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La caza provocó más de un centenar de incendios en Castilla y León en una década

Imagen de archivo de un cazador.

Alba Camazón

Valladolid —

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La Junta de Castilla y León relaciona la caza con 128 incendios entre los años 2013 y 2022; un “problema” especialmente acentuado en las provincias de León y Zamora. Este tipo de incendios han supuesto el 0,88% de todos los fuegos que ha vivido la Comunidad en esta década.

León —sobre todo en las comarcas de la Cabrera y El Bierzo— presenta una problemática “relevante” de incendios provocados por los cazadores para facilitar la caza y los provocados contra los acotados, según el plan anual de prevención, vigilancia y extinción de incendios forestales para 2024.

La Junta de Castilla y León destaca el coto de caza 'Ganda' de Toreno. Entre 2013 y 2022 ha registrado 14 incendios, el número más alto de toda la comunidad. Le siguen los cotos 'Vildeo' de Encinedo (12), 'Sadurni' de Corullón y el coto de Berlanga del Bierzo (8 cada uno).

El informe del gobierno autonómico considera que la siniestralidad de Zamora debe ser “analizada”. La mayor concentración de incendios de este tipo se producen en el noroeste de la provincia. El coto con más incendios de Zamora, con ocho entre 2013 y 2022 es el de Hermisende ('Rebordillos').

La Consejería de Medio Ambiente también destaca dos zonas “con muy alta concentración de incendios forestales” en Salamanca (en Pereña de la Ribera y Trabanca) y Ávila (Candeleda, Medinilla y la Reserva Regional de Caza Sierra de Gredos).

El estudio recomienda realizar un seguimiento de los casos abiertos en cualquiera de las vías en caso de reclamación: administrativa, civil y penal. También apuesta por dar publicidad de los casos resueltos “para terminar con la sensación de impunidad que muchas veces tiene la sociedad en el caso de los incendios forestales”.

La Junta de Castilla y León también recomienda “acotar” los aprovechamientos cinegéticos en los terrenos incendiados, según la norma vigente, y “priorizar” la investigación de las causas en los cotos de caza.

Casi 14.500 incendios en diez años

La Consejería de Medio Ambiente analiza la tendencia de los incendios desde la constitución de la autonomía hasta la actualidad, aunque con especial interés entre 2013 y 2022. En ese periodo se han producido 14.499 incendios. El hombre está detrás del 88% de los incendios de esa década.

El 56% de los incendios de la última década han sido intencionados, según el plan anti incendios. El 19% se han debido a negligencias, el 14% se produjeron de manera accidental y el 8% fueron provocados por un rayo. De media, al año hay 1.550 incendios forestales.

En ese mismo periodo se han registrado 49 grandes incendios forestales, de más de 500 hectáreas. Estos 49 grandes incendios, como el de la Sierra de la Culebra de 2022 o el de Navalacruz en 2021, no suponen ni el 1% de todos los fuegos. Sin embargo, han quemado el 65% de las 205.354 hectáreas que han ardido en esta década.

El 45% de los incendios están relacionados con la actividad agroganadera

El plan de lucha contra incendios disgrega las distintas causas que tienen los fuegos: rayos, la actividad agraria, la gestión de residuos y las líneas eléctricas o férreas, por ejemplo aunque estas tres últimas no generan zonas de alto riesgo. El 45% de los incendios forestales ocurridos en Castilla y León en el último decenio está relacionado con la actividad agroganadera, por accidentes o negligencias. Ejemplo de ello fue el incendio de Santo Domingo de Silos, en Burgos, que en 2022 quemó 2.450 hectáreas.

El informe refleja que la tendencia del número de incendios (de más de una hectárea) ha descendido desde 1984, mientras aumentan el número de conatos (menos de una hectárea). La Junta de Castilla y León atribuye esto a la mejora de los medios de extinción, que atajan el fuego antes de superar la hectárea de superficie. La superficie forestal quemada también muestra “un patrón descendiente” a pesar de los grandes incendios forestales de 2022. “Las dos anualidades con mayor superficie forestal quemada son 1985 con 105.726 hectáreas y 2022 con 83.014 hectáreas”, subraya el estudio.

El plan de lucha contra incendios, que también analiza el operativo previsto, pretende ser “una herramienta de gestión del territorio” y facilitar la toma de decisiones para las tareas preventivas.

2.663 incendios intencionados en León

El plan del gobierno autonómico atribuye estos incendios intencionados a varias causas: las prácticas tradicionales (36%) y prácticas tradicionales “inadecuadas” (9%). El 37% de los incendios intencionados tienen otra motivación en la que la Junta no profundiza. Respecto a los incendios provocados por un accidente, el 27% fue por motores y máquinas y el 26% por líneas eléctricas. León y Zamora destacan por el elevado número de incendios que han sido provocados de manera intencional, con 2.663 y 1.785 incendios respectivamente en la última década.

La Junta de Castilla y León también analiza cuántos incendios fueron causados por negligencias como la quema agrícola, las hogueras, la quema de basuras o los fumadores. De hecho, el 21% de este tipo de incendios han sido causados por fumadores, seguidos de la quema agrícola (13%).

Otras causas

El plan de lucha contra los incendios establece Zonas de Alto Riesgo por motivos como los rayos o la actividad agroganadera. Sin embargo, no se aprecia una alta concentración de incendios provocados por la gestión de residuos, las líneas ferroviarias o las líneas eléctricas. Los técnicos de la Consejería no han detectado ningún patrón en las líneas de alta tensión, aunque sí reconoce que han sido responsables de dos grandes incendios en Ávila: el de Gavilanes de 2019 (1.414 hectáreas) y El Tiemblo de 2021 (742 hectáreas).

Los rayos son los responsables del 8% de los incendios forestales. Las tormentas eléctricas no se pueden prevenir, pero la Junta de Castilla y León sí recomienda realizar labores de selvicultura preventiva en las áreas forestales en las que otras veces se han acumulado muchos rayos. Si las condiciones del terreno no permiten actuaciones selvícolas, se prevé estudiar la instauración de elementos preventivos. También está previsto protocolizar actuaciones de seguimiento, previsiones y vigilancia programada en caso de tormentas, especialmente las secas y eléctricas, como las que provocaron el incendio de la Sierra de la Culebra en 2022, donde en una noche cayeron una veintena de rayos que, sumados al estrés hídrico de la zona, provocaron once focos en una hora. Finalmente el fuego de la Sierra de la Culebra calcinó casi 30.000 hectáreas.

Las maniobras militares también son “fuente de peligro de incendio forestal”, aunque no es un aspecto en el que profundice el plan. Sí que enumera todas las bases militares que tiene el Ejército en el medio rural y recuerda el incendio de 2022 en las instalaciones del Teleno, en León, puesto que el campo de maniobras y tiro ocupa 6.100 hectáreas, de las que más de 4.000 fueron arrasadas.

Medidas que se recomienda adoptar

El plan de lucha contra los incendios recomienda abordar estudios sobre la causalidad de los incendios, realizar una “prevención activa” al analizar las motivaciones de los responsables de los incendios y fomentar en las zonas de alta siniestralidad las alternativas al fuego en la agricultura. Se deben priorizar planes de desbroces, el manejo integrado del territorio mediante actividades económicamente sostenibles y la educación preventiva.

La Junta de Castilla y León también apuesta por analizar de manera específica los incendios reiterados o solapados en las zonas para profundizar en las motivaciones y aplicar medidas “correctivas, disuasorias, pecuniarias” y efectuar un seguimiento plurianual.

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