Una veintena de tractores de la comunidad de regantes del Llobregat (Barcelona) han cortado la mañana de este miércoles la Gran Via a la altura de la conselleria de Acción Climática, en Barcelona, para reclamar más acceso al agua.
Esta protesta se da un día después de que la Generalitat levantara el estado de emergencia por sequía, que llevaba decretado desde febrero. Ahora, debido a las lluvias de abril, Catalunya se encuentra en estado de excepcionalidad, con lo que se han rebajado las restricciones al campo y a la industria.
Con todo, los agricultores lamentan que no pueden regar “ni el 80%” de las 1.300 hectáreas que gestiona este organismo y reclaman tener garantizados una media de 505 litros por segundo hasta octubre. Según los campesinos, esta dotación “en el contexto actual” es la que “garantiza la supervivencia del campo”.
Los manifestantes lamentan que, este año, la dotación de agua es menor que la del año pasado, a pesar de estar “en circunstancias similares”. Consideran que la gestión del Govern penaliza “en exceso” a los agricultores del Baix LLobregat, a pesar de haber “infraestructuras de regeneración de agua que podrían garantizar la supervivencia” del sector.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de Unió de Pagesos, Germán Domínguez, ha explicado que han cortado todos los carriles de la vía y que están dispuestos a abrir uno si el conseller, David Mascort, accede a recibirlos.
Por su parte, la conselleria ha asegurado que ya mantuvieron reuniones con el colectivo el pasado lunes y que tienen otro encuentro agendado para la semana que viene.
Aun así, los manifestantes exigen una reunión este mismo miércoles y, si no la consiguen, aseguran que mantendrán la protesta hasta media noche y puntualizan que tienen permiso para ello.