Los refugiados que intenta traer Manuela Carmena frente a las trabas del Gobierno central

El 24 de octubre, el Ayuntamiento de Madrid anunció que “el Gobierno español, a solicitud del Consistorio, tramitó ante el Ejecutivo de Grecia la documentación necesaria para traer a la capital a 21 refugiados”. Desde entonces, la mayoría de las personas afectadas siguen varadas en campos del país heleno. “No sabemos qué pasa”, reconoció este viernes la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en el Vaticano. 

El proceso comenzó en octubre a través de la plataforma ciudadana Bienvenidos Refugiados España (BRE), que recopiló un listado de personas “muy vulnerables”, para los que pedía el traslado urgente a España desde los campos de refugiados de Grecia. Tras obtener el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, el equipo de Carmena acordó el traslado humanitario (una vía legal específica para este tipo de casos) con el Gobierno central. 

Fuentes del Ministerio del Interior consultadas por eldiario.es han asegurado que “el ministro ha transmitido al Gobierno griego su deseo de traer a las personas que se encuentran entre los 21 casos vulnerables y se está trabajando en ello”. No han facilitado fechas de la llegada a nuestro país ni han especificado si se hará a través de traslado humanitario, como así se solicitaba inicialmente.

No obstante, según ha informado el Ayuntamiento de Madrid a eldiario.es, el Área de Derechos Sociales ha podido saber que el Gobierno griego ha identificado solo siete casos, de los 22 presentados originariamente, y estos serán aceptados a través del programa europeo de reubicación, que solo permite la llegada de personas de nacionalidades específicas, como sirios o eritreos. 

En el listado de los 22 refugiados para los que el Ayuntamiento tiene “todo preparado” hay personas de nacionalidades que quedan excluidas del sistema de cuotas europeo. Por esta razón y por el perfil de alta vulnerabilidad, tanto Bienvenidos Refugiados como el Consistorio de Madrid defienden que la evacuación se realice de forma urgente a través de la vía del visado humanitario.

Desde el Área municipal de Derechos Sociales, se han mostrado preocupados por el hecho de que el Ejecutivo central solo haya seleccionado a siete solicitantes de asilo para ser trasladados a España. “Más allá del cupo EASO (las cuotas del sistema de asilo europeo), hay personas de extrema vulnerabilidad que no son de origen sirio y hay que buscar una solución para ellas”. 

Aunque ninguna de las fuentes consultadas conoce las identidades de las personas aceptadas para venir a España, atendiendo a los requisitos del programa de reubicación por cuotas, no podrían ser trasladadas aquellas personas de origen iraquí, paquistaní o afgano. Personas como Lina, Renas o Natasha que siguen esperando en los campos de refugiados de Grecia. 

Renas y Dishad

Los hermanos Renas, de 13 años, y Dishad, de 17,  sufren síndrome comicial por electrocución y síndrome varicoso congénito con insuficiencia vascular periférica, respectivamente. Ambos necesitan tratamiento y ser intervenidos quirúrgicamente, pero la vida en el campamento griego, donde viven con sus otros siete hermanos y sus padres, convierte esta urgencia en una utopía.

Lina

Lina, una madre de familia de 23 años, se vio obligada a casarse con un hombre 25 años mayor que ella, que, según denuncia, la maltrató física y psicológicamente y violó en múltiples ocasiones. Huyó de Afganistán con su madre y sus dos hijos, que nacieron fruto de los abusos sufridos. Hace unas semanas compartió su testimonio y grito de auxilio, reclamando ayuda para “terminar con este infierno”. 

Los hermanos Sidra y Sere

De cumplirse el traslado por el programa EASO y rechazar la vía humanitaria reclamada desde el principio, los hermanos Sidra y Sere, con parálisis cerebral, que llegaron desde Irak, tampoco saldrán de las precarias instalaciones en Grecia donde, según la Plataforma, no reciben la atención sanitaria que requieren y que España podría facilitar.

Natasha Jani

Natasha Jani, una mujer transexual paquistaní, tampoco recibiría en España la protección que necesita para continuar una vida digna. Según asegura, sufrió malos tratos y agresiones constantes por su condición de mujer transexual y que marca en ella una vida de violencia y de explotación sexual y laboral. Voluntarias que la acompañan denuncian el estigma y marginación que sufre también en el campo de refugiados donde vive en Grecia.

Faquira Nouaf

El joven yazidí Faquira Nouaf huyó de Irak después de que ISIS quemara la aldea donde vivía. Primero se trasladó a un campamento en una región kurdo-iraquí, pero después puso mar y tierra de por medio para encontrar un lugar seguro en Europa.

Una vez en Grecia, el horror le acompaña cada día. Sufre alucinaciones visuales con imágenes de miembros del ISIS, que distorsionan su realidad. Faquira tiene que lidiar con estas secuelas psicológicas en un campo de refugiados de Grecia, un lugar que, según la Plataforma Bienvenidos Refugiados, es poco favorable para su recuperación.

Las reticencias a los traslados humanitarios

Bienvenidos Refugiados España insiste en que “existe una vía legal para el traslado de estos casos” y recuerda que “así se solicitó desde un principio para todos ellos, ya que permitía acelerar el proceso de asilo y ofrecer de inmediato la ayuda que no pueden recibir en Grecia”.

Además, la plataforma ciudadana muestra su descontento, ya que el “Gobierno desoye la solicitud de traslado por cuestión humanitaria” y señala que “el Ministerio de Exteriores se excusa ahora en permitir la entrada de estas personas porque provocaría un efecto llamada y afirman que no existe un procedimiento legal para ayudarlas”.

El Ayuntamiento de Madrid asegura que están “preparados para acoger a quienes vengan a la ciudad”. “Tenemos el presupuesto necesario, autorización de los hospitales de la Comunidad de Madrid para ofrecer asistencia, servicios sociales para hacer seguimiento de las familias y la disponibilidad de la Empresa Municipal de Vivienda para facilitar que quienes lleguen, vengan para quedarse a vivir en Madrid”, afirman fuentes municipales. 

Ahora Madrid apunta que “hay una falta de voluntad política a abrir una vía excepcional de ayuda humanitaria”. Recuerda el caso del pequeño Osman, con parálisis cerebral. Tras una fuerte campaña de la ONG Bomberos en Acción, el Ejecutivo emitió un salvoconducto humanitario por razones médicas que permitió al pequeño y a su familia, viajar desde un campo en Idomeni hasta Valencia, para ser tratado.

En julio, Soraya Sáenz de Santamaría nombró varios casos de “algunos refugiados ya acogidos por razones humanitarias extraordinarias”, entre los que citaba al “señor Nabid, un ciudadano paqistaní con las manos necrosadas y que está siendo atendido en Madrid”. 

Desde la plataforma ciudadana admiten que “seguirán insisitiendo” para conseguir que todas estas personas lleguen a España para ser atendidas y evitar, dicen, que “sigan arriesgando sus vidas, ya en la Unión Europea”.