El bufete Cuatrecasas ha encomendado a la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, consejera externa de la firma desde este año, centrarse especialmente en las áreas de Aeroespacial y Defensa, en pleno boom del gasto militar.
En la web del bufete, esas dos áreas han pasado a figurar como la primera de las “especialidades” de la antaño todopoderosa número dos de Mariano Rajoy. En la página oficial de Cuatrecasas la exvicepresidenta figura encuadrada en el equipo de Aeroespacial y Defensa, de cuya oficina en Barcelona es socio Alejandro Auset, abogado del Estado en excedencia, como Sáenz de Santamaría.
En enero, tras casi seis años como abogada, socia y adjunta a la presidencia de Cuatrecasas, Sáenz de Santamaría asumió una nueva posición como consejera externa de la firma, “dejando el ejercicio activo de la abogacía”, según anunció el despacho en septiembre de 2024.
“Centrará sus esfuerzos en apoyar al equipo de dirección y en representar al Despacho ante instituciones y organizaciones, principalmente en el ámbito internacional”, indicó entonces el bufete.
“Afronto con ilusión una nueva etapa, centrada más aún en la gestión y en la que apoyaré al Despacho en un momento de grandes desafíos”, señaló Sáenz de Santamaría en un comunicado en el que añadía que “Cuatrecasas está inmersa en el desarrollo de su Plan Estratégico 2024-2026 âque implica una reestructuración interna global de la prestación del servicio, poniendo al cliente en el centroâ y en la consolidación de su expansión internacional, creando un despacho global de referencia en Iberoamérica. Es en este ángulo en el que se proyectará mi nueva función”.
Fuentes del sector aseguran que Sáenz de Santamaría se mantiene activa en el asesoramiento a empresas de defensa. elDiario.es contactó el pasado lunes con Cuatrecasas sin obtener respuesta. Hasta que dejó de ser socia del bufete, la exvicepresidenta desarrolló la práctica de Corporate Compliance y era responsable de sectores estratégicos y control de inversiones exteriores.
En la web del despacho ha figurado todavía gran parte de este año como socia de Gobierno Corporativo y Compliance, recoge la web archive.org. El bufete explica actualmente en esa web que la exvicepresidenta “es experta en el asesoramiento a compañías en relación con el nuevo régimen de inversiones exteriores en sectores estratégicos, aprobado en marzo del 2020 en España como consecuencia de la crisis de la COVID-19. El régimen incluye infraestructuras y tecnologías críticas, energía y otros sectores de actividad esenciales”.
Cuatrecasas es el segundo despacho de abogados de España por facturación (343,50 millones de euros en 2024). La firma tiene su foco en España, Portugal y América Latina, donde cuenta con presencia en Chile, Colombia, México y Perú. Con más de 1.900 profesionales de 29 nacionalidades, cubre todas las disciplinas del derecho de los negocios y tiene 25 oficinas en 12 países.
Entre las numerosas operaciones corporativas que ha asesorado Sáenz de Santamaría en los últimos años como socia de Cuatrecasas está la compra, en agosto de 2023, de un 9,5% del fabricante vasco de motores para aviación ITP por parte de Indra, empresa cotizada en torno a la cual el Gobierno está intentando conformar un gran grupo nacional de defensa.
Fue en agosto de 2013 cuando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) volvió a convertirse en primer accionista de Indra, al adquirir las acciones que hasta entonces tenía Bankia, entonces recién rescatada.
Vicepresidenta del Gobierno entre diciembre de 2011 y junio de 2018 y consejera electiva del Consejo de Estado desde 2018, Sáenz de Santamaría es también consejera de Moeve (antigua Cepsa). Desde 2022 preside la Cátedra de Investigación Cuatrecasas – Universidad Carlos III de Derecho Corporativo y del Derecho Financiero, Fiscal y de Arbitraje Internacional.
Goteo de apariciones
La vallisoletana se retiró de la vida pública tras ser desbancada en julio de 2018 por Pablo Casado en la pugna por la presidencia del PP. Aunque lleva años en un discreto segundo plano, participa periódicamente en distintos foros y eventos.
A principios de octubre acompañó en el Foro La Toja (del que es habitual el expresidente Rajoy) al historiador Michael Ignatieff, con una ponencia inaugural en la que los riesgos geopolíticos que afrontan los Gobiernos y empresas tuvieron un papel preponderante.
Junto al prestigioso intelectual canadiense, Sáenz de Santamaría se preguntó “cómo debemos pensar los europeos y cómo atacamos y organizamos la industria de la defensa”; en su opinión, si en el proceso de rearme que preconiza la Comisión Europea “cada Estado mira lo que aporta y lo que recibe, las factorías que le van a colocar, y cada uno tratamos de tenerlo todo, fracasaremos”.
Y este proceso “puede dar una transferencia enorme al sector privado y a la industria en general, si lo hacemos bien”. “Si a mí hace unos años me hubieran dicho que tener un mayor presupuesto en Defensa iba a ser algo so nice [”tan agradable“], no lo hubiera creído jamás”, añadió, alternando español e inglés.
Hace unos días, Sáenz de Santamaría impartió en el Foro Fundación Ibercaja en Zaragoza una conferencia en la que el complejo contexto geopolítico actual tuvo, de nuevo, un papel preponderante. En ella abogó por forjar “campeones europeos” del sector de la defensa ante la amenaza rusa.
Sin leer un papel y sin apenas alusiones a la política nacional, lamentó que “cada vez hay menos alicientes para que la gente con capacidad tenga ganas de participar en política”, una actividad “dura”. “Cuando entras, cuando estás, cuando te vas. Se han roto todos los diques, de la vida pública, de la vida privada… cualquier tipo de respeto”. “La gente con talento huye en su mayor parte”.
Unos días antes, el lobby agrario Sos Rural, crítico con las energías renovables y vinculado a agricultores del Campo de Cartagena, anunció su presencia en un acto en el Hotel Ritz de Madrid junto al expresidente Felipe González, la andaluza Susana Díaz, el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra o el polémico Manuel Lamela (PP).
Finalmente, Sáenz de Santamaría se cayó del cartel la víspera del evento y fue sustituida por el exministro del PP Manuel Pimentel. En los días previos hubo “presiones” a varios de los ponentes anunciados para que no acudieran, según aseguró Felipe González durante un debate con Pimentel.