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Castilla-La Mancha ha sufrido 30 grandes incendios forestales entre 2001 y 2015

Los grandes incendios quemaron en 2015 un 48% mas que en los últimos 10 años

Francisca Bravo Miranda

El número de grandes incendios forestales que ha sufrido Castilla-La Mancha en los últimos 15 años es superior a la media española, en relación a los incendios 'normales'. Es uno de los datos que aporta el informe 'Dónde arden nuestros bosques' de WWF España, que ha analizado también las medidas que cada uno de los medios regionales ha llevado a cabo en su Planes de Desarrollo Rural en contra de los siniestros forestales.

A lo largo de estos quince años, el total de superficie afectada por estos grandes incendios forestales en la región es de 53.225 hectáreas, de las 96.979 que se han visto perjudicadas por cualquier fuego forestal en el mismo periodo de tiempo. El porcentaje de superficie damnificada por un GIF es de un 55%, mayor que el de Galicia, a pesar de que los grandes incendios gallegos han afectado al doble del terreno que en Castilla-La Mancha. Sin embargo, la superficie quemada sigue siendo superior a la media nacional.

WWF advierte de que, para prevenir los grandes incendios forestales es necesario conocer las zonas de alto riesgo de incendio, denominadas como ZARI que se caracterizan por la continuidad de las masas forestales que favorecen la velocidad de las llamas y que dificultan el acceso de los dispositivos de extinción. En el caso de Castilla-La Mancha, la ONG señala que si bien se han llegado a identificar las ZARI, los criterios usados no llegan a analizar la vulnerabilidad de dichos terrenos. Tampoco hay planes de defensa específicos aprobados.

Poca rentabilidad en las explotaciones forestales

El informe de WWF también analiza las medidas tomadas por la Comunidad Autónoma en su Programa de Desarrollo Rural, y la primera observación que realiza la ONG es que la junta realiza un “breve diagnóstico” del problema de los incendios, en el cual se señala que el riesgo de sufrir uno se ha incrementado. Según el documento, los incendios en la región son en su mayoría accidentales, pero seguidos bastante de cerca por los intencionados, si bien la ONG reconoce que falta análisis en las motivaciones.

El Programa de Desarrollo rural señala que los terrenos forestales en Castilla-La Mancha se caracterizan por la “escasa” calidad de los productos maderables y la baja rentabilidad, por lo que muchas explotaciones se ven abandonadas. A la vez, sin embargo, existen productos forestales que no se aprovechan y que pueden ser nuevas fuentes de ingresos. Eso sí, la ONG señala que el Gobierno de Castilla-La Mancha identifica la prevención de incendios y la restauración de los daños de los mismos como una necesidad prioritaria.

Por otro lado, la Junta considera que es “preciso” trabajar para evitar el abandono de la actividad ganadera y forestal, disminuir el riesgo de desertificación, proteger el patrimonio genético, impulsar la gestión forestal sostenible, aumentar la dimensión social y económica de las empresas forestales e impulsar la modernización y la innovación del sector forestal. Para esto, entre las medidas forestales, se encuentra la creación de superficies forestales, la prevención de incendios, la restauración de zonas afectadas por incendios y otras catástrofes, la mejora de la capacidad de adaptación y el valor medioambiental de los ecosistemas forestales y las inversiones en tecnologías forestales y el sector de la transformación, movilización y comercialización de productores.

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