Cinco manifestantes y una fotoperiodista que resultaron heridos por el lanzamiento de gas pimienta por parte de los Mossos d'Esquadra durante la huelga por Palestina del pasado quince de octubre se han querellado contra la policía catalana al ver delictivo el uso de este armamento policial.
Los hechos ocurrieron en los aledaños de la estación de Sants de Barcelona, donde se realizó una sentada pacífica de manifestantes propalestinos. La querella expone que los agentes de orden público disolvieron la protesta mediante “la fuerza física” a pesar de su “carácter absolutamente pacífico”.
“Sin previo aviso”, ahonda el escrito, los agentes “empezaron a levantar a la gente” del suelo, cogiendo a las personas por los brazos. “De forma casi simultánea, y también sin previo aviso, uno de los agentes que se encontraba en la misma línea policial roció de forma indiscriminada a los manifestantes con espray”, agrega la querella. Pocos segundos después, otros dos agentes también rociaron con el gas a los manifestantes sentados en el suelo.
Los querellantes son manifestantes, representantes sindicales y profesionales de la comunicación, representados por una coordinación jurídica formada por Alerta Solidaria, Irídia, CGT, Intersindical y la IAC.
“Como resultado de la intervención policial, varias personas que se encontraban pacíficamente sentadas en el suelo, ejerciendo su derecho a huelga o su labor profesional periodística, sufrieron lesiones de diversa consideración, como hematomas, irritación y intoxicación” debido al uso del espray.
El uso del gas pimienta fue sin previo aviso e incluso contra personas sentadas pacíficamente, “poniendo en riesgo su integridad física y vulnerando el derecho de reunión”. No hubo uso progresivo de la fuerza, han denunciado, sino que se optó directamente por el gas pimienta contra las personas concentradas.
A juicio de los querellantes, el uso de gas pimienta contra los manifestantes podría constituir delitos de lesiones; contra la integridad moral; coacciones; contra los derechos de los trabajadores y contra los derechos individuales.