“Me dijeron que si no quería ser operada en la privada me sacarían de la lista de espera”

Isabel, paciente del Hospital Parc Taulí de Sabadell, hace más de cuatro años que espera para una operación de tendinitis tibial posterior. Este verano recibió una llamada de la Clínica del Vallès, centro privado donde se derivan pacientes del Taulí, para ofrecerle la posibilidad de ser operada allí. “Cuando llegué a la consulta, el cirujano me empezó a hacer preguntas y a decirme que me tendría que hacer unas pruebas que ya me habían hecho en el Taulí. Pregunté si no tenían mi historial clínico, porque no quería hacerme otra resonancia y me dijeron que no”, cuenta Isabel a Catalunya Plural. Cuando preguntó al médico de la clínica el porqué se hacía así, éste, según explica Isabel, le dijo: “por cuestiones políticas debemos operar a un cierto número de pacientes antes del 27 de septiembre”.

“Quiero que me opere mi médico”, reivindica ella, que explica que decidió negarse a ser operada allí y por eso volvió al Taulí para pedir que la intervinieran en su centro de referencia. “Me llamaron del hospital y me dijeron que si no quería ser operada en la Clínica del Vallés me sacarían de la lista de espera y volvería a empezar la espera”, explica. Cuando preguntó porque pasaba eso dice que desde el hospital le respondieron: “son las normas”. Profesionales del centro han confirmado a Catalunya plural en varias ocasiones que cuando un paciente se niega a ser operado en la clínica privada sale de la lista y vuelve a empezar todo el procedimiento. Sin embargo, desde la dirección del Taulí declaran a Catalunya Plural que cuando un paciente se niega a ser operado en el centro privado este continúa en la lista de espera en el punto donde se encontraba.

Dicen también que el historial clínico siempre es enviado y recuerdan que dos terceras partes de los pacientes derivados son intervenidos por médicos del Taulí. Pero no siempre este médico es el mismo, ya que como explica Isabel, el cirujano que la atendió en la Clínica el Vallès era otro.

Como informaba en exclusiva Catalunya Plural recientemente, al menos 1.600 operaciones quirúrgicas del Taulí han sido derivadas a la Clínica del Vallès sólo en los primeros seis meses de 2015. Estas derivaciones se enmarcan dentro del contrato marco que firma el CatSalut con la clínica privada, propiedad de quirónsalud, la empresa hasta ahora llamada IDCsalud. Es por ello que, mientras el presupuesto para el hospital Taulí ha disminuido en 22 millones de euros desde 2010, lo que supone un recorte del 12%, los ingresos del CatSalut a quirónsalud, empresa propietaria de la Clínica del Vallès, han aumentado en un 15% del 2010 al 2013.

Además, mientras el Parc Taulí sigue derivando pacientes a la Clínica del Vallès y también al Hospital General de Catalunya, propiedad también de quirónsalud, mantiene quirófanos cerrados. De las 14 salas disponibles, una media de seis o siete no funcionan por las tardes, según denuncian desde el comité de empresa del Taulí a Catalunya Plural.

El mismo comité explica pero que la apertura de los quirófanos no es la única solución posible, ya que la falta de camas también dificultaría la situación. Y reivindican, una vez más, un aumento de los recursos y la financiación necesaria que permita descongestionar la saturación, para un centro que es el hospital de referencia de 400.000 ciudadanos.

El Consejo de Gobierno del hospital de Sabadell está integrado por seis representantes de la Generalitat, dos del Ayuntamiento de Sabadell y uno de la Universitat Autònoma de Barcelona.

Las listas de espera del Parc Taulí superan en varios casos los ocho meses

Desde el departamento de comunicación del centro, en una nota de prensa elaborada en febrero, explicaban que el traspaso de pacientes del centro público a la clínica privada había permitido disminuir las listas de espera para operaciones quirúrgicas. Y decían: “en la mayoría de los casos los pacientes han sido intervenidos por profesionales del propio hospital” y “con el consentimiento de los propios pacientes”.

“Se ha hecho un esfuerzo muy importante en cuanto a actividad y así la disminución en el número de pacientes en la lista de espera quirúrgica ha disminuido cerca de un 8%, según los datos del registro de CatSalut del mes de septiembre” , explica la dirección del Taulí a Catalunya Plural. Sin embargo, admiten que todavía hay “esperas importantes para algunas intervenciones” y que harán falta más recursos para solucionarlo.

Isabel y Juan Moreno conocen bien estas esperas. A Isabel, que lleva cuatro años esperando, después de tener que pedir varias veces la baja médica debido al dolor que no le permitía trabajar, la acabaron despidiendo. “Me he de tomar ibuprofeno para el dolor y me he gastado mucho dinero comprando plantillas y zapatos especiales”, denuncia. Según esta paciente los zapatos que necesita cuestan entre 120 y 150 euros, dependiendo el modelo, y las plantillas unos 80 euros.

A Juan Moreno hace más de tres años que le salió un quiste alrededor del cuello. “Era un quiste pequeño, ahora ya es como una pelota de ping-pong”, relata su mujer a este diario. Cuando llevaban más de un año y medio esperando que le citaran para operarlo, se presenciaron al Taulí para preguntar qué pasaba. “Nos dijeron que no estaba programada la intervención y que como no era urgente iría para largo”, explica su esposa. El siete de mayo lo citó el cirujano del Taulí para una primera visita y fue entonces cuando le dijo: “ahora entra en lista de espera, en unos seis meses será operado”.

Si bien es cierto que las derivaciones han provocado una disminución de las listas de espera, también es cierto que los tiempos de espera que presenta el Departament de Salut no se ajustan al tiempo real. Hasta que el cirujano no programa la intervención el paciente no entra en lista de espera, y por tanto, todos aquellos meses, en el caso de Juan más de dos años, que el paciente lleva esperando para que le citen no son contabilizados, como explicaba Catalunya plural en otra información.

Así, mientras según los datos oficiales de la web del CatSalut el tiempo de espera medio para ser intervenido por intervenciones no garantizadas al Taulí es de casi ocho meses, Isabel lleva cuatro años esperando y Juan más de tres.