Guardiola saca la carta del pucherazo electoral y desaparece para no explicar los escándalos machistas en el PP extremeño

Los acontecimientos de las últimas semanas le habían brindado una oportunidad única para acercarse a las extremeñas y diferenciarse de la extrema derecha. Ante la proliferación de denuncias por acoso en el seno del PSOE, incluso más allá del caso de Francisco Salazar, la candidata del PP a la reelección, la presidenta de Extremadura, María Guardiola, situó la caza del voto femenino como uno de sus grandes objetivos de la campaña de las elecciones del domingo. Pero una sucesión de casos de machismo en las filas de los populares extremeños y los intentos de la dirección de la propia candidata por taparlos en la recta final del camino a las urnas han terminado por dinamitar esa estrategia.

Ante ese escenario que se le ha complicado a pesar de ser la ganadora en todas las encuestas, Guardiola ha optado por esconderse y no hacer campaña en los últimos días. Ni mítines, ni entrevistas. Tan solo se la pudo ver el lunes en Manchita (Badajoz) en un pequeño acto en el campo. A pesar de que las elecciones son el domingo, el resto de la semana lo ha dedicado a su agenda institucional, alejada de los grandes discursos y evitando responder preguntas de la prensa sobre esos escándalos. Este viernes sí estará en el cierre de campaña aunque el PP ha optado por un extraño formato: una zambomba flamenca en un colegio de Badajoz.

La estrategia de su equipo, coordinada además con la dirección estatal del PP, pasó entonces por lanzar sospechas sobre la opción de que el domingo se produzca un pucherazo electoral. Se trata de una dinámica que los populares vienen repitiendo en distintas citas electorales desde que Alberto Núñez Feijóo es presidente del partido: cuando consideran que la deriva de la campaña no les es favorable utilizan cualquier acontecimiento para sostener que el sistema electoral falla o, directamente, que desde el Gobierno se está intentando cometer actos ilegales para alterar el resultado de las urnas. La estrategia concuerda con el mensaje que una y otra vez tratan de esparcir desde Génova 13 –y, en especial, por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso– de que España vive en una “dictadura”.

Este jueves, mientras seguían publicándose novedades sobre casos de machismo en el PP extremeño, los populares utilizaron lo que desde la propia Guardia Civil se consideró un acto de “delincuencia común” para atizar la idea del pucherazo. Lo que sucedió es que unos ladrones entraron de madrugada en la oficina de Correos de Fuente de Cantos (Badajoz) y robaron la caja fuerte del establecimiento. Aunque su objetivo era el botín de 14.000 euros que se guardaba en esa caja, como dentro también había 124 votos emitidos por correo el PP consideró que se había producido una suerte de conspiración en su contra.

Guardiola: “Están robando la democracia”

Al mediodía del jueves, sin embargo, la Guardia Civil comunicaba que la caja fuerte había sido recuperada en Talavera la Real, a 20 kilómetros de la oficina de Correos. Aunque estaba totalmente calcinada, no había rastro del dinero, pero los votos sí estaban desperdigados por los alrededores. Pese a la evidencia de que los ladrones buscaban el dinero y no los votos, para entonces el PP ya había sacado tipo de conclusiones, hablando incluso de que la democracia “está en peligro” en España. Correos también especificó después que esos 124 votantes, pertenecientes a las localidades de Fuente de Cantos, Torremejías y Santa Amalia, podrán volver a votar ante lo sucedido.

Guardiola, que lleva sin protagonizar actos de campaña desde el lunes, ha cancelado entrevistas y rechazó participar en el debate electoral de este jueves en RTVE, había publicado ya un vídeo en su perfil de X alentando la teoría del pucherazo. “Han robado los votos (...). Votos que nunca van a llegar a las urnas. Están robando la vida democracia delante de nuestros ojos”, sostuvo. “Alguien quiere que los extremeños no tengamos el derecho a decidir”, añadió. “Están dinamitando los cimientos de nuestra libertad. Nos quieren silenciar, quieren elegir por nosotros, robarnos nuestro futuro (...) Y yo desde luego no me voy a quedar callada mientras pisotean los derechos del pueblo extremeño”, concluyó, aprovechando, entonces sí, para pedir el voto para unos comicios que supuestamente cree previamente amañados.

Aunque Correos envió un comunicado a primera hora informando del suceso, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, señaló al Gobierno porque, según él, “no ofrece garantías” de la limpieza del proceso. Su 'número dos', Miguel Tellado, lanzó directamente la idea de que existe una operación para “alterar el resultado de las elecciones del próximo 21 de diciembre”. “El robo del voto por correo emitido por ciudadanos extremeños es un hecho de enorme gravedad”, señaló Tellado en su cuenta de X. “Alguien tiene mucho interés en reventar las reglas de juego para alterar el resultado de las elecciones”, añadió el secretario general del PP.

