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Semillas carbonizadas como testigos de un “severo” evento climático, miles de años atrás

Granos carbonizados en la Motilla de Retamar

Francisca Bravo Miranda

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Alrededor del 2.200 antes de Cristo se inició el evento llamado '4.2 cal ka BP'. Se trata de uno de los eventos climáticos “más severos” de la época del Holoceno, y que es la muestra de que la sequía y la aridez son situaciones a los que la zona de La Mancha está, por decirlo de alguna manera, acostumbrada. Este evento, de hecho, se ha relacionado con la construcción de las motillas, construcciones hidráulicas que habrían comenzado en esa misma época y que se construyeron como una forma de combatir la falta de agua que sufrían los pueblos.

Al bajar la lluvia, se acaba el agua, y que también afectó a los acuíferos, de los que se dependía en gran parte en la zona, que se quedaban sin excedente. El equipo del estudio de Antropolgía Antrhopos se ha enfocado en el estudio, en municipios como Terrinches, de estas estructuras, que supusieron una iniciativa “pionera” a nivel europeo. Pero las motillas también se construyeron para abastecer a los pueblos de sus alrededores de cereales, para protegerlos también de las condiciones más extremas.

Uno de los últimos descubrimientos del equipo, conformado entre otros por el arqueólogo Eduardo Vera y la restauradora Ana María Herranz, también fotógrafa, han sido semillas de gramíneas carbonizadas, que lograron adaptarse a las nuevas condiciones y que se utilizaron para hacer pan y otros productos alimenticios. En la investigación han colaborado tanto los Ayuntamientos de Argamasilla de Alba y Terrinches, como la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que han financiado la investigación, mientras que el Instituto Geológico y Minero de España la codirige. En el estudio colabora tamibén el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Los granos, explica el arqueólogo Luis Benítez de Lugo, se sometieron a temperaturas menores de las actuales. Gracias al descubrimiento de las semillas, explica el profesional, se puede “aprender del pasado” y de las maneras en las que la población del entorno pudo “sobreponerse” a las adversidades que le supuso el estrés ambiental del evento de cambio climático. Sin embargo, advierte de que entonces los cambios se debieron a cuestiones “naturales con aspectos astronómicos”.

Sin embargo, los cambios que vive la humanidad actualmente, señala, se deben a factores antrópicos. “Está provocado por nosotros y deberíamos ponerle remedio, porque vemos que no es nada agradable ni satisfactorio el tener que cambiar por completo el tipo de vida”. En cuanto a la sociedad de entonces, señala, era “bastante igualitaria”, ya que las desigualdades se empiezan a registrar a partir de la Edad del Bronce, gracias al “control de los recursos” y también del agua, que está “muy relacionada”.

El cuenco de semillas, carbonizadas por el paso del tiempo, fue encontrado en la Motilla del Retamar, y se erige como una muestra “importantísima” para conocer cuánto vivió el poblado y, por tanto, “fundamental” para poder conocer el funcionamiento del pueblo que vivía en la zona entonces. La investigación que ha permitido este descubrimiento comenzó en el 2003, en Castillejo del Bonete, pero de una manera “parcial”. “No vimos los mismos tipos de evidencia en los distintos yacimientos, por lo que nos decidimos a trabajar en las motillas”.

La motilla del Retamar, explica, está situada “en medio del Guadiana”, una situación “anómala”, porque era un “sitio incómodo”. Por eso, el equipo trabaja para entender por qué se situó ahí, y para ello se está realizando el estudio de la crisis climática vivida entonces. “Hemos coordinado un potente equipo interdisciplinar para estudiar el cambio climático y su influencia en la dinámica hidrológica al sur de la Meseta y en los cambios sociales de la Prehistoria reciente”, ha explicado Benítez de Lugo. Los ayuntamientos ciudadrealeños han aportado cerca de 50.000 euros y el copatrocinador privado, la empresa E2 IN2, ha apoyado el estudio con unos 8.000 euros este año y otros 8.000 previstos para el año que viene.

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