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Sobre este blog

Este blog pretende transmitir reflexiones sobre música, literatura, arte, pensamiento y cultura en general, sin eludir la dimensión política. Trata de analizar la realidad, especialmente cuando, como ocurre con frecuencia, supera la ficción.

La españolada perfecta

Manuel Muñoz

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Este blog pretende transmitir reflexiones sobre música, literatura, arte, pensamiento y cultura en general, sin eludir la dimensión política. Trata de analizar la realidad, especialmente cuando, como ocurre con frecuencia, supera la ficción.

Una españolada es una “acción, espectáculo u obra que exagera ciertos rasgos que se consideran españoles”, según la Real Academia. Más precisa es la Académie Française, que la define como “obra literaria o artística que da de España una representación dominada por la búsqueda de un pintoresquismo convencional, en detrimento de la exactitud y de la verdad”. No es sorprendente, ya que los franceses han sido los grandes maestros de la españolada, con algunas célebres obras del siglo XIX.

En su libro Los europeos, Orlando Figes explica que el salón de la cantante Pauline Viardot, en París, donde recibía a muchos compositores, entre ellos Bizet, Berlioz, Gounod, Saint-Saëns y Lalo, fue el centro de expansión del interés por la música de la exótica España, que ella solía cantar a sus invitados. Era hija del tenor y compositor sevillano Manuel García, y hermana de la célebre María Malibrán. Una de las obras más famosas del españolismo musical francés es la Sinfonía española de Lalo. Se trata más bien de un brillante concierto para violín y orquesta que el compositor dedicó a Pablo Sarasate y hoy forma parte del repertorio habitual de todo gran violinista.

Fue el escritor ruso Iván Turguénev, en casa de los Viardot, quien recomendó a Ludovic Halévi y Henri Meilhac la novela Carmen de Prosper Mérimée. Ellos la adaptaron para la ópera que acabó componiendo un Georges Bizet de 36 años, muy interesado por la música española, y en concreto por la habanera, con su característico ritmo sincopado. Pauline Viardot puso en contacto a Bizet con el compositor vasco Sebastián Iradier, autor de la célebre habanera La paloma, de 1860.