comunidades energéticas: la falta de normativa y de financiación.

“En términos de normativa, la figura de las comunidades energéticas no está regulada de manera extensa. Es fundamental que se haga un marco normativo para que ponga un poco de luz sobre qué es una comunidad energética y qué no”, afirma Santos. “Si no se desarrolla una normativa, al final se van a desarrollar proyectos pequeños de comunidades energéticas que se van a quedar muy en lo local, en lo anecdótico.”, añade la experta, que aboga por un marco legal que permita que las comunidades energéticas participen en el sector. de la energía.

Acerca de la financiación, la clave para muchos de los expertos que han intervenido en la cumbre está en asegurarla en las primeras fases del proyecto: “El autoconsumo es económicamente rentable, pero el problema es la financiación inicial”, aseguraba en su intervención Joel Cibil, director comercial, Elecsum. “Si conseguimos arrancar, podremos desarrollar las otras actividades”.

Otro caso de éxito que se ha expuesto en la II Cumbre de Comunidades Energéticas ha sido precisamente uno ubicado en la ciudad que lo ha acogido: Toledo. La capital de Castilla-La Mancha puso en marcha el año pasado la primera comunidad energética en un casco histórico. Participan de ella particulares, empresas, conventos y el propio Ayuntamiento de Toledo.

“El hecho de ser ciudad de Patrimonio de Humanidad condicionaba todo mucho”, ha explicado en la Cumbre Rubén Lozano, concejal de Medio Ambiente, Río Tajo y Deporte en el Ayuntamiento de Toledo. “No podíamos instalar placas solares en el techo de las casas. Hemos podido instalar las placas en el techo de nuestras cubiertas deportivas para dar ese servicio”.

Lozano también ha explicado la importancia de que las comunidades energéticas cuenten con el respaldo de que los ayuntamientos. “Hay mucha gente que todavía desconoce el beneficio que tiene crear una comunidad energética y esos vecinos buscan un lugar donde asesorarse y ahí está el papel de la administración para ofrecer ese servicio al vecino”.

La directora de Comunidades Energéticas de UNEF, Paula Santos, también coincidía en lo importante que es que las administraciones, sobre todo a nivel local, se impliquen. “Si está el ayuntamiento es mucho más sencillo porque da robustez, solidez y seguridad al proyecto”, afirma.

Además, ha explicado que las comunidades energéticas suponen para los consistorios una oportunidad para desarrollar su plan de transición energética. Santos también destaca que el ahorro económico es un beneficio potencial para todos los actores: “Yo puedo creer en la sostenibilidad y en la lucha contra el cambio climático, pero si yo empiezo a ver ahorro en la factura de la luz… Es fundamental. Y para la industria y para la economía local, el beneficio es la competitividad”.