La decisión del equipo de gobierno del Partido Popular (PP) y Vox de sustituir el nombre de la Plaza del País Valencià por el de plaza Nou d’Octubre ha provocado una fuerte reacción política. El Grupo Municipal Socialista y Compromís per Castelló han presentado sendas iniciativas y alegaciones para revertir una medida que tildan de “sectaria” e “ideológica”.
El cambio de nombre fue aprobado por la Junta de Gobierno Local el pasado 8 de octubre, y la oposición lo critica por considerar que “no ha contado ni con el consenso de todos los grupos políticos ni, por supuesto, con los vecinos y vecinas de la zona”, según Patricia Puerta, portavoz socialista.
El Grupo Municipal Socialista ha presentado una moción para el Pleno ordinario del próximo 30 de octubre con el objetivo de reclamar al gobierno municipal que mantenga la nomenclatura original de “País Valencià” en la plaza. Además, la propuesta socialista sugiere que se utilice el nombre de “9 d’Octubre” para otro espacio del callejero de la ciudad.
El PSPV defiende que el término “País Valencià” es socialmente aceptado y “responde a una parte de nuestra historia, cultura y sentir como pueblo”. Subrayan que fue el utilizado en el régimen preautonómico –el Consell del País Valencià– y que así lo aclara el preámbulo del Estatuto de Autonomía al referirse a la concepción moderna que “dio origen a la autonomía valenciana”.
Para la portavoz Patricia Puerta, “el cambio de nominación es exclusivamente una propuesta sectaria e ideológica de Vox, avalada y aceptada por un PP cada vez más escorado a la derecha, un partido que niega así nuestro pasado como pueblo con autonomía y trayectoria políticas propias”.
Compromís per Castelló también ha presentado una alegación formal contra la decisión, considerando que esta “responde a una visión sectaria y revisionista de la historia” y que busca borrar un nombre que forma parte de los consensos de la Transición.
El portavoz de Compromís, Ignasi Garcia, criticó que la alcaldesa “ha eliminado el nombre de la plaza País Valencià sin contar con los órganos de participación ciudadana que deberían haberse consultado para un cambio como este”, rompiendo así los consensos de la transición “en un acto de revisionismo histórico e hipocresía política”. Garcia añadió que “lo hacen por sectarismo, para eliminar del callejero un nombre que representa la concepción moderna de nuestro país”.
Sin Justificación ni Consulta
En su alegación, Compromís recuerda que el nombre de Plaza País Valencià fue acordado en 1979 en plena transición, fruto del consenso político y social, y denuncia que el expediente municipal no consta de ningún informe ni motivación que respalde la eliminación.
La coalición subraya que el término “País Valencià” sí está recogido en el Estatuto de Autonomía, concretamente en su preámbulo. El texto presentado por Compromís denuncia que el cambio no fue consultado ni al Consejo Municipal de Cultura ni al Consejo de Distrito Centro, órganos que en las dos últimas legislaturas sí recibían todas las modificaciones del callejero para garantizar la participación.
Compromís concluye que el cambio “no responde a ningún motivo objetivo, sino a una voluntad de imponer una determinada manera de entender la identidad valenciana”, calificando la decisión de “ideológica y excluyente”. Por ello, solicitan formalmente que la Junta de Gobierno Local rectifique y mantenga el nombre original para preservar los consensos democráticos y evitar molestias al vecindario.