La Reserva Federal recorta los tipos de interés otro cuarto de punto en medio de incertidumbres y presiones de Trump

Andrés Gil

Corresponsal en Washington —
10 de diciembre de 2025 20:00 h

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La Reserva Federal ha bajado este miércoles los tipos de interés un cuarto de punto, hasta la horquilla del 3,50%-3,75%, en un escenario de incertidumbre por la falta de datos económicos actualizados por el cierre del gobierno y en medio de síntomas de debilitamiento del mercado laboral.

La decisión ha sido tomada por nueve votos a favor y tres en contra.

“El crecimiento del empleo se ha ralentizado este año y la tasa de desempleo ha aumentado ligeramente hasta septiembre”, afirma el comunicado de la Fed: “La inflación ha aumentado desde principios de año y se mantiene en niveles algo elevados”.

En este sentido, el Comité de la Fed “busca alcanzar el máximo empleo y una inflación del 2% a largo plazo”, y reconoce: “La incertidumbre sobre las perspectivas económicas sigue siendo elevada. Y los riesgos para el empleo han aumentado en los últimos meses”.

“En apoyo de sus objetivos y a la luz del cambio en el equilibrio de riesgos”, afirma el comunicado, “el Comité decidió reducir los tipos en 1/4 de punto porcentual, hasta situarlo entre el 3,5% y el 3,75%. Al considerar el alcance y el momento de los ajustes adicionales, el Comité evaluará los datos que se vayan recibiendo, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de los riesgos. El Comité está firmemente comprometido con el apoyo al máximo empleo y el retorno de la inflación a su objetivo del 2%”.

Para las futuras decisiones, la Fed tendrá en cuenta “los datos sobre las condiciones del mercado laboral, las presiones inflacionistas y las expectativas de inflación, así como la evolución financiera e internacional”.

Así mismo, la Fed “considera que las reservas han disminuido y comenzará a comprar valores del Tesoro a más corto plazo según sea necesario para mantener un suministro suficiente de reservas de forma continua”.

En contra de la medida votó el miembro de la junta de la Fed enviado por la Casa Blanca, Stephen I. Miran, que prefería reducir el tipo de interés en medio punto porcentual. En el lado contrario estaban Austan D. Goolsbee y Jeffrey R. Schmid, que preferían no tocar los tipos.

La Fed se encuentra un momento delicado para la economía estadounidense: la contratación se ha estancado, la inflación se mantiene elevada y el crecimiento de la economía depende en gran medida de la inversión de las principales empresas tecnológicas en infraestructura de inteligencia artificial.

Antes de que el cierre del gobierno interrumpiera el flujo de datos el 1 de octubre, el crecimiento mensual de las contrataciones se había reducido a un promedio de tan solo 29.000 al mes durante los tres meses anteriores. La tasa de desempleo subió ligeramente a un aún bajo 4,3% en agosto, desde el 4,2% en julio.

“Considerable incertidumbre”

Las proyecciones económicas “están sujetas a una considerable incertidumbre”, afirma la Reserva Federal de EEUU: “Al igual que con la actividad económica y la inflación, las perspectivas sobre la trayectoria futura de los tipos de interés están sujetas a una considerable incertidumbre. La política monetaria depende en gran medida de la evolución de la actividad real y la inflación a lo largo del tiempo. Si las condiciones económicas evolucionan de manera inesperada, las evaluaciones sobre el nivel adecuado de la tasa de fondos federales cambiarían a partir de ese momento”.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, a quien Donald Trump insulta cotidianamente por no rebajar los tipos de interés tanto como al presidente de EEUU le gustaría, ha afirmado: “Desde nuestra reunión de octubre, las condiciones del mercado laboral parecen estar enfriándose gradualmente y la inflación se mantiene algo elevada, lo que respalda nuestros objetivos a la luz del equilibrio de riesgos para el empleo y la inflación. Aunque aún no se han publicado algunos datos clave del Gobierno, los indicadores disponibles sugieren que la actividad económica se ha expandido a un ritmo moderado. El gasto de los consumidores parece haberse mantenido sólido y la inversión de las empresas ha seguido expandiéndose. Por el contrario, la actividad en el sector de la vivienda sigue siendo débil”.