El propio Feijóo ya alentó el fantasma del pucherazo en 2023, antes de que en las generales cuya validez puso en cuestión el PP fuera la fuerza más votada, pero su líder no lograra ningún acuerdo más allá de Vox para poder gobernar, mientras que Pedro Sánchez pudo seguir en la Moncloa gracias al respaldo de la mayoría del Congreso de los Diputados. En la campaña puso en duda al INE, al CIS, a la empresa Indra o a Correos, empresa pública que él mismo presidió entre 2000 y 2004. También lanzó esas mismas sospechas en 2009 en Galicia. Lo hace siempre cuando está en la oposición.

Este jueves los mensajes fueron idénticos desde el PP extremeño. “Nos están robando la democracia”, alertó también el secretario general del PP regional, Abel Bautista.

“Trato machista” y “abuso de poder”

Mientras el PP lanzaba todos estos mensajes se conocían nuevas informaciones que vinculan a cargos del PP o sus entornos con casos de acoso, poniendo en cuestión uno de los principales objetivos de Guardiola: tratar de arrebatar el voto femenino a un PSOE herido por los casos como el de Salazar. Después de que el miércoles, a última hora, elDiario.es publicara los intentos del partido por ocultar las denuncias internas de una concejala de Navalmoral de la Mata contra el alcalde, Enrique Hueso, del PP, por “trato machista” y “abuso de poder”, en las primeras horas del jueves desde la dirección regional de los populares se afanaron por intentar lanzar el mensaje de que no conocían nada, llegando a asegurar que no sabían la situación por la que atravesaba desde hace meses Paula González Morato, la concejala en cuestión que ahora figura como no adscrita tras dejar el PP.

Sin embargo, el audio que el portavoz regional del PP, José Ángel Sánchez Juliá, envió a la concejala, revelado en la tarde del jueves por elDiario.es, evidencia que la dirección del partido, tanto la regional como la provincial, conocían el machismo de Hueso y había preocupación por cómo podía afectar este asunto al partido si salía a la luz: “Como nos pongan la etiqueta del trato machista va a haber un lío”, advierte Sánchez Juliá en un momento del audio de 21 segundos. La concejala había dejado el PP el 2 de diciembre después de que no obtuviera respuesta a una carta enviada a María Guardiola y a la dirección del PP en la que advertía de que ya no podía aguantar más y expresaba su hastío por recibir largas ante sus denuncias con mensajes como: “Aguanta”, “ya sabes cómo es Enrique”, “hablaremos con él” o “tomaremos medidas”.

La dirección regional era plenamente consciente de la gravedad de los hechos que denunció la entonces concejala de Infancia y Juventud y del “riesgo político que conlleva”. Por eso el portavoz expresa en su audio su preocupación porque las quejas trasciendan a la opinión pública: “Me preocupa muchísimo la situación de Navalmoral [...] porque aquí al final alguien va a estallar”, dice.

Este caso se había sumado al publicado a primera hora del miércoles por El Plural: el hasta entonces chófer de Guardiola, Daniel Ollero, que es además familiar de la presidenta extremeña, había sido condenado por violencia machista y figura en el sistema VioGén en el que se registran los nombres de agresores y víctimas. A última hora de ese mismo miércoles la Junta informó de que había cesado a Ollero aunque dijo que fue por “coacciones leves” a su expareja. El episodio ocurrió hace ocho meses, por lo que la oposición mostró su perplejidad por el hecho de que Guardiola no decidiera poner fin a su contrato con el conductor hasta que se publicó en la prensa.

Además, el martes elDiario.es Extremadura desveló los problemas de comunicación de la Junta con mujeres que por su edad debían ser citadas para el cribado de cáncer de mama, asegurando que nunca recibieron una citación por parte del Servicio Extremeño de Salud (SES) y que fueron ellas quienes tuvieron que ponerse en contacto con la administración para poder concertar una cita para que se les realizara la mamografía que aconsejan las propias autoridades extremeñas.

Todo este contexto dinamita el discurso feminista de Guardiola de toda la campaña. El pasado sábado, Guardiola lo enarboló por última vez en Navalmoral de la Mata, precisamente en un acto con el alcalde acusado de machismo por una concejala y en el que también participó el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo. En ese acto de campaña, y delante del alcalde, la presidenta extremeña denunció el “machismo e hipocresía de parte de la izquierda”, a la que acusó de dar “lecciones de feminismo” mientras, según sus palabras, tapan a “acosadores y abusadores cuando los protagonistas son de lo suyo”.

Feijóo también señaló a los socialistas por intentar “encubrir a una manada de machistas y corruptos” y lanzó un eslogan: “Ante la degeneración del PSOE, regeneración; y ante los machistas, una mujer: María Guardiola”.