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El número de migrantes fallecidos crece un 23% en el primer semestre de 2016

Chalecos salvavidas sobre la costa griega. Imagen de archivo.

Desalambre / Efe

El número de migrantes muertos en el mundo ha aumentado un 23% durante los primeros seis meses del año respecto al mismo periodo de 2015, según ha denunciado este martes la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

En total, 4.224 personas han muerto en lo que va de año en su intento por buscar un futuro mejor fuera de sus países, 3.164 de ellas en el mar Mediterráneo. La comparación de estas cifras con las del primer semestre de 2014 deja un incremento que supera el 53%, debido al crecimiento de las muertes en el Norte de África, Oriente Medio, el Cuerno de África y el Mediterráneo, alerta el organismo.

“Los migrantes siguen haciendo este peligroso viaje y exponiéndose a grandes riesgos, viajando en condiciones precarias y en barcos deficientemente equipados, lo que les deja muy vulnerables tanto para el viaje arduo como para la explotación por las redes de crimen organizado a lo largo del camino”, ha señalado Othman Belbeisi, jefe de Misión de la OIM de Libia.

Las organizaciones humanitarias que realizan labores de salvamento han alertado de la constante frecuencia de llegadas y de la sobrecarga de trabajo a la que hacen frente cada día, llegando incluso a sobrepasar las más de 1.000 personas rescatadas en una sola mañana.

Tras la firma del acuerdo entre la UE y Turquía, la ruta Libia-Italia se presenta ahora como una de las pocas alternativas todavía viables, aun siendo la más mortífera. Si bien el número de llegadas sigue siendo muy alto y sin diferencias significativas con respecto al mismo periodo el año pasado, las muertes sí han aumentado en un 36%, lo que las ONG achacan a la mayor precariedad y peligrosidad de las embarcaciones.

La desesperación es grande. “Hay mucha gente que no tiene opciones. Nosotros ya estábamos enfrentándonos a la muerte en Libia, así que pensamos que podíamos también enfrentarla intentando llegar a Italia”, dice una familia siria en un informe de Amnistía Internacional.

Entre sus páginas se recogen los testimonios de 90 migrantes y refugiados que sí consiguieron sobrevivir al bote hinchable. A su llegada, en los centros de recepción de Puglia y Sicilia, en Italia, confiesan haber sufrido palizas, amenazas de muerte, agresiones sexuales y otros abusos de la mano de traficantes de personas, mafias y grupos armados.

Médicos Sin Fronteras denuncia la constante presencia de menores no acompañados en las embarcaciones: entre las 550 personas rescatadas este domingo, 202 tenían menos de 18 años. Para llegar allí, al menos 147 de ellos habían cruzado el desierto y el mar solos.

En junio, la UE anunció su intención de prorrogar por un año la Operación Sophia, su misión naval contra el tráfico de personas en el Mediterráneo, y formar a la Guardia Costera libia, mejorando su capacidad y compartiendo con ella información, a petición del nuevo gobierno de este país. Pese a ello, los testimonios que recoge AI sostienen que los abusos cometidos por la propia guardia costera libia y en los centros de detención siguen siendo alarmantes.

“Europa no debe ni siquiera pensar en suscribir acuerdos de cooperación con Libia en temas migratorios si su resultado directo o indirecto es este tipo de escandalosas violaciones de derechos humanos. A estas alturas, la UE ha mostrado reiteradamente que está dispuesta a impedir la llegada al continente de personas refugiadas y migrantes casi a cualquier precio, dejando muy de lado los derechos humanos”, lamenta LA directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el norte de África, Magdalena Mughrabi.

Otras rutas: datos difíciles de contabilizar

En cuanto a la ruta del Mediterráneo Occidental (Marruecos-España), entre enero y junio murieron 45 inmigrantes, el triple respecto a los contabilizados en el mismo periodo de 2015. En Centroamérica, por su parte, más de 200 personas han muerto en este periodo tratando de llegar a Estados Unidos, aunque el informe de la OIM asume que debe haber muchas más víctimas sin registrar.

La mayoría de estos últimos murieron al caer del tren que cruza México, conocido como “La Bestia”. No obstante el porcentaje ha descendido considerablemente respecto al año anterior. Si en 2015 el 60% de los fallecidos en Centroamérica perdieron la vida en accidentes relacionados con el tren, la cifra ha descendido este año al 37%.

“Tenemos claro que la cifra de casi 200 fallecidos en el primer semestre del año no refleja la realidad y que ésta debe ser bastante mayor. Pero es muy difícil registrarlo. Hemos detectado que cada vez más los inmigrantes hacen la travesía en vehículos, hay muchos accidentes, y muchos muertos, pero es difícil identificar a los inmigrantes”, ha explicado Joel Millman, portavoz de la OIM.

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