Los madrileños huyen a la sierra de vacaciones

Madrid, 14 mar (EFE).- Se avecinan dos puentes festivos en los que los madrileños no podrán viajar a la dehesa extremeña ni a la playa de Valencia pero tienen ansias de darse un respiro después de un año pandémico y los alojamientos rurales de la región son su vía de escape.

Finalmente, la Comunidad de Madrid ha acatado aplicar el cierre perimetral en el puente de San José y Semana Santa, aunque recurrirá la decisión ante la Justicia, por lo que por lo pronto los madrileños deberán permanecer en la región y el turismo rural se ha convertido en su opción vacacional.

Ainhoa ha alquilado un alojamiento rural en la zona de La Hiruela, en la Sierra Norte de Madrid, pero reconoce que no ha sido tarea fácil porque en las páginas de búsquedas todo aparecía con el cartel de “completo”.

“Yo lo entiendo, los que vivimos en Madrid capital estamos deseando salir de aquí y sentir un poco la naturaleza para dejar atrás el asfalto”, asegura Ainhoa aunque reconoce que su “auténtico plan” durante estas fechas era ir a visitar a su familia en Castilla y León, a la que no ve desde Navidad.

Según los últimos datos del portal de reservas Escapada Rural, el nivel de ocupación de los alojamientos rurales en la Comunidad de Madrid de cara al puente de San José es de un 83 % y para la Semana Santa de un 89 %.

El coronavirus, la naturaleza, la proximidad pero, sobre todo, no poder salir de las regiones ha potenciado este tipo de reservas, a pocas horas de la capital, que permiten “tomar el aire y desconectar”, señala a Efe Ana Alonso, de Escapada Rural.

“No queda ni un hueco”, así está el hotel Luces de Poniente en Cercedilla, según su directora Carmen Suárez, quien recibe con ilusión la llegada de huéspedes a este alojamiento que se ha mantenido cerrado desde las restricciones por áreas básicas de salud en este municipio.

“Los fines de semana lo notamos y cuando es puente más. La gente quiere salir y ahora más con el buen tiempo, lo que al turismo rural nos viene muy bien”, reconoce aunque también tiene un recuerdo para los hoteleros de otras regiones: “A nosotros nos viene bien el cierre perimetral porque Madrid tiene mucha gente pero no sé qué va a pasar con los hoteleros extremeños”.

De hecho, la llegada masiva de turistas ha suscitado la preocupación de los alcaldes de Manzanares El Real, Soto del Real, El Boalo, Miraflores y Guadalix, todos ellos en la Sierra Norte, que han solicitado a la Delegación de Gobierno ayuda para asegurar el “control de los visitantes”, que cada semana “colapsan” sus infraestructuras, y creen que seguirán haciéndolo de forma más masificada durante los próximos puentes.

Sin embargo, en la capital la situación es totalmente diferente ya que no hay turistas: la ocupación media de los hoteles ronda el 20 % y un poco más en los establecimientos cercanos a Atocha y a Barajas, según datos de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid.

Los responsables de la asociación consideran que esta cifra de ocupación se mantendrá durante los dos puentes ya que las restricciones de movilidad entre las comunidades autónomas y la internacional hacen que el sector este estancado.

David e Irene, ambos médicos e inmunizados de coronavirus, tenían planeado volar a Canarias en Semana Santa después de un “año frenético”, pero con el cierre perimetral han tenido que abortar su idea y, en compensación, pasarán un fin de semana romántico en un hotel de la capital: “No podemos viajar pero así, al menos, podemos imaginar que lo hacemos”.

La ocupación del hotel Maydrit, ubicado cerca del aeropuerto, cuenta con una ocupación del 12 % de cara a los próximos puentes aunque esperan que esta cifra aumente ligeramente porque las reservas ya no se hacen con antelación sino de hoy para mañana.

El director del hotel, Jorge Altolaguirre, lleva meses sin apenas turistas y los únicos que se hospedan son por alguna escala en el aeropuerto o algún viaje de negocios.

Sin embargo, asume que uno de los puntos fuertes del establecimiento son sus dos terrazas, abiertas no sólo para los clientes, y espera que la llegada del sol las siga llenando: “Los madrileños necesitan la calle”.

Ana Márquez