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Las razones nutricionales para comerse un dátil o dos al día

Las razones nutricionales para comerse un dátil o dos al día

Jordi Sabaté

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A pesar de que España es el primer productor europeo, los dátiles no son una fruta estrella en nuestro país como sí lo son en otros de la orilla sur del Mediterráneo: Túnez, Marruecos, Argelia o Egipto. En ellos el dátil se consume habitualmente, cuando no a diario, como postre o acompañando al té. En España, en cambio, limitamos este fruto desecado prácticamente a las fiestas navideñas.

Es cierto que se trata de un alimento de gusto peculiar, que no todos los paladares aprecian, y muy muy dulce, de un dulzor muy concentrado, y ello nos puede inducir a pensar que se trata de un alimento poco saludable. Y acaso lo sea para consumir en cantidades medianas o grandes, pues presenta una cantidad de azúcares intrínsecos por 100 gramos muy elevada. Pero administrado en pequeñas dosis, las que puedan representar un dátil o dos de variedades de tamaño medio, pueden ser un aporte nutricional diario muy interesante.

Mucho azúcar y también mucha fibra

Los dátiles presentan en su composición nutricional un porcentaje de 65 gramos de azúcar intrínseco por cada 100 gramos. Este azúcar es principalmente glucosa, fructosa y sacarosa, y es el principal aporte calórico del dátil, que supone 290 Kcal por cada 100 gramos de producto. Sin duda es un pelotazo dulce, pero también engañoso. El motivo son sus casi 9 gramos de fibra vegetal dietética soluble, uno de los más altos, si no el más alto, en frutos comestibles, superior a las manzanas y solo equiparable con los frutos secos o el membrillo.

Claro que debemos tener en cuenta que se trata de un fruto que se come desecado, pero sin duda su aporte de fibra es muy notable y destaca porque ayuda a fijar estos 65 gramos de azúcares y evitar así una subida del índice glucémico, lo que lo hace un fruto aceptable para una dieta equilibrada e incluso para diabéticos. Dicho esto con el matiz de que se considera un consumo razonable de uno a tres dátiles al día.

Un dátil Medjool, que es de los grandes, pesa alrededor de 20-24 gramos, mientras que los dátiles más pequeños, como los Deglet Nour, pesan un poco menos, alrededor de 7-14 gramos. Supongamos que dos o tres dátiles son unos 35 gramos diarios, lo que implica unos 22 gramos de azúcar y 3,5 gramos de fibra, cosa que sigue siendo una cifra muy compensatoria.

Ayudan a adelgazar, según algunos estudios

Un ensayo clínico demostró que comer tres dátiles al día no provoca el aumento del índice de masa corporal. Eso supone que es posible comer este fruto seco en pequeñas cantidades sin que genere más peso. Esto en parte se explica por la fibra del dátil, que además de fijar azúcares y moderar el índice glucémico por ello, tiene la virtud de ser muy saciante, es decir que nos hace sentir llenos con poca cantidad y nos quita las ganas de comer más.

Por otro lado, el dátil al parecer también tiene virtudes en cuanto a la fijación del colesterol para retirarlo de la sangre, debido a las pectinas de su pulpa. Las pectinas son los hidratos de carbono de cadenas largas que le dan el espesor de puré denso a la carne del dátil. Una revisión de estudios del Departamento de Nutrición de la Universidad de California Davis, concluye que, aunque los datos en humanos son todavía escasos, “los datos de estudios in vitro y en animales informan que el consumo de dátiles o extractos puede modular marcadores seleccionados de la salud vascular, en particular los niveles de lípidos en plasma, incluidos los triglicéridos y el colesterol, los índices de estrés oxidativo y la inflamación”.

Pero además, al parecer ciertos compuestos de esta fruta inhiben ciertas enzimas de la vesícula biliar encargadas de degradar las grasas hasta ácidos grasos para que el metabolismo las pueda asimilar. De este modo, al no ser degradadas, las grasas no se digieren y pasan directamente al intestino para ser expulsadas. Así lo certifica un estudio publicado en 2016 en el Journal of Pharmacognosy and Phytochemistry, que reveló que la inhibición de una enzima que produce el páncreas llamada lipasa pancreática ayudaba a prevenir la obesidad.

Ricos en potasio, magnesio y calcio

La otra gran virtud nutricional de los dátiles reside en que su aporte en minerales es casi digno de un fruto seco, en el sentido de que son ricos en potasio, calcio y magnesio, además de presentar una cierta porción de hierro asimilable, yodo y selenio. En concreto, en cuanto al potasio, fundamental para prevenir calambres, es un pelotazo: aporta 650 miligramos por cada 100 gramos, más que el plátano, el aguacate o las espinacas, y solo superado por los higos y las almendras.

No se quedan cortos en calcio ni en magnesio, con 63 miligramos de calcio por 100 gramos de producto y 50 de magnesio por gramos 100 de producto, unos niveles muy razonables tanto para contribuir al control de los calambres como para prevenir la osteoporosis. También destacan sus casi dos miligramos de hierro asimilable por cien gramos, capaces de cubrir las necesidades diarias, aunque no es recomendable en absoluto comer tal cantidad de dátiles en un día.

A estos hay que sumar 1 miligramo de yodo, lo que ayuda a evitar deficiencias, así como 3 µg de selenio, que ayuda a mantener junto al yodo el funcionamiento de la glándula tiroidea, contribuye a la estabilidad del sistema nervioso y neutraliza el envejecimiento oxidativo, así como contribuye a la consistencia del pelo y las uñas. Finalmente podrían destacarse sus 3 mg de vitamina C, así como sus 21 µg de ácido fólico o los 34 µg de betacarotenos, con propiedades antioxidantes. 

Variedades de dátiles

Existen en el mundo cientos de variedades de palmeras datilera, algunas con dátiles no comestibles. Entre las más comercializadas y extendidas por el mundo se encuentran las siguientes:

  • Deglet Noor:  Es un dátil tierno pero de carne más firme que otros, semiseco, no demasiado dulce.
  • Medjool: uno de los más apreciados por su tamaño y sabor, ya que sus ejemplares pueden alcanzar más de 5 cm de longitud. Es extremadamente dulce, tierno y jugoso.
  • Khadrawy: más pequeño que las anteriores pero también más jugoso. La carne interior es muy blanda y muy dulce.
  • Halawy: otro dátil de calibre pequeño y de textura ligera y cremosa, como de mantequilla.
  • Mozafati: se le conoce también como dátil de Bamba, ya que es originario de esta ciudad del sur de Irán. Tiene un color de piel muy oscuro y brillante.
  • Zahidi: una variedad ideal para los que rechazan el exceso de dulzor de los dátiles, ya que presenta un porcentaje de azúcar intrínseco más bajo.
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