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'Chipi' estrena el FIT de Cádiz con una reivindicación de la “labor social” de los bares

Cádiz —

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Isabel Laguna

Cádiz, 25 oct (EFE).- El gaditano Antonio Romera, Chipi, inaugura este sábado el Festival Iberoamericano de Teatro (FIT) de Cádiz con su primera (y galardonada) obra teatral, un monólogo cómico y musical con el que reinvindica “la labor social” de los bares porque “hasta para los muertos son importantes” y del humor porque “es tan necesario como la comida”.

'El bar nuestro de cada día' es el título de esta obra con la que 'Chipi La Canalla', el nombre con el que se bautiza ahora Chipi, da el pistoletazo de salida al FIT de Cádiz en el Gran Teatro Falla de Cádiz.

“Es como el regalo del principiante”, bromea en una entrevista con EFE este músico de Algeciras que ha compuesto canciones con artistas como Jorge Dréxler y escrito para Pasión Vega, Silvia Pérez Cruz, Tomás de Perrate o La Pegatina, y que en su faceta como guionista ha realizado varios largometrajes, documentales y espectáculos.

Amante de teatralizar un poco sus conciertos, ahora ha construido su primera obra de teatro apoyándose en canciones que también le sirven para contar una historia.

Con ella este 2025 ha ganado tres premios Lorca (Mejor Espectáculo de Teatro, Intérprete Masculino y Autoría Musical) y el de Mejor Espectáculo de Feria de Artes Escénicas de Palma del Río 2024.

“Al Malandro le queda mucha vida”, dice mientras cuenta que ya tiene actuaciones programadas para todo el 2026.

Los bares como “un servicio público”

El Malandro, el protagonista ausente de 'El bar nuestro de cada día', es “un poco de lo que nosotros somos, la persona que nos gustaría ser pero no nos atrevemos, que tiene claro que a la vida hemos venido a disfrutar y que lo único que tenemos que producir es felicidad”, explica.

“Es lo que todos pensamos que hay que hacer pero no podemos hacer por imposiciones sociales”, cuenta.

Y en la obra, Malandro es un asiduo cliente de un bar que ha preferido dejar pagada una fiesta allí a tener un entierro y un velatorio convencional. El camarero (Chipi) será el encargado de cumplir el deseo de este difunto peculiar y de celebrar su legado de sabiduría cotidiana.

Al margen de “vivencias propias” en las que las despedidas de alguno de sus amigos “siempre terminaban en un bar”, Chipi ha querido “poner en valor la figura de los bares”.

“No somos conscientes de la labor social que cumplen, son un lugar de reunión que palía la soledad no deseada, de cohesión social.... últimamente se contemplan como un comercio y no como un servicio publico”, reflexiona.

Añade que no entiende que se hagan “barbaridades” como “echar a la gente de una terraza porque hace media hora se ha tomado un café, es como si una farmacia sólo atendiera dependiendo de lo que te doliera”, ironiza.

El humor, tan necesario como comer

Chipi, al que alguien llamó con humor el 'Bob Dylan de Algeciras', cuenta que desde pequeño le ha gustado “la ficción para suplir la realidad” y que su subida a los escenarios fue algo progresivo.

“Una vez estaba en la calle pegando carteles de José Manuel Soto y me habló desde el cartel. Me dijo: 'chico, estás en el lado equivocado' y entendí que tenía que pasarme al cartel”, bromea.

Reivindica el humor porque en él encuentra “mucha belleza” y porque le emociona “una sonrisa en la boca” y sentir “las cosquillitas y el bienestar que provoca una carcajada”.

“El humor no puede ser un capricho, es necesario, como comer, como hacer pis”, insiste, aunque “igual que hay comidas dañinas y comidas que alimentan, hay humor dañino y humor que alimenta, que es el que a mí me gusta”.

Además de seguir con su peculiar velatorio, Chipi publicará pronto un nuevo disco que se llamará 'El limón y la Pipa', con canciones que ha compuesto y que, dice, otros no cantarían. “Pero yo sí porque no tengo una reputación que mantener”.