Réquiem por el convento de San Antonio de Garrovillas
El convento de San Antonio de Padua de la localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar es el único lugar de España incluido en la última lista de Monumentos más Amenazados de Europa elaborada por Europa Nostra, la principal organización del patrimonio europeo, junto al Banco de Inversiones Europeo.
“Se encuentra en avanzado estado de desaparición”, según se detalla en el informe firmado por expertos en historia, arqueología, arquitectura y conservación, en el que se añade que fue construido a finales del siglo XVI y renovado a mediados del XVII, destacando por su iglesia gótica y el claustro renacentista.
Una llamada de atención
Pues bien, de todos esos valores apenas queda algo porque ni siquiera el hecho de que fuese declarado Monumento de Interés Cultural en 1991 ha servido para que se proteja el que fuera un punto de referencia religioso y cultural en el oeste español. San Antonio de Padua es ahora mismo un edificio en ruinas y lleno de pintadas comido, además, por la maleza.
El convento forma parte de una lista de 14 inmuebles históricos de Europa en la que también aparecen la laguna de Venecia, el Palacio de Justicia de Bruselas o la fortaleza del mar en Tallín, elegidos por sus valores patrimoniales y culturales y por el grave peligro al que se enfrentan.
Estar en ese listado no significa que Hispania Nostra y el Banco de Inversiones Europeo vayan a recuperarlos porque no se trata de un programa de financiación sino de una llamada de atención para que se pase a la acción y se recuperen. Eso sí, se harán llegar a sus responsables propuestas de intervención.
De la Lista Roja se puede salir
El convento de Garrovillas ya fue incluido en la Lista Roja del Patrimonio que elabora Hispania Nostra sin que se haya hecho nada por evitar su deterioro desde entonces. En el caso de Extremadura son un total de 57 enclaves los que forman parte de esa relación como el emblemático castillo de Garrovillas que se encuentra en mitad del pantano de Gabriel y Galán; el de Trevejo, todo un icono en Sierra de Gata, o la ermita de Santa Ana de Trujillo.
Estar incluido en la Lista Roja del patrimonio sirve a veces para que se actúe, que es precisamente su propósito, como ha ocurrido con el aljibe de la Casa de las Veletas de Cáceres, la ermita de Valbón de Valencia de Alcántara y la de San Bartolomé de Hinojal que han sido sacadas del listado tras su proceso de restauración.
