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La publicidad social es posible

Una de las imágenes de la campaña 'No aceptamos pulpo'. / LaBox

María Muñoz

El cierre de la agencia de publicidad en la que trabajaban desde hace años fue el empujón para que cuatro compañeros se lanzaran a crear su propia compañía pero haciendo las campañas que siempre habían querido: igualitarias, sin estereotipos y socialmente responsables. Así nació hace tres años LaBox, la única cooperativa sin ánimo de lucro dedicada a la comunicación y la publicidad que existe en el País Vasco y que acaba de recibir tres premios por campañas realizadas en diversos ámbitos.

“Creemos que la publicidad es una herramienta esencial de comunicación y como tal tiene una responsabilidad social en la sociedad, como es el hecho de no promover estereotipos que rechazamos”, explica Beatriz Martínez, una de los cuatro lados de LaBox junto a Frinée Moreno, Óscar Cernada y Jorge Morer. Y bajo estos cimientos comenzó a andar la agencia.

Su objetivo es difundir mensajes “responsables” y para ello es imprescindible prestar atención “al lenguaje que empleas o las imágenes que utilizas”, subraya la publicista, quien añade que uno de sus criterios esenciales es que no sea “sexista”.

Contra las agresiones sexistas

Precisamente una de las campañas que ha sido premiada en la novena edición del Festival Internacional de Publicidad Social, celebrado el pasado junio, tenía que ver con el rechazo de esas conductas sexistas. Promovido por el Servicio de Igualdad del Ayuntamiento Vitoria-Gasteiz, y bajo el nombre No aceptamos pulpos, la campaña buscaba concienciar contra las agresiones sexistas durante las Fiestas de la Blanca -los festejos patronales de la ciudad-.

“Estaba dirigida a un público de entre 18 y 30 años para transmitir la importancia de evitar estas agresiones y promover el respeto en las fiestas”, señala Martínez. Así, la campaña tenía una imagen principal de un pulpo de color azul junto a la frase No acepto pulpo como animal de compañía pero también otra que iba dirigida a los chicos y en la que se veía un salero de color rojo junto a la frase 100% salado, 0% pulpo.

Premio Publifestival - Mejor Proyecto Social por la Tolerancia- No aceptamos pulpos from SomosLaBox on Vimeo.

Con la campaña “No aceptamos pulpos” realizada en las Fiestas de La Blanca de Vitoria-Gasteiz para el departamento de Igualdad del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, LaBox ha ganado en el Festival de Publicidad Internacional Social Publifestival en la categoría Mejor Proyecto Social por la Tolerancia.

“La idea era que los chicos también se involucraran no solo en no realizar las agresiones, sino también en que rechazaran y denunciaran si veían a algún otro hacerlas”, subraya la publicista. A día de hoy, explica Martínez, hay muchos bares que sigue manteniendo los carteles, lo que demuestra, en su opinión, “que el público y la hostelería está muy a favor de realizar este tipo de campañas”.

Desde LaBox rechazan las afirmaciones hechas muchas veces por las grandes agencias cuando se les critica por ejemplo por seguir utilizando a la mujer para publicitar productos de limpieza y que justifican porque son las mujeres las que en su mayoría hacen la compra o las tareas del hogar. “Es la pescadilla que se muerde la cola, no es cierto que las mujeres sean las mayores consumidoras de estos productos y por eso en muchos aspectos la publicidad se ha quedado atrás y no está sabiendo ver los cambios que se están produciendo, subraya.

Decidieron constituirse como cooperativa sin ánimo de lucro, lo que no quiere decir, subrayan que no que cobren por su trabajo, sino que las ganancias tras los pagos de salarios y proveedores se invierten en la entidad ya sea en formación o en lo que esté estipulado en sus estatutos. “Era nuestro camino lógico y lo que más se parece a lo creemos”, señala Martínez. Además, la agencia pertenece desde sus inicios a la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS)

El nombre de la agencia -box es caja en inglés- representa precisamente los cuatro lados que forman la agencia. “Empezamos a darle vueltas y llegamos a la conclusión de que una caja es el ejemplo más puro de creatividad de un niño porque cuando juega con ella la convierte en lo que quiera y nuestra idea es no perder nunca ni la creatividad ni la imaginación”, indica Martínez.

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