No hay duda de que el reciclaje va unido al consumo. Allá donde hay una persona bebiendo de una lata, comiendo de un envase o comprando un litro de leche puede comenzar, instantes después, el proceso de reciclado de ese residuo que acaba de consumirse.Por ello es importante que las papeleras y los contenedores lleguen a aquellos lugares, más allá de nuestros propios hogares, en los que se generan estos envases, cartones o papeles que pueden tener una nueva vida.
Con la vista puesta en este planteamiento, Ecoembes ha querido llevar el reciclaje a entornos muy variados, como estaciones de servicio, parques tecnológicos u hospitales que se han mostrado dispuestos a colaborar para mejorar sus dinámicas de recogida de residuos.
Y no se trata solo de ofrecer papeleras o contenedores sino que esta colaboración se traduce en un acompañamiento que toma muy diversas formas, desde actividades de concienciación a asesoramiento técnico, todo para que no falten los medios que permitan implementar la recogida de estos residuos en establecimientos e instalaciones con un alto consumo.
“Estas iniciativas están vinculadas a incrementar la tasa de reciclado, de recogida separada y el reciclado que tenemos en el país”, resume Fernando Blázquez, gerente de Ecoembes en la zona norte, que explica cómo han estudiado los “puntos de generación de envases” y han puesto el foco en estaciones de servicio, parques tecnológicos u hospitales. Emplazamientos con zonas de espera, cocinas, lugares de reunión… En los que se han marcado el objetivo de que estos envases “pasen de ser un residuo a ser un recurso”, señala Blázquez.
Fomentando el reciclaje en lugares de alto consumo
Por eso, Ecoembes llegó a un acuerdo con FEGAES, la Federación Gallega de Estaciones de Servicio, para incentivar el reciclaje en sus instalaciones gracias a iniciativas como la entrega de más de 200 papeleras de recogida selectiva, la celebración de jornadas de sensibilización ambiental sobre cómo prevenir el impacto ambiental de los envases o distintas actividades de formación para el personal, enfocándose en sostenibilidad, reciclaje y medidas frente al cambio climático.
“Los gasolineros están muy concienciados y la gente parece que lo reclama también”, explica Julio César Lopez Vázquez, vicepresidente de la federación gallega y también presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de A Coruña, mientras resalta que empezaron con papeleras solo amarillas, para envases de plástico, metal y briks, y ahora también han añadido las azules, para cartón y papel.
Otra colaboración puesta en marcha con Ecoembes es con Giahsa, una empresa de gestión de agua y residuos de Huelva, con la que buscan incrementar el reciclaje en entornos como los campings y otros lugares turísticos. En este caso, recurren a distintas herramientas, como los sensores, para hacer más eficiente la recogida selectiva de residuos.
“A raíz de la ayuda que nos dio Ecoembes compramos los contenedores de envase con sensores, lo que hace es que conocemos en tiempo real el llenado de cada contenedor. Y con ese llenado, nosotros marcamos la ruta de la recogida; en función del llenado, programamos la ruta”, señala Fátima Hidalgo, de Giahsa, que trabaja con unos 25 establecimientos de la zona.
De esta forma, las rutas son mucho más eficientes ya que los camiones no van a hacer una recogida sin necesidad a la vez que se evitan también posibles desbordes de los contenedores. “Son ahorros tanto para el medioambiente como para nosotros, tanto en costes como luego en reducción de dióxido de carbono”, sentencia Hidalgo.
Estas no son los únicos acuerdos de Ecoembes, que también ha trabajado con los responsables de diversos hospitales de Cantabria para mejorar la eficacia de los puntos de recogida. En este caso, por ejemplo, se han realizado visitas para estudiar la casuística concreta de cada hospital antes de realizar una propuesta y permitiendo a los hospitales adoptar soluciones que aseguren que el consumo que se realiza en las salas de espera o en los comedores tenga el menor impacto posible.
Igualmente, otro punto en el que fomentar el reciclaje han sido los parques tecnológicos de Asturias, concretamente el Parque Tecnológico en Llanera y en el Parque Tecnológico y Científico de Gijón donde se ha buscado la adhesión de más de una veintena de empresas que forman parte de dichos parques a programas de formación a la vez que se ha complementado la contenerización de estas instalaciones empresariales.
Así, Blázquez se muestra satisfecho con estas colaboraciones pero abierto a seguir aumentándolas, consciente de que se perciben como algo realmente positivo y como un servicio más a los usuarios de estos espacios. “Creo que todo el mundo pone su granito de arena y además están dando una segunda vida a un material que hasta ahora iba a un vertedero y estaba siguiendo un camino que no era el correcto. Entonces, creo que todo el mundo lo ve como una labor positiva”, concluye Blázquez.