Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

¿Han matado las 'low cost' al InterRail?

Las aerolíneas de bajo coste han ganado terreno al InterRail. EFE

Elena Lozano Santamaría

Buscaban viajar durante un mes por Europa sin gastarse demasiado y eligieron el tren para ello. Iván Pascual y sus amigos vivieron la experiencia del InterRail hace 20 años por la costa de Francia, Inglaterra y Escocia. La improvisación fue la clave de un viaje en el que lo único fijo era el medio de transporte. “No vimos tantas cosas como pensábamos en un principio, pero por el camino descubrimos lugares nuevos”, apunta.

“No tiene nada que ver el tren con el avión”, afirma Pascual, porque “desde el equipaje con el que viajas hasta las expectativas son diferentes”. No obstante, el boom de las aerolíneas de bajo coste ha hecho que muchos jóvenes sustituyan los viajes mochileros en tren por trayectos en aerolíneas de bajo coste. ¿Han matado las low cost al InterRail?

Defensores del tren y del avión coinciden en una cosa: el InterRail se elige por la experiencia de un viaje de varias semanas, mientras que las low cost son más apropiadas para una escapada o para destinos a los que el tren no llega. Viajar en avión, dependiendo del destino, puede ser más barato y rápido que en el tren, pero la experiencia que aporta el viaje no es la misma.

Así lo apuntan algunos usuarios, como Pascual. “El tren es el mejor medio de transporte. Es cómodo, rápido, te descubre paisajes bonitos y te permite interactuar con la gente. En el InterRail te encuentras con gente que también lo está haciendo, los reconoces, hay una cierta hermandad”. Alba Pérez, de 24 años y habitual de las low cost, opina diferente: “Moverse en avión es mucho más rápido y adecuado para irse de escapada. Siempre he considerado el InterRail un viaje de los que se hacen una o dos veces en la vida y para el que tienes que dedicar al menos 10 días”.

Hace 20 años, a Pascual el abono de InterRail le costó 45.000 pesetas (unos 270 euros), pero desde entonces se han introducido varias modalidades del pase (ya sea por zonas geográficas, tipos de asientos, edades o días en los que es posible realizar los trayectos) que han diversificado los precios. A día de hoy, el abono más vendido (el llamado Joven Global Pass) cuesta 442 euros y permite hacer viajes sin límite por toda Europa durante un mes en todos los trenes salvo en asientos preferentes. El siguiente más vendido, el Joven Country Pass, permite viajar ocho días en un mes y su precio osila entre 87 y 222 euros, dependiendo de la zona geográfica.

Los precios de los viajes en aerolíneas low cost varían constantemente, en ocasiones incluso en el mismo día. A día de hoy, un viaje de ida y vuelta entre Londres y Madrid para dentro de dos meses puede costar entre 50 y 80 euros en una aerolínea 'low cost'. A Berlín, unos 85 euros y a Budapest, unos 100 euros, aproximadamente.

Las ventas de pases InterRail en España aumentaron en junio un 4,6% respecto al año pasado, según Renfe. En 2013 se vendieron en nuestro país 13.400 abonos, algo menos que en 2011, cuando esa cifra se situó en 18.603 pases. Es muy difícil conocer el equivalente en datos de las aerolíneas low cost, ya que estas no desglosan sus datos por países, pero sí es notable su crecimiento desde que aterrizaron en nuestro país. Dos de las aerolíneas de bajo coste más utilizadas en España, Ryanair y easyJet, transportaron en total 15,93 millones de pasajeros desde julio de 2013 hasta el pasado mes. Las low cost “han hecho competitivo el transporte aéreo”, apunta José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, la patronal hotelera.

Los canales de venta de los pases InterRail más utilizados son las estaciones y la página web oficial de InterRail, aunque también se puede adquirir en la web de Renfe. Los billetes de aerolíneas low cost, por su parte, se venden prácticamente en su totalidad a través de Internet.

Pros y contras

En el caso del avión, la flexibilidad en la fechas es clave para ahorrar, pero deja poco lugar a la improvisación. Las compañías de bajo coste presentan también algunos inconvenientes, como limitaciones de equipaje y la obligación de realizar la facturación en casa y llevar la tarjeta de embarque impresa (si no, la empresa podría cobrarle). No obstante, sus usuarios piensan que para una escapada es la mejor opción: “Estas compañías han hecho que muchas personas hayan descubierto el placer de viajar y puedan disfrutar de unos días diferentes sin tener que gastar una fortuna ni planearlo como algo extraordinario”, opina Alba Pérez.

No planificar el viaje puede acarrear problemas para encontrar alojamiento, pero la experiencia es diferente. Iván Pascual y sus amigos tenían una idea de los países que querían visitar en su viaje de InterRail, pero no reservaron los alojamientos de antemano. “No vimos tantas cosas como pensábamos en un principio, pero por el camino descubrimos lugares nuevos”, recuerda.

Los usuarios de este viaje en tren coinciden en que repetirían. “Volvería a hacerlo, pero no tanto por el precio del viaje como por la experiencia. El InterRail te da un ambiente diferente, es un viaje con los amigos cuando estás en la universidad y duermes en albergues, en trenes… lo vives diferente a si tienes que hacer todos los trayectos en avión”, afirma María Cristóbal, ingeniera de 25 años que viajó hace cuatro.

Etiquetas
stats