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Cuando el tren no entiende de fronteras: ocho ejemplos de internacionalización ferroviaria

Ricardo Arnaiz

Hace mucho ya que el ferrocarril conquistó el mundo. Su aparición hizo revolucionar el transporte y su desarrollo ha ido parejo a la evolución de los países, marcando fuertes diferencias en momentos clave de la historia. En España el ferrocarril echó a rodar en 1848 y Renfe lleva ya 80 años encargándose del transporte ferroviario ofreciendo servicios de todo tipo, desde trenes de cercanías hasta alta velocidad. Pero sus proyectos no se quedan en nuestras fronteras y su plan de internacionalización va cada vez más allá.

Según su Plan Estratégico, Renfe tiene como objetivo que el 10% de sus ingresos provengan de mercados internacionales en 2028. Y aunque dos de sus grandes proyectos son de sobra conocidos, uno en Arabia Saudí y otro en Texas, hay muchos más repartidos por una amplia diversidad de países.

Ocho proyectos ferroviarios repartidos por todo el mundo

En su proceso de internacionalización, Renfe aprovecha oportunidades como la entrada en vigor del área única europea que permite ofrecer servicio en países de la Unión Europea, pero en realidad va mucho más allá con presencia también en continentes como Asia, América e incluso África, a través de Kenia.

  • El ‘Proyecto Haramain Highspeed Railway’ de Arabia Saudi

La Alta Velocidad llega a Arabia Saudí de la mano de Renfe. El Proyecto Haramain Highspeed Railway une las dos ciudades sagradas de La Meca y Medina. La línea tiene una longitud de 452,9 kilómetros, tiene cinco paradas y consta de una flota de 35 trenes Talgo-Bombardier. Como hecho histórico, en un futuro cercano 30 mujeres se incorporarán como maquinistas tras haber sido seleccionadas entre un total de 28.000 candidatas.

  • El tren de Alta Velocidad de Texas

El proyecto Bullet Train está en marcha gracias a la colaboración de la empresa Texas Central y Renfe. La línea conectará los 386 kilómetros que separan las ciudades de Houston y Dallas/Fort Worth en menos de 90 minutos. Texas Central Railroad propone construir una réplica del sistema ferroviario de alta velocidad japonés Tokaido Shinkansen mientras que Renfe opera los trenes y participa como socio en este proyecto a largo plazo en las etapas de desarrollo, diseño, construcción y en la operativa comercial.

  • Leo Express, la entrada en República Checa, Eslovaquia y Polonia

Leo Express es una compañía privada que comenzó a operar en 2012 en República Checa y ahora, tras una ampliación de capital social de la compañía, Renfe ha adquirido el 50% del operador checo. Una estrategia de negocio fundamental, pues esto además le permite optar a licitaciones de OSP en Alemania, República Checa, Eslovaquia y Polonia, y puede arrastrar a otras compañías españolas del sector ferroviario a entrar en el Centro y Este de Europa.

  • El ‘Tren Maya’, en México

Renfe también tiene entre manos otro proyecto en Norte América, y es que en consorcio con Ineco y DB Engineering & Consulting dará servicio durante tres años al desarrollo del Tren Maya en México. Entre sus responsabilidades se encuentran dar apoyo durante su construcción y definir los requisitos de la operación y del mantenimiento. Supervisará la fabricación, entrega y puesta en marcha del material rodante hasta que finalice el periodo de pruebas.

  • A las puertas de Reino Unido

Aunque aún esté en fase de revisión por parte del órgano regulador británico, Renfe analiza entrar en el servicio ferroviario de Reino Unido como uno de los socios estratégicos de Grand Union Trains. El objetivo es operar un nuevo servicio comercial entre Londres y Carmarthen (Gales), de manera que el acuerdo con GUT daría la oportunidad a Renfe de entrar en un panorama tan interesante y rentable como es el mercado británico.

  • Rail Báltica, en Letonia y Estonia

Letonia y Estonia también están dentro de los planes de Renfe. A través de un consorcio integrado por Renfe, la empresa española de ingeniería Ineco y la alemana DB Engineering & Consulting, se ha puesto en marcha el proyecto Rail Báltica. Con 870 km de longitud se trata de uno de los mayores proyectos de infraestructura de alta velocidad en desarrollo en Europa y espera estar operativo en 2027.

  • Bajo tierra en el Metro de Quito

En Ecuador, Renfe está optando a quedarse con la gestión del Metro de Quito durante un plazo de cinco años. No es una carrera fácil, pues empresas como la alemana Deutsche Bahn, las francesas RATP y Transdev o la catalana TMB también optan a gestionar esta red de metro que lleva en marcha desde 2013 y que ya cuenta con 22,6 kilómetros de recorrido.

  • Francia, en solitario

SNFC, la operadora ferroviaria nacional de Francia, decidió de manera unilateral no renovar el acuerdo con Renfe para prestar sus servicios de alta velocidad de forma conjunta entre España y Francia. Ante esta situación, la operadora española ha solicitado los permisos pertinentes a las autoridades francesas para operar en solitario a partir de 2023 para que los viajeros puedan seguir usando la alta velocidad entre ambos países. Su proyecto de Alta Velocidad contará con dos líneas AVE entre Lyon y las ciudades de Montpellier y Marsella.

Internacionalización en muy diversas formas

Más allá de los trenes y la prestación de servicios, hay otras formas de internacionalización en las que Renfe también anda involucrada. Por un lado, participa en algunas de las asociaciones ferroviarias internacionales más importantes del mundo, mientras que al mismo tiempo tiene acuerdos de venta de material rodante con diversos países, así como participación en el intercambio de experiencia y conocimiento en más de 20 estados. Además, Renfe cuenta con diferentes programas internacionales de formación ferroviaria en los que se instruye desde maquinistas hasta directivos, pasando por comerciales, técnicos de mantenimiento o servicios de a bordo.