ENTREVISTA

Lluís Mijoler, alcalde de El Prat: “La ampliación del aeropuerto supondrá un desastre ambiental”

Pol Pareja

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El pacto anunciado el lunes entre el Gobierno y la Generalitat para destinar 1.700 millones de euros a la ampliación del aeropuerto de El Prat (Barcelona), ha generado todo tipo de reacciones encontradas tanto a nivel municipal como nacional. Los empresarios y algunos partidos lo defienden, mientras que otras formaciones y organizaciones ecologistas han puesto el grito en el cielo.

El alcalde de este municipio de 65.000 habitantes, Lluís Mijoler (Barcelona, 1969), se muestra abiertamente en contra del proyecto y anuncia en esta entrevista que tomará “todas las medidas posibles” para evitar unas obras que probablemente afectarán al espacio natural protegido del delta del Llobregat.

Mijoler, representante de los 'comuns', acusa al vicepresident de la Generalitat, Jordi Puigneró, y a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, de haber llegado al acuerdo con “clandestinidad y deslealtad” en una reunión secreta que desveló elDiario.es.

¿Cómo recibió la noticia de la ampliación del aeropuerto? ¿La esperaba? 

Con cierta indignación. Recibimos una llamada del secretario general de la vicepresidencia de la Generalitat, Ricard Font, en la que me anunció que se había producido una reunión y que se había llegado a este acuerdo entre el vicepresident Puigneró y la ministra de Transportes. Nos esbozó más o menos cuáles eran las líneas básicas del acuerdo. Nos hemos encontrado que con clandestinidad, en una reunión que ni siquiera figuraba en las agendas públicas, se ha tomado una decisión de manera unilateral, con total deslealtad tanto a la mesa institucional que se creó para tomarla como al resto de ministerios y de conselleries, como por ejemplo la de Medi Ambient o el Ministerio de Transición Ecológica, que no han participado en ningún caso de este acuerdo.

¿Por qué cree que se decidió en una reunión secreta?

No lo sé. No lo entiendo y espero explicaciones. Espero poder enterarme de si realmente esto ya es todo lo que podemos esperar de esa mesa institucional y por lo tanto ya no hace falta ir o si continúa o no la mesa técnica que no había acabado su trabajo y concluyó que todavía quedaban cosas por hacer.

¿La comisión técnica no había acabado su tarea?

Se ha reunido hasta tres veces en el mes de julio y se han planteado todas las incógnitas de la propuesta de Aena. Se han aportado multitud de informes, sobre todo por parte del Ayuntamiento de El Prat y del Ayuntamiento de Barcelona, que vienen a contradecir todo lo que Aena está diciendo tanto en el sistema aeroportuario, como en el de configuración de pistas, como en el tipo de vuelos… Y evidentemente hemos puesto sobre la mesa el desastre ambiental que supondría esta ampliación. Ayer mismo me dijeron que la comisión técnica no había acabado, que querían volverla a reunir en septiembre. Yo entiendo que los políticos tomamos decisiones en base a criterios técnicos que nos presentan y que a mí nadie me ha presentado las conclusiones de esa mesa.

¿En esa comisión había representantes de Reus y Girona, ciudades en donde se plantea que el AVE llegue a sus aeropuertos?

A Reus y a Girona se les hicieron unas comisiones técnicas aparte. La clave es por supuesto dividir y aislar a aquellos que puedan estar en contra del proyecto. Se aisló a Reus y Girona con promesas de inversiones allí, para que tuvieran un posicionamiento diferente en la mesa institucional. Después se aisló a Gavà y Castelldefels diciendo que no va a haber segregación de pistas, cosa que desde El Prat también nos oponemos… Y al final parece que no hay ninguna alternativa posible para el crecimiento económico que no pase por esta ampliación. Por lo tanto quedamos única y exclusivamente reducidos los que nos oponemos a una cuestión, permítame decirlo así, 'hippie', de que somos los ecologistas que nos oponemos a que se afecte a la laguna de La Ricarda. He llegado a escuchar a la ministra [de Transportes, Raquel Sánchez] decir que es un lago artificial.

Nos dijeron que en septiembre seguiríamos hablando y de repente nos encontramos con este acuerdo

¿Se esperaban el anuncio de la ampliación? ¿Preveían que se pudiera hacer público estos días?

