Miedo entre los trabajadores de À Punt a que la nueva Relación de Puestos de Trabajo se utilice para “purgar” a periodistas críticos

Miguel Giménez

València —
28 de noviembre de 2025 23:00 h

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El 29 de octubre de 2024 y las jornadas posteriores, marcados por la tragedia de la dana que acabó con la vida de 229 personas en la provincia de Valencia, marcaron un hito para la radiotelevisión pública valenciana. Con una excelente cobertura de temporal desde primera hora de la mañana de ese fatídico día y de las inundaciones posteriores, À Punt cumplió con su función de servicio público, lo que fue recompensado por la ciudadanía con unas destacadas audiencias. Justo un año después, la televisión pública vivió su momento más bajo de prestigio, cuando la dirección de À Punt decidió emitir una corrida de toros del pasado siglo a la vez que más de 50.000 personas se manifestaban en València para exigir la dimisión del president Carlos Mazón por la gestión de la dana.

La deriva que ha tomado la radiotelevisión valenciana en los últimos meses, con un evidente cambio en la línea editorial de la cadena pública, ha provocado las quejas de los trabajadores, que han denunciado manipulación informativa y presiones por parte de la dirección de À Punt -circunstancia que la empresa ha negado siempre-; incluso ya se han producido algunos casos de periodistas que se han acogido a la cláusula de conciencia ante los cambios en la línea editorial de la radiotelevisión valenciana.

El último capítulo en este malestar de los trabajadores con lo que está sucediendo en À Punt se produjo a raíz de la presentación de la propuesta de Relación de Puestos de Trabajo (RPT), que debía ser aprobada a principios de mes y que finalmente ha recibido el visto bueno del consejo rector de la Corporación Audiovisual de la Comunitat Valenciana (CACVSA) esta misma semana, con la única abstención crítica del consejero de Ens Uneix, Ricard Gallego, quien, no obstante, tampoco votó en contra. Justificó su voto asegurando que era prioritaria la elaboración de un plan estratégico y un contrato-programa antes que una reestructuración de la plantilla.

La propuesta inicial tuvo que ser enmendada. Incluía medidas controvertidas como la 'degradación' de Victoria Roselló, responsable de meteorología de À Punt y muy crítica con la gestión de la dana del 29 de octubre por parte del Consell, al eliminarse la jefatura que ocupa -Roselló pasaba a ser una meteoróloga más-; la eliminación de seis de las doce plazas de lingüistas con las que cuenta la cadena -la empresa considera que no son necesarios tantos lingüistas cuando los periodistas deben disponer de al menos el C1 que certifica sus conocimientos de valenciano-; o un recorte considerable de la plantilla de web y redes sociales, que queda notablemente mermado. En concreto, contemplaba la amortización de 29 plazas y la creación de 31 nuevas.

La Relación de Puestos de Trabajo finalmente aprobada dejó la amortización de puestos en 26, tres menos de los inicialmente previstos, entre los que se encuentran la dirección de la radio, y manteniendo la jefatura de Meteorología de Roselló, y prevé la creación de otros 28. La empresa defiende esta RPT “fruto de una reestructuración empresarial que tiene como misión dar respuesta a las necesidades reales del servicio de radiotelevisión pública actual, ya que la que estaba vigente hasta ahora era de 2017 y en este momento la televisión necesita más periodistas, más operadores de cámara y más operadores técnicos para dar la mayor cobertura posible en todas las ventanas informativas”.

Sin embargo, ha sido rechazada tanto por los sindicatos como por el consejo de informativos, que sostiene que está basada en despidos “injustificados”, en la creación de puestos de trabajo “innecesarios” y en el “ataque a departamentos fundamentales para la prestación de nuestro servicio público”.

Los sindicatos (CCOO e Intersindical Valenciana) critican la “falta de voluntad” de la empresa a la hora de negociar la nueva Relación de Puestos de Trabajo, y califican la decisión de À Punt de “unilateral, arbitraria e irreversible”. Además, explican que “semana a semana” se continúa despidiendo a trabajadores “por la vía de los contratos que han cumplido tres años desde la ley Iceta”.

Y ante este panorama, los trabajadores de la radiotelevisión pública valenciana han retomado, desde hace unas semanas, los conocidos como 'viernes negros' para protestar contra los despidos en la cadena.