Una testigo reconoce ante la jueza de la DANA que en el 112 estaban “saturados” cinco horas antes del envío del Es-Alert

Lucas Marco

València —

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“Saturados” y “desbordados”. Así ha descrito ante la jueza de la DANA la testigo L. A. V., gestora de emergencias del 112 de la Generalitat, la situación que vivió el pasado 29 de octubre, la trágica jornada que dejó 228 fallecidos. La mujer ha confirmado que la avalancha de llamadas desbordó el servicio, que gestiona una subcontrata adjudicada a la empresa Ilunion. “En un incendio grande nos desborda 15 minutos, pero ese día estábamos continuamente desbordados”, ha afirmado a preguntas de la magistrada instructora, según fuentes conocedoras de su declaración.

La gestora del 112 entró a trabajar a las 15.00 del día de la DANA, en un momento complicado para la gestión de la emergencia. “Cuando yo entré me decían que si la persona no está entre la vida y la muerte que no podían hacer nada”, ha declarado.

L. A. V. ha asegurado que cuando entró a trabajar ya había avisos de las zonas de Utiel, Carlet, Turís, Montserrat y Chiva. A las 17.00, el 112 recibió un aviso sobre un coche en Cheste “lleno de niños” que se lo llevaba la corriente. También ha dicho que la Policía Local de la localidad le dijo que no podían atender esa situación.

Por otro lado, a lo largo de la tarde, habló con la Guardia Civil. “Estaban desbordados”, ha afirmado. Todas esas comunicaciones, ha añadido, quedaron reseñadas en el sistema 'CoordCom', la caja negra de la gestión de la emergencia.

La testigo, que el día de los hechos ejerció funciones de coordinadora, ha explicado que las llamadas que se quedaron en cola también llegaron al Centro de Coordinación de Emergencias, situado en el edificio de enfrente del 112 en el complejo de la Generalitat en l'Eliana. En este último edificio se reunía el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi).

L. A. V. ha confirmado que se recibieron avisos sobre desbordamiento de barrancos en localidades como Alginet o Godelleta. A partir de las 18.00 del 29 de octubre, en el 112 ya tenían información sobre el desbordamiento en Picanya, una de las poblaciones más afectadas por la DANA, por donde discurre el barranco del Poyo.

La testigo ha asegurado que no hubo una reunión previa para preparar la respuesta a la DANA, de la que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) venía advirtiendo varios días antes. Por otro lado, la gestora de emergencias del 112 ha dicho que el servicio se reforzó.

La testigo ha precisado que, entre gestores y coordinadores del 112, había unas cinco o seis filas de cuatro personas cada una con operadores y supervisores.