La Audiencia Nacional deja en libertad al fiscalista de Ana Duato e Imanol Arias hasta que su condena sea firme

Fernando Peña, asesor fiscal condenado a 80 años de cárcel por el caso Nummaria, seguirá en libertad mientras su condena no sea firme y se tenga que ejecutar. La Audiencia Nacional ha rechazado la petición de la Fiscalía y la Abogacía del Estado de dictar su ingreso en prisión para empezar a cumplir su condena, al entender que nunca se ha fugado y que además tiene un familiar a su cargo, lo que minimiza el riesgo de que se escape. Peña ha sido condenado, entre otras cosas, por montar estructuras societarias usadas por terceros para evadir impuestos. Ana Duato fue absuelta e Imanol Arias condenado a dos años y dos meses de cárcel en el mismo caso.

La Audiencia Nacional impuso un total de 80 años de cárcel a Peña como máximo responsable del despacho Nummaria y de un fraude fiscal masivo tanto suyo como de sus clientes gracias al “entramado de sociedades” en el extranjero que ponía a su disposición para evadir impuestos. Junto con él fueron condenadas ocho personas que pactaron con la Fiscalía y reconocieron sus delitos contra la Hacienda Pública, entre ellos el actor Imanol Arias. Ana Duato, que optó por pelear su inocencia en el juicio, fue absuelta, como el productor Miguel Ángel Bernardeau y varios trabajadores de la empresa.

La condena de Peña, que todavía es recurrible, desembocó en una vistilla en la que tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado pidieron al tribunal que el fiscalista ingresara ya en prisión para empezar a cumplir su sentencia. Condenado, entre otras cosas, por no tributar 10 millones de IRPF y otros seis más de IVA entre 2010 y 2015, aunque sus prácticas ilegales venían de años atrás, al menos desde el año 2000 según la sentencia de la Audiencia Nacional.

La Sala de lo Penal explica que no es necesario que entre en prisión imponiéndole medidas cautelares como la obligación de comparecer en el juzgado dos veces al mes, retirarle el pasaporte y prohibirle salir de España. Los jueces explican que nunca ha hecho falta imponerle algún tipo de cautelar para evitar que se fugue y “siempre ha estado a diposición del tribunal”. Una condena de 80 años podría ser más que suficiente para enviarle al presidio aunque no sea firme, pero los juees añaden que sus circunstancias familiares “concretamente el cuidado de la esposa” impiden enviarle a prisión en este ommento.