“Es probable que el cierre del Gobierno federal haya lastrado la actividad económica en el trimestre actual”, ha afirmado Powell, “pero estos efectos deberían compensarse con un mayor crecimiento en el próximo trimestre, como reflejo de la reapertura del Gobierno. En nuestro resumen de las proyecciones económicas, la mediana prevé que el PIB real aumentará un 1,7 % este año y un 2,3 % el próximo, algo más de lo previsto en septiembre”.

En el mercado laboral, Powell ha dicho que “los datos oficiales de empleo de octubre y noviembre se han retrasado, y los datos disponibles sugieren que tanto los despidos como las contrataciones siguen siendo bajos. El informe oficial sobre el mercado laboral de septiembre, el más reciente publicado, mostraba que la tasa de desempleo seguía aumentando, hasta alcanzar el 4,4%, y que el crecimiento del empleo se había ralentizado significativamente desde principios de año. Es probable que gran parte de esta desaceleración refleje una disminución del crecimiento de la población activa debido a la menor inmigración y participación en el mercado laboral”.

“Aunque la demanda de mano de obra también se ha debilitado claramente en este mercado laboral menos dinámico, los riesgos para el empleo parecen haber aumentado en los últimos meses”, ha dicho Powell: “En nuestra proyección de septiembre, la mediana de la tasa de desempleo es del 4,5% a finales de este año y desciende ligeramente a partir de entonces”.

Por otro lado, “la inflación se ha moderado significativamente desde sus máximos de mediados de 2022, pero sigue siendo algo elevada en relación con nuestro objetivo a largo plazo del 2%. Los precios subieron un 2,8% en los 12 meses que finalizaron en septiembre, excluyendo las categorías volátiles de alimentos y energía. La inflación subyacente también subió un 2,8%; un dato más alto que a principios de año, ya que la inflación de los bienes se ha acelerado, reflejando los efectos de los aranceles”.

“Los riesgos para la inflación se inclinan al alza y los riesgos para el empleo, a la baja, lo que supone una situación difícil”, ha reconocido el presidente de la Fed: “Nuestras medidas de política monetaria se rigen por nuestro doble mandato de promover el máximo empleo y la estabilidad de precios para el pueblo estadounidense. No existe una vía sin riesgos para la política monetaria, ya que nos movemos entre nuestros objetivos de empleo e inflación. Una hipótesis razonable es que los efectos de los aranceles sobre la inflación serán relativamente efímeros. En la práctica, se trata de un cambio específico en el nivel de precios”.

Así, Powell ha dicho: “Nuestra obligación es asegurarnos de que un aumento concreto del nivel de precios no se convierta en un problema de inflación continuado, pero, dado que los riesgos para el empleo han aumentado en los últimos meses, el equilibrio de riesgos ha cambiado. Nuestro marco nos exige adoptar un enfoque equilibrado para promover ambos aspectos de nuestro doble mandato en consecuencia. Por eso en esta reunión, hemos considerado apropiado reducir nuestro tipo de interés oficial en un cuarto de punto porcentual”.

“Esta mayor normalización de nuestra política monetaria debería contribuir a estabilizar el mercado laboral, al tiempo que permite que la inflación retome su tendencia a la baja hacia el 2 % una vez que hayan desaparecido los efectos de los aranceles”, ha dicho Powell. La mediana prevé que el nivel adecuado de la tasa de fondos federales será del 3,4% a finales de 2026 y del 3,1% a finales de 2027, sin cambios respecto a septiembre. Como siempre, estas previsiones individuales están sujetas a incertidumbre y no constituyen un plan o una decisión del comité. La política monetaria no sigue un curso preestablecido y tomaremos nuestras decisiones reunión a reunión“.