Los bancos españoles, a la cola de Europa en el pago por los depósitos a sus clientes

Diego Larrouy

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La subida de tipos de interés de los últimos meses, y las que están por venir, han traído a la actualidad el pago por los depósitos, una política comercial que se había perdido en la banca. Los clientes verán cómo proliferan las ofertas de las entidades para captar sus ahorros y remunerarles por ello. Sin embargo, las estadísticas muestran que los clientes españoles son los que más están tardando en ver el aumento de los intereses que paga la banca por su dinero, mientras que en otros países europeos los niveles superan con creces lo que se abona en nuestro país.

El Banco Central Europeo ha publicado recientemente los datos de los intereses que, de media, pagan los bancos de cada país a sus clientes cuando firman un contrato de depósito a plazo. Es decir, aquellos que tienen un periodo marcado de antemano durante el cual el banco se queda con el dinero del cliente a cambio de una remuneración. Esta estadística deja a los bancos españoles en los últimos puestos de la zona euro. En agosto, la media de remuneración de estos contratos era del 0,1%, solo por encima de Irlanda, Portugal, Eslovenia y Chipre.

España se sitúa igualmente lejos de la media de la zona euro. El BCE señala que en agosto este dato alcanzó el 0,48%. La diferencia es todavía mayor si la comparación se hace con la media de las principales economías europeas. En Alemania se escala hasta el 0,66%; en Francia, hasta el 0,94%; y en Italia se supera el 1%.

El BCE apunta en su último informe, en el que se dan los datos medios de los tipos de interés cobrados y pagados por los bancos, que se está apreciando ya una aceleración en la subida del pago por los depósitos. Achaca este crecimiento al efecto de las subidas de los tipos de interés que ha aprobado en sendas reuniones en julio y septiembre y a la que, presumiblemente, se sumará un tercer incremento en los tipos en la próxima reunión de finales de este mes.

Existen distintos tipos de depósitos. Los hay a la vista, son aquellos que se encuentran en una cuenta con dinero del que el cliente puede disponer. Son, habitualmente, las cuentas que menos rendimiento ofrecen. Paradójicamente, sin embargo, son las cuentas donde los bancos españoles salen mejor parados. Mientras la media de la zona euro es que apenas rindan un 0,01%, en el caso español la media se sitúa en el 0,02%. Una ventaja leve, pero la única que obtiene la banca española frente a la europea.

En el resto de categorías, la diferencia de España con las grandes economías es sustancial. Si el contrato es por un periodo inferior a un año, por ejemplo, los bancos españoles tienen una media del 0,01%, según figura en los registros del BCE en el mes de agosto. En Alemania, la media se sitúa en el 0,49%, casi medio punto más, mientras que en Italia y Francia supera el 0,8%. Pongamos que se supera el año, pero no los dos cursos de duración. En este caso, la media de la banca española es del 0,63%, frente al resto de grandes economías del continente, que superan holgadamente el 1%. Si la mirada se fija en el largo plazo, más allá de los dos ejercicios, la diferencia se amplifica, y la media en España es la mitad de Alemania, una cuarta parte de la de Francia y una quinta parte de la de Italia.

Hasta las recientes subidas de tipos de interés por parte del BCE, los depósitos no tenían ningún rendimiento en el sector bancario. De hecho, los bancos han llegado a cobrar a aquellos grandes clientes –corporaciones y organismos públicos– por guardar su dinero. La expectativa es que eso cambie en los próximos meses, a medida que se consoliden las subidas. Sin embargo, los tiempos están siendo más lentos para el pago de depósitos que para el cobro por los préstamos a tipo variable, que llevan creciendo desde la pasada primavera.

Esta es una tendencia que no es única de España. El BCE reconoce en su informe sobre la evolución de los intereses en la banca europea que se está produciendo una subida mucho más acelerada del coste de los créditos que del rendimiento de los depósitos. Mientras el coste de los préstamos para los hogares ha aumentado en torno a un punto desde febrero, antes del inicio de la guerra en Ucrania, los depósitos apenas han aumentado su remuneración en un cuarto de punto. Además, los depósitos a la vista siguen congelados. Durante el tiempo que se prolonga esta situación, con esta brecha entre un producto y otro, redunda en los márgenes de los bancos, que ingresan más por los préstamos pero no ven incrementos disparados en los pagos por los depósitos.

Primeros movimientos

Sí se están produciendo los primeros movimientos en España de bancos presentando ofertas para captar los ahorros de los clientes. Pero no son los grandes bancos los que están llevando la iniciativa. Son entidades como Renault Bank, Orange Bank, EBN, Pibank y otros bancos pequeños o con base en el extranjero que se adentran en esta competencia antes que los grandes grupos. Hay plataformas, al estilo de supermercados de depósitos, que permiten acceder a productos de este tipo que se comercializan en entidades situadas en territorio europeo. Incluso ING, que hace dos años redujo la remuneración de su cuenta Naranja y restringió su uso, ha vuelto a abrir la mano recientemente, aunque todavía en un nivel bajo.

Los grandes bancos, sin embargo, son más lentos. La estrategia de estos pasa todavía por captar clientes para los fondos y planes de pensiones, un producto que ha crecido en los últimos años ante la congelación del pago por los depósitos. Señalan que por el momento no se han subido lo suficiente los intereses de depósito por parte del BCE y apuntan a un largo plazo para la vuelta a remunerar de manera relevante este tipo de productos. Son las plataformas digitales de estos grandes grupos las que han comenzado a hacer movimientos incipientes en este sentido, pero todavía sin ser campañas generalizadas.

Los años de la pandemia han provocado una enorme balsa de ahorro en los hogares, por lo que el futuro de las campañas comerciales en depósitos puede tener impacto para millones de clientes en España. Según los últimos registros del Banco de España, los hogares españoles alcanzaron en junio los 1,05 billones de euros en efectivo y depósitos. Se trata del nivel más alto de la historia. Una cifra que prácticamente no ha dejado de crecer pese a que, hoy por hoy, los bancos apenan compensan por ello.

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