Al contrario, cuando hablé la última semana de julio con Ricard Font [secretario general de la vicepresidencia] me dijo que, medio en broma, me podía ir tranquilo de vacaciones, cosa que tuve a bien no hacer. Lo que nos decían era que en septiembre seguiríamos hablando. Y de repente nos encontramos con este acuerdo.

¿Por qué cree que se ha anunciado un acuerdo tan importante sin tener el plan director, sin informes técnicos…?

Aena ya tenía prevista una inversión de 1.900 millones en los aeropuertos de El Prat y de Girona desde 2017, dentro de las ampliaciones que les permitía el propio plan director que ya existe. No era necesario hacer una modificación del plan director. Algunas se han ido ejecutando y otras no porque están en fase de licitación. Lo que sí coincidía era con una inversión en el aeropuerto de Barajas de alrededor de 2.000 millones. Lo que nos dice Maurici Lucena [presidente de Aena] desde un primer momento es que el aeropuerto de El Prat es suficientemente rentable tal y como está, y que si se plantean hacer una inversión importante es más en Madrid que en Barcelona.

¿Qué hizo cambiar la situación?

En 2020, en plena pandemia, Aena anuncia que no hará inversiones ni en Barcelona ni en Madrid, que la situación del mercado les hace pensar que habrá una regresión y que por lo tanto no afrontarán ningún tipo de inversión. En junio de este año vuelven a la carga con las inversiones y diciendo además que esta inversión se producirá por parte del capital privado de Aena y que por eso había que correr tanto, porque los inversores podrían irse. Y ayer nos encontramos que la inversión la va a hacer el Estado, no la parte privada de Aena sino la pública.

¿Qué cree que dirá la Unión Europea?

La Unión Europea ya ha manifestado que no es posible una ampliación del aeropuerto en detrimento de los espacios naturales que ya no están siendo debidamente protegidos. La Comisión nos está advirtiendo de que no estamos cumpliendo con las medidas de protección derivadas de la ampliación anterior y que el delta del Llobregat se está degradando. Lo que no podemos es decir 'bueno, que se haga la ampliación porque no seré yo quien diga que no a una inversión de 1.500 millones en Catalunya y, por lo tanto, lo dejo a lo que al final acabe decidiendo Europa'. Las infraestructuras no se planifican así en un Estado moderno. Al contrario: primero se hace toda la reflexión y toda la aportación técnica y después se toma la decisión y no al revés, que es lo que han hecho. 

¿El Ayuntamiento del Prat prevé recurrir el plan urbanístico cuando se presente?

Nosotros evidentemente hemos encargado todo tipo de informes técnicos. Más allá del funcionamiento del aeropuerto y del impacto medioambiental, también sobre cuáles son las opciones jurídicas que como ayuntamiento tenemos para defender nuestro territorio. Haremos todo aquello que esté en nuestra mano para hacerlo y nos permita la justicia. Yo soy abogado y por lo tanto estoy acostumbrado a que cuando sé que un caso se puede ganar porque es de justicia y de sentido común, y en este caso lo es, llegar hasta el final de todas las consecuencias y nunca ceder en un acuerdo que es contradictorio con lo que nosotros pensamos, que es el equilibrio territorial y lo que piensa la Comisión Europea. 

La Unión Europea ya ha manifestado que no es posible una ampliación del aeropuerto en detrimento de los espacios naturales

Janet Sanz, teniente de alcalde de Barcelona, también se ha mostrado en contra de la ampliación. ¿Prevén una alianza con otros alcaldes metropolitanos para hacer frente común?

Esa alianza ya existe. El Ayuntamiento de Barcelona se ha manifestado claramente contra la ampliación, lo ha hecho también el de El Prat... Lo han hecho diferentes ayuntamientos por todo el territorio, donde se han aprobado mociones contra la ampliación del aeropuerto, por lo tanto de alguna forma ya existe esa alianza de territorios. También hay alcaldes socialistas que con la boca pequeña y en privado pueden decir una cosa respecto a lo que piensan, pero al final les marca la jerarquía de una organización como el PSOE. Lo veo con la propia ministra, lamento que se tomen decisiones por cuestiones estratégicas de partido cuando a la administración local, que somos la mejor valorada por la ciudadanía y quienes estamos a pie de calle escuchando los problemas reales de la gente, no se nos tenga en cuenta para este tipo de cosas.

La ministra de Transportes es la exalcaldesa de Gavà, una población limítrofe con El Prat. ¿Qué relación mantienen? ¿Han hablado de esto personalmente?

Con Raquel [Sánchez] tengo una relación muy cordial desde el inicio de la legislatura. Los ayuntamientos de El Prat, Gavà, Viladecans o Sant Boi compartimos muchos temas que nos preocupan, algunos relacionados con la economía circular pero todos relacionados con el territorio y la preservación de espacios naturales y del parque agrario. Pero desde que es ministra no hemos hablado más allá de un mensaje de Whatsapp. Aunque insisto, su posición no tenía por qué ser muy diferente de la del ministro Ábalos: se deben a unas consignas de partido y lo tienen que hacer así. Lo lamento. Yo como alcalde me debo única y exclusivamente a mi territorio y a mis ciudadanos.

¿Y con el vicepresident Puigneró? ¿Ha tenido línea abierta con alguien del Govern con todo este tema?

Tengo línea abierta con Ricard Font, que es el secretario general. Con Puigneró hemos coincidido en un par de ocasiones, pero más allá de algún comentario no hemos analizado con profundidad la cuestión. Pero cuando hablas con un secretario general hablas con lo que está pensando el conseller.

Esta mañana Puigneró ha asegurado que el aeropuerto de El Prat será “el más verde de Europa” y que se restringirían los “vuelos más contaminantes” cuando “haya la tecnología que lo haga posible”. ¿Qué opina?

Le pediría que no nos tome el pelo. Lo mismo que le dije a Aena cuando me decía que a partir de 2030 habría aviones de hidrógeno. Claro. Y a lo mejor a partir de 2050 nos teletransportamos y no necesitamos aviones. ¿Cómo se puede hacer política y tomar decisiones estratégicas en base a unos futuribles de ciencia ficción? Vivimos una realidad muy clara, que estamos en una situación de emergencia climática y esto no nos lo podemos saltar: estamos yendo a contracorriente de lo que está pasando en el resto de Europa. 

¿Qué está pasando en el resto de Europa?

¿Qué está haciendo Macron, un liberal, con el sistema aeroportuario francés? Reducir vuelos y oponerse a las ampliaciones del Charles de Gaulle. ¿Qué está haciendo un alcalde socioliberal en Londres, por ejemplo? Oponerse a la ampliación de Heathrow. ¿Qué pasa incluso en Munich, donde probablemente gobierna una de las derechas más rancias de Europa? Se están oponiendo a todo esto. Decir ahora que el aeropuerto de El Prat va a ser el más verde del mundo es una auténtica barbaridad. Esto es el greenwashing, que lo hacen las grandes multinacionales y los grandes lobbies, en este caso Aena, y eso es lo que compra alguien que por supuesto es de derechas como el señor Puigneró. Lo grave es que nos lo quiera vender a los demás y engañarnos diciendo que El Prat va a ser un modelo de tecnología verde. Siento un poquito de vergüenza. 

¿Por qué vamos a contracorriente aquí? 

Estamos volviendo a la sociovergencia, a modelos desarrollistas del siglo pasado porque no hay ideas ni imaginación. Europa nos habla de innovación y nosotros pretendemos mantener las políticas antiguas, del siglo pasado. No es suficiente con ponerse un pin en la solapa de la agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible cuando al mismo tiempo permites una ampliación de un aeropuerto. Esta es la clase política que tenemos.

¿Hay alguna vía para ampliar el aeropuerto sin reformar esa tercera pista que afectaría al espacio protegido de La Ricarda? 

Ya existe la vía en el actual plan director, pueden ejecutar la terminal satélite y eso les llevaría a incrementar hasta 70 millones de pasajeros. Al principio, la única obsesión de Aena era ampliar el número de pasajeros. En el actual plan director se preveía hasta 40 millones, estamos en 55. Y ellos pueden llegar a 70 millones de pasajeros con los límites que tiene la valla actual. Por lo tanto sí es posible hacerlo sin afectar a La Ricarda. 

Pero de momento no hay concreción sobre qué sucederá con ese recinto...

Aena y el Gobierno nos decían: para que haya una inversión pasa por la ampliación de una tercera pista. No hay alternativa posible. Hoy nos están diciendo una ministra y un vicepresidente que bueno, que a lo mejor, que ya veremos. ¿Cómo se explica una ampliación sin ampliación? ¿Cómo se explica si Aena nos ha dicho de forma contundente que no se puede conseguir un hub internacional sin esa ampliación de la tercera pista? ¿Cómo se hace? Es que no es cierto. Es todo una mentira, una patada adelante: dejar la responsabilidad a Europa y al mismo tiempo aprovechar para decir que se ha garantizado esa inversión por parte del Gobierno. Es imposible que se pueda hacer esa ampliación sin la afectación de espacios naturales. 

¿Qué pasaría si sigue adelante la ampliación de la tercera pista?

Las consecuencias serían terribles y devastadoras. Se trata de un lago, el de La Ricarda, que está conectado con el acuífero profundo del delta del Llobregat. No se ha hablado en ningún momento de la afectación en las masas de agua, en el acuífero profundo. Un acuífero profundo que con la escasez de agua que hay en el planeta se está manifestando fundamental para la persistencia de nuestra área metropolitana. Y no hay ningún estudio por parte de Aena que diga cuál es la afectación al acuífero profundo. 

¿Y la biodiversidad del espacio? Se ha propuesto como alternativa ampliar la zona verde en otro lugar cercano al aeropuerto.

La biodiversidad de un lago no puede ser trasladada. Primero porque no hay espacio suficiente para trasladar eso y, si se hiciera, se ha propuesto llevarlo a zonas que son parque agrario protegido del Baix Llobregat. Hablamos de un ecosistema que es único, que se ha visto degradado en los últimos años y que es un espacio de aves migratorias que no podemos llegar a pensar cuáles serían las consecuencias de su destrucción. Por más estudios que hagamos, no podemos llegar a tener datos de lo que supondría. Tú no puedes decirle a un ave, si está acostumbrada a estar en unos humedales determinados, que escoja otros más al norte o más al sur. Eso no lo podemos decidir los humanos. Los espacios naturales no son como Port Aventura, que puedes instalarlos donde quieras. Lo que necesitamos es proteger aquello que ya tenemos. Es una cuestión de sentido común. 

¿Qué opina del estudio que asegura que con la ampliación se crearían 80.000 puestos de trabajo?

Es falso y además hay que leerlo. Es el único informe que ha presentado Aena, porque no ha presentado nada más y ese informe es falso. En primer lugar tiene en cuenta toda la inversión e incluye la que ya estaba comprometida en 2017, cuando entonces no hablaban de todos estos puestos de trabajo. Y en segundo lugar, lo están derivando a prácticamente 50 años vista, no es que mañana vayan a hacer la ampliación y pasado mañana se acabe el paro en El Prat y en Catalunya. No. Están hablando de una cuestión que se deriva muchísimo más allá en el tiempo, como todas las inversiones importantes, lógicamente. Por tanto nos venden absoluto humo con la ampliación. 

Es imposible que se pueda hacer esa ampliación sin la afectación de espacios naturales

Lo del empleo se plantea a mucho más largo plazo y con unas inversiones que ya estaban comprometidas. La diferencia entre la ampliación o no de la tercera pista son 300 millones, no hay más. Todo el resto de la inversión estaba comprometida, la podrían hacer y generaría el mismo efecto en la economía que están diciendo que habría. Pero nosotros vamos más allá y decimos que un sistema aeroportuario de país, con tres aeropuertos conectados, apostando por el ferrocarril, por el corredor mediterráneo y por la conexión de las distintas ciudades de Catalunya y el resto del Estado, eso también generaría riqueza y puestos de trabajo. Esa es la reflexión que la Generalitat debería hacer y no ha hecho. 

¿Anticipa movilizaciones contra la ampliación?

Estaremos al lado de cualquier movilización que pueda haber, que me consta que las habrá. Las instituciones no son quienes las deben promover, deben partir de los movimientos sociales y de la ciudadanía y en todo caso nosotros estaremos al lado. Varias entidades ya han convocado para el 19 de septiembre una manifestación que no se ha acabado de concretar y estoy recibiendo constantemente inputs de la ciudadanía. Lo que deben hacer los partidos es escuchar a sus bases. ERC, tanto en el Área Metropolitana de Barcelona como en el Ayuntamiento como en el Parlament, se ha manifestado en contra de la ampliación del aeropuerto. Sus dirigentes deberían escuchar a sus bases y a todos los ayuntamientos en los que ha habido mociones y ERC ha votado en contra de la ampliación. El partido debería de ver si está del lado de su militancia o del lado de los 'lobbies'.