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El padre de la ciclista Estela Domínguez sale “indignado” del juicio por su atropello mortal en febrero de 2023

Mantienen la petición de 5.400 euros de multa y privación del carné por por 18 meses por el atropello de Estela.

EFE/Europa Press

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El exciclista Juan Carlos Domínguez ha salido “indignado” con el desarrollo del juicio por el atropello mortal de su hija Estela (18 años) y con la actitud del acusado, que se ha negado a responder al abogado de la familia y ha contestado a las críticas del público con la frase “en la calle me lo tenéis que decir”. 

El juicio ha quedado visto para sentencia, el Ministerio Fiscal y la acusación han pedido la pena máxima para este “delito de homicidio por imprudencia menos grave”, que son 18 meses de multa y 18 de prohibición del permiso de conducir. El Ministerio Fiscal y el abogado de la acusación particular han mantenido sus peticiones de máxima pena por un delito leve de homicidio por imprudencia menos grave de 5.400 euros de multa y 18 meses de privación de carné de conducir.

El acusado ha alegado que pensó que “se le había caído una pieza” al oír “un ruido metálico” cuando pasó por encima de la ciclista con su camión de dos ejes y que no vio a nadie delante de él porque el sol le 'deslumbró'.

“Salgo indignado, es la palabra, porque como el acusado se ha negado a declarar, sólo a su abogado y un poco con el juez, no hemos podido averiguar muchas cosas”, ha dicho el padre de Estela Domínguez en declaraciones a los medios a la salida del juicio. Y ha añadido: “Yo siempre he dicho que hay 600 metros de una recta en la que tuvo que estar viendo a Estela durante muchos segundos, y eso desgraciadamente no se lo hemos podido decir, y no se ha hablado de ello y los testigos que iban detrás es allí donde la vieron”. 

“Me han dado ganas de dar un zapatazo en el suelo para ver si eso lo oía. Porque que se te caiga algo no suena igual como machacar una bicicleta y pasar encima de una persona. Por el retrovisor tuvo que verla y no la vio. Salimos indignados, es la palabra”, ha afirmado.

Domínguez también ha expresado su dolor e indignación por la actitud del acusado, B.G.H., que en el casi año y medio posterior al atropello mortal el 9 de febrero de 2023 nunca se ha dirigido a la familia y este viernes en el juicio tampoco lo hizo durante su declaración sobre los hechos.

“En la calle me lo tenéis que decir”

El abogado de la familia de la joven ciclista ha lamentado ese hecho en su última intervención y ha agradecido al letrado de la defensa que, a diferencia del acusado, en el juicio sí expresara “por fin” las condolencias.

Después de esta llamada de atención, el acusado ha dicho durante su intervención en su derecho a la última palabra la frase “les presento mis condolencias”, unas palabras que el público ha respondido con gritos de “¡ya es hora después de quince meses!” o “sinvergüenza”, a lo que él ha respondido, mirándolos: “En la calle me lo tenéis que decir”. 

“Él ha demostrado cómo es. Lo ha hecho porque mi abogado ha solicitado las disculpas. A buenas horas, y luego con esa contestación que ha dado de 'En la calle me lo decís', ya demuestra cómo es como persona”, ha dicho Domínguez.

El padre de la joven promesa del ciclismo ha contado asimismo que “hace mes o mes y medio” el acusado “dio positivo en un control de alcoholemia después de una cena”, por lo que considera que “no hay arrepentimiento” y ha anunciado que la familia va a seguir “peleando, porque también abandonó el lugar”. 

Frenó después del golpe, no antes

El Guardia Civil ha ratificado que el camión se desplazaba a una velocidad entre 54 y 60 km/h, cuando el tramo está limitado a 60 km/h. No se aprecia reducción de velocidad en el camión. Además, ha asegurado que no había huellas de frenado. En el lugar de los hechos, ya que se aprecia una disminución de la velocidad tras el golpe, no antes.

Sobre el deslumbramiento que alegaba el acusado, el testigo ha asegurado que el sol “entraba por la parte derecha de la calzada, no frontal, que es el más peligroso” y ha añadido que “ante un deslumbramiento hay que aminorar la velocidad e incluso detenerse”.

La víctima, perfectamente señalizada

Por otro lado, ha reconocido que Estela llevaba la luz roja trasera encendida y que ésta se puede ver “según homologaciones a 2 kilómetros” de distancia.

En cuanto a su percepción tras realizar la reconstrucción de los hechos al día siguiente en el mismo vehículo, hora y lugar, el guardia civil ha asegurado que “debió verla a pesar del deslumbramiento, y más con la luz roja” ya que el conductor que iba detrás del camión la vio a quinientos o seiscientos metros antes. “Si él la vio, entendemos que el conductor del camión también”.

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