La catedrática especializada en Ciencias de la Educación y exdirectora del Departamento de Pedagogía de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Ascensión Palomares Ruiz, ha recibido un reconocimiento en el Centro Asociado de la UNED en Albacete por sus más de 37 años como profesora-tutora y sus 50 años de vinculación ininterrumpida con este centro.
Palomares, que también ejerce como articulista en elDiario.es Castilla-La Mancha, llegó al centro el mismo año de su fundación y fue la primera mujer en Albacete en licenciarse en Pedagogía y diplomarse en Psicología por la UNED. Doctora cum laude en 1990, la catedrática ha dedicado su vida a abrir las puertas de la educación superior a cientos de personas (especialmente mujeres y colectivos vulnerables) en una época en la que “estudiar a distancia era un acto de valentía”, asegura.
Visiblemente emocionada, dedicó el galardón a sus alumnos y alumnas: “Lo más hermoso de ser tutora ha sido recibir vuestro reconocimiento y cariño inmenso y ver la huella valiosa que dejáis en vuestras profesiones y en vuestras vidas. Como decía Paulo Freire: ”La educación no cambia el mundo, cambia a las personas. Y las personas cambian el mundo“. Vosotros y vosotras sois la prueba viva de esa frase”.
“Educar es construir caminos hacia realidades más humanas”
Definiéndose como “defensora incansable” de la libertad, la democracia, la inclusión y los derechos humanos, Palomares asegura que ha sembrado en sus aulas “empatía, resiliencia y la pasión por un mundo más justo y solidario”. “Educar es construir caminos hacia realidades más humanas”, afirmó.
Compañeros/as y exalumnos/as le han comunicado numerosos mensajes de gratitud, uno de los cuales publicado en las redes sociales resumía: “Enhorabuena a Ascensión Palomares Ruiz una mujer cuyo pensamiento ilumina aulas y caminos; una defensora incansable de los derechos humanos, que ha sabido alzar la voz cuando otros han optado por el silencio; una mujer que lleva en su historia la fuerza de la tierra, la sabiduría heredada y la dignidad de quienes luchan desde sus raíces; una persona comprometida con la inclusión, que entiende que la educación y la justicia son puentes para transformar realidades”.
La catedrática cerró su intervención asegurando que “seguiré educando con el corazón y luchando por un mundo más digno y humano mientras tenga aliento